Un estudio de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, admitió que los acuerdos comerciales celebrados recientemente o que aún están siendo negociados representarán una “mayor competencia” para ciertos sectores agrícolas. El documento se centra en los acuerdos con Australia, Chile, India, Indonesia, Malasia, Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), México, Nueva Zelanda, Filipinas y Tailandia, que están negociados o concluidos, pero aún no implementados.
El estudio sostiene que los acuerdos comerciales abren “nuevas oportunidades comerciales para los exportadores agroalimentarios de la UE”. No obstante, el documento admite que “se espera que algunos sectores sensibles, en particular la carne de vacuno, la carne de ovino, las aves de corral, el arroz y el azúcar, se enfrenten a una mayor competencia por parte de los diez socios a los que se refiere el estudio”.
De acuerdo con este documento, esta admisión “valida el enfoque actual de la UE de proteger sistemáticamente los sectores sensibles con contingentes arancelarios cuidadosamente calibrados”. Esta herramienta, “esencial en los acuerdos comerciales, puede ayudar a mitigar posibles perturbaciones del mercado, brindando así protección a los agricultores y productores agroalimentarios de la UE”, sostiene el texto.
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Estos acuerdos comerciales son uno de los orígenes de la furia de los productores agrícolas europeos, que desde mediados de enero iniciaron una oleada de masivas protestas desde España hasta Polonia. La principal protesta de los productores agrícolas es que los gobiernos nacionales en la UE no hacen lo suficiente para atenuar el impacto de lo que denominan la “competencia desleal”.
En ese contexto, la suerte del acuerdo entre la UE y Mercosur, cuya negociación se arrastra penosamente desde hace más de dos décadas, quedó cubierto por un grueso manto de incertidumbre. El estudio afirma que los acuerdos, en general, abrirán nuevos mercados a los productores europeos, con un aumento de ingresos.
“Se estima que el valor de las exportaciones agroalimentarias de la UE sería entre 3.100 y 4.400 millones de euros (entre 3.300 y 4,700 millones de dólares) más alto en 2032 de lo que habría sido sin estos diez acuerdos comerciales. “Se espera que se desarrollen oportunidades comerciales para los productos agroalimentarios de la UE, como los lácteos, el vino y otras bebidas y los productos agroalimentarios procesados”, señaló el estudio.
UE propone flexibilizar exigencias
La Comisión Europea propuso ayer jueves flexibilizar diversas exigencias ambientales a agricultores y reducir el número de controles, en un intento por calmar las protestas del sector agrícola. En una nota, la Comisión anunció que envió un documento a la delegación de Bélgica, que ejerce la presidencia temporaria del bloque, “en el que se describen las primeras medidas posibles para ayudar a reducir la carga administrativa que pesa sobre los agricultores”.
El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, afirmó en la red X que “el mensaje de los agricultores es claro: quieren trabajar en sus campos, no atrapados detrás de archivos”. Por ello, añadió, “la Comisión [Europea] identificó acciones a nivel de toda la UE que podrían ayudar a aliviar la carga administrativa sobre los agricultores, ya en los próximos meses y años”. Agricultores iniciaron a mediados de enero una oleada de protestas, desde España hasta Polonia, en reclamo por lo que consideran una carga excesiva de obligaciones ambientales.
La UE insiste en que escucha los reclamos e inició un “diálogo estratégico” con representantes de los granjeros y de la industria agrícola, en una tentativa de calmar los ánimos y desacelerar las protestas. Las propuestas lanzadas este jueves serán discutidas por los ministros de Agricultura de la UE el lunes.
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La Comisión prevé cambiar la forma en que funcionan los controles, para reducir en un 50% el número de visitas a las que se enfrentan los agricultores. Los agricultores de toda Europa exigen el fin de las restricciones a la producción agrícola, con medidas para reducir la burocracia para la agricultura.
Otro de los reclamos de los agricultores es el impacto de las importaciones de productos agrícolas desde Ucrania, y en también en ese sentido la UE ha hecho concesiones. El miércoles, los países de la UE validaron la renovación de la exención arancelaria a partir de junio a esas importaciones desde Ucrania, en un plan que incluye mecanismos de salvaguardas para limitar su impacto.
El mecanismo validado este miércoles incluye “medidas rápidas de corrección” en caso de que se verifiquen perturbaciones en el mercado de la UE o en mercados nacionales en los países del bloque. Además, contempla un “freno de emergencia” para estabilizar y limitar las importaciones de tres productos -aves de corral, huevos y azúcar- a los niveles registrados en 2022 y 2023.
Fuente: AFP.