La policía detuvo en la selva de Bolivia a un poderoso narcotraficante brasileño, Lourival Máximo da Fonseca, y anunció la inmediata entrega a su país, informó ayer viernes el gobierno. “Hemos logrado la aprehensión del señor Lourival Máximo Da Fonseca de nacionalidad brasileña”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo Del Castillo.
La autoridad aseguró que el detenido “tiene mandamientos de prisión desde la República Federativa del Brasil” y que es acusado “por los delitos de tráfico ilícito de drogas y asociación para el tráfico ilícito de drogas”. La policía boliviana realizó operativos desde el miércoles, tras un trabajo de inteligencia, en la Chiquitanía de Bolivia, una zona selvática en el departamento de Santa Cruz (este).
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El viernes en la mañana, durante la captura, se produjo una balacera entre el grupo de narcotraficantes y los uniformados, sin registrarse heridos o fallecidos. Junto a Máximo da Fonseca, alias Tiao, la policía detuvo a seis personas más: tres bolivianos, dos brasileños y un albanés.
Del Castillo explicó que “desarticuló una banda de narcotraficantes” y que estaba ligada a envíos de cocaína a Europa. Aseguró que el grupo está vinculado a dos cargamentos de droga incautados en Bolivia y Perú, durante el pasado mes de enero.
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En suelo boliviano se decomisaron 8,7 toneladas de cocaína y en el peruano 7,2 toneladas de cocaína, escondidos de manera similar en baldosas de madera. Bolivia, después de Colombia y Perú, es considerado el tercer productor mundial de cocaína, según la ONU.
El país comparte con Brasil una frontera de 3.423 kilómetros y existen zonas donde se realiza el trasiego de sustancias controladas. Según La Paz, mafias en Bolivia procesan coca boliviana y peruana en cocaína para exportarla por diferentes rutas por Brasil, Paraguay, Argentina y Chile.
Fuente: AFP.
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Transportistas de combustible varados en Paraguay por la falta de pago de Bolivia
- Fuente: AFP
Más de 600 camiones cisterna bolivianos aguardan desde hace semanas a las afueras de Asunción, en difíciles condiciones de salubridad, para cargar gasolina y gasoil debido a que, según fuentes del sector, su gobierno no paga al proveedor de combustible.
Bolivia atraviesa una crisis económica desde 2023 derivada de la falta de dólares que, entre otras cosas, ha socavado su capacidad para adquirir combustible a los importadores.
“Llegué con la esperanza de cargar y retornar, pero lamentablemente me encontré con montones de colegas en una situación incierta. Nadie sabe cuándo se le va a cargar”, dijo este martes a la AFP el camionero Carlos Herebia, que lleva dos semanas esperando. Otros, denuncian, esperan desde hace 30 o 40 días.
De 37 años, Herebia tenía pensado volver a casa antes de Semana Santa, pero su camión cisterna, al igual que otro más de medio millar, está en un parque cerrado conocido como El Avispón, en la localidad de San Antonio, a las afueras de la capital paraguaya.
Otro centenar de vehículos hace fila en las afueras de este parque, a orillas del río Paraguay, a la intemperie y en malas condiciones de salubridad. Las autoridades de San Antonio instalaron algunos baños portátiles en el lugar, pero son insuficientes.
La semana pasada, el dirigente del sindicato del sector en Bolivia, Domingo Ramos, denunció que cientos de camioneros en Paraguay aguardaban el pago por combustible para reanudar las actividades de carga y transporte.
“Los señores de la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos) e YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) solo están alargando la agonía de este gobierno y todos los transportistas”, acusó Ramos, de acuerdo al medio local Unitel.
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Bolivia compra combustibles de países vecinos a precios internacionales y los vende en su mercado interno a un costo subvencionado. Esta subvención, además de la caída de las exportaciones de su gas natural, resultan en buena parte en la escasez de dólares que padece el país.
Esta incapacidad de pago a los importadores ha causado que, en Bolivia, transportistas y particulares esperen por horas en las estaciones de servicio para cargar combustible.
El año pasado ocho camioneros bolivianos murieron en Paraguay, por distintas causas, en general víctimas de la precariedad de la situación y las altas y altas temperaturas.
“Yo vengo desde hace cinco años a Paraguay y cada vez es peor. Somos más de 600 camiones, la mayoría de 35.000 a 37.000 litros. Los que no están en el parque están afuera. Y siguen viniendo, o sea, de nuestro país los siguen enviando. Ya no tenemos ni donde pararnos”, describió Herebia. Esa es la razón por la que están concentrados en el parque. “Ni siquiera tenemos acceso a agua potable”, protestó.
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Freddy Krueger, Peaky Blinders, El Cuartel de la Feas: las mafias narco en Ecuador
- Guayaquil, Ecuador. AFP.
Disputas a muerte y frágiles alianzas. Una explosión de bandas de curiosos nombres componen el nuevo mapa del crimen en Ecuador, un país acorralado por las mafias y ante el desafío de elegir a un presidente capaz de doblegarlas. Los Freddy Krueger provocan pesadillas en las calles, los sofisticados Peaky Blinders se disputan el dominio del golfo de Guayaquil y El Cuartel de la Feas controla las prisiones. Estos se suman a los ya famosos Choneros, Lobos y Tiguerones.
La misma violencia cambia de nombre cada tanto debido a una atomización de los grupos armados y a un cóctel perfecto que allanó el terreno de la guerra: puertos estratégicos para la salida de droga, vecindad con Colombia y Perú -los mayores productores de cocaína-, una economía dolarizada y entidades corruptas.
Y en el medio, la gente. Una comerciante extorsionada recuerda el día en que explotó una bomba en su restaurante en Guayaquil, capital económica y del crimen del país. “Decían que eran de la mafia, pedían 15.000 dólares para no matarnos”, cuenta a la AFP la mujer que mantiene su identidad bajo reserva.
Los tentáculos de las organizaciones no conocen fronteras. Se engendran en la costa del Pacífico con apoyo de carteles de México y Colombia, así como de la mafia albanesa. Luego cruzan la cordillera andina hasta ciudades como Quito, Ambato o la minera Ponce Enríquez (sur ecuatoriano), según expertos. La seguridad está en el centro de las campañas presidenciales de cara al balotaje del domingo que enfrenta al mandatario Daniel Noboa y la candidata izquierdista Luisa González.
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Sin grandes capos
En enero y febrero Ecuador registró un muerto cada hora, según cifras del ministerio del Interior. Es el inicio de año más sangriento desde que se tiene registros. “La guerra es por territorio. Ya no hay cabezas conocidas como antes, cada quien quiere su independencia”, señala bajo reserva el cabecilla de una agrupación.
Esta fragmentación dificulta el control de las bandas por parte de las autoridades. “Vemos una asociación de pequeños grupos y menos rígidos. Esto ya pasó en la Colombia de los 1990 tras la muerte de Pablo Escobar”, sostiene la experta en seguridad Carla Álvarez.
Las jerarquías empezaron a romperse en 2018, cuando se dividió una de las mayores organizaciones. La muerte en 2020 del líder de los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, ahondó las pugnas. En Quito, Marianela recibe amenazas e intentos de extorsión por WhatsApp. “Los bloqueo”, dice bajo reserva esta empleada de un restaurante.
La angustia se instaló en el convulso barrio Martha Bucaram de la capital, donde policías y militares suelen realizar operativos en busca de armas y droga. “Acá a la vuelta hubo como dos muertos” durante una balacera, recuerda. Apenas suenan los disparos, los negocios cierran.
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Bandas especializadas
De los 1.300 barrios de Quito, unos 100 son considerados conflictivos. Para las mafias, la ciudad es “un mercado de consumo de drogas, como sucede en diferentes capitales latinoamericanas”, explica Carolina Andrade, secretaria de Seguridad municipal. Quito, enclavada en los Andes, también se percibe “como un espacio seguro para venir a esconderse”, pues no tiene el mismo control policial o militar de la costa.
Renato Rivera, del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, explica que los grupos tienen ciertas especialidades. El Cuartel de las Feas, por ejemplo, opera en las prisiones con extorsiones y microtráfico. Esta banda desató enfrentamientos entre los reos por la alimentación. El preso que no pagaba la “vacuna” (extorsión), no comía, comenta. Y en el puerto de Guayaquil, los Peaky Blinders, Choneros y Tiguerones chocan por las rutas de la droga, a veces camuflada en contenedores de banano o camarón.
Fusiones
En Quito pequeñas pandillas buscan entrar a “organizaciones más grandes para tener mayor presencia, mayor legitimidad y mayor control” territorial, señala Andrade. En la cima de la pirámide criminal de la capital están los Lobos y Latin Kings. Las mafias “han ido ganando espacio, es complejo combatirlas”, admite el comandante policial de Guayaquil, Pablo Dávila.
“Los ruidos de las balas no nos dejan dormir”, dice una líder de un empobrecido barrio guayaquileño, donde solo en una tarde mataron a 22 personas. El presidente Daniel Noboa aplicó una política de mano dura contra las bandas que logró bajar el índice de homicidios de 47 por cada 100.000 habitantes en 2023 a 38 en 2024.
Pese a la caída, el centro de estudios Insight Crime sostiene que esta última tasa es la más alta de América Latina y “enmascaró” un año de violencia persistente. “La intervención militar obligó a los grupos criminales a transformarse en lugar de desaparecer”, señaló.
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Oposición boliviana lanza a empresario como candidato presidencial
- La Paz, Bolivia. AFP.
El principal bloque de oposición de Bolivia proclamó como su candidato presidencial a Samuel Doria Medina, un acaudalado empresario socialdemócrata que buscará derrotar a la izquierda en las elecciones de agosto. El líder del partido Unidad Nacional, de 66 años, aspiró sin éxito a las presidenciales de 2005, 2009 y 2014, que ganó consecutivamente Evo Morales.
Doria Medina ahora postulará como parte del “bloque de unidad”, una coalición de líderes políticos que se comprometieron a apoyar a un “candidato único”. Entre sus integrantes está el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, hoy preso y acusado de terrorismo. “Hoy les aseguro que vamos a salir de esta crisis económica (...) y también quiero decirle al gobierno que alisten sus maletas porque se van en agosto”, dijo Doria Medina en conferencia de prensa.
El empresario ha prometido que durante sus primeros 100 días de gestión resolverá la grave escasez de dólares y combustibles que atraviesa Bolivia. El oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), que gobierna el país casi ininterrumpidamente desde 2006, aún no ha confirmado si el presidente Luis Arce, exaliado de Morales, irá por la reelección o si tendrá otro candidato.
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“Samuel Doria Medina es el mejor posicionado para enfrentar y derrotar al MAS”, dijo Efraín Suárez, vocero de la alianza. El expresidente Jorge “Tuto” Quiroga también aspiraba a quedarse con la candidatura de este bloque opositor, pero este miércoles se apartó al no llegar a un acuerdo para la elección interna. Señaló que en los próximos días inscribiría Libre, una alianza electoral propia.
Doria Medina fue ministro de Planeamiento durante el gobierno izquierdista de Jaime Paz Zamora (1989-1993). Por años lideró la cementera Soboce, la más grande del país, hasta que su grupo familiar vendió sus acciones en 2014 por más de 300 millones de dólares. En 1995 fue secuestrado por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, una guerrilla peruana que un año después ejecutó en ese país una toma de rehenes en la residencia del embajador japonés.
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Operativo Berilo: Corte destraba caso y juez puede fijar audiencia preliminar
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia destrabó una vez más la causa contra el presunto líder narco Reinaldo “Cucho” Cabaña y otros acusados por supuesto narcotráfico, tras rechazar el recurso que presentó la acusada Yisela Noemí Ramírez contra la resolución que confirmó la intervención del juez Miguel Palacios en el caso.
Una vez que se fije la audiencia preliminar en la misma se tendrá que analizar si corresponde que el proceso penal se eleve a un juicio oral y público, así como lo ha solicitado el Ministerio Público en su acusación. Actualmente Cabaña guarda arresto domiciliario en una casa ubicada en la ciudad de Lambaré, a la espera de la realización de la audiencia preliminar.
Cabaña está acusado en el marco del operativo Berilo, realizado en setiembre del 2018 en varios puntos del departamento de Alto Paraná. En esa ocasión, fiscales del Ministerio público junto con agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) llevaron adelante más de 20 allanamientos en los que decomisaron 23 vehículos de alta gama, 21 kilogramos de cocaína y unos USD 800.000.
Cabaña está acusado por los hechos punibles de tráfico internacional de estupefacientes, tenencia de estupefacientes en el marco de la ley antidrogas, mientras que otros procesados fueron acusados por los hechos punibles de asociación criminal en el marco de la ley antidrogas y lavado de dinero. Hay que señalar que en la causa están investigadas otras 20 personas.