El rey Carlos III y la reina Camila saludan mientras salen en automóvil desde Clarence House, viajando al Palacio de Buckingham, ayer martes. Foto: AFP
Visita de Enrique a Carlos III debido al cáncer abre esperanzas de reconciliación
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El rey Carlos III, de 75 años, prosigue el miércoles su tratamiento contra el cáncer, al tiempo que su hijo mayor Guillermo, heredero de la corona británica, retoma sus obligaciones tras la operación abdominal de su mujer, Catalina de Gales. Guillermo, de 41 años, asistirá a una ceremonia de investidura en el Castillo de Windsor y por la tarde a una gala benéfica en Londres en favor de la London Air Ambulance, anunció una fuente oficial.
Catalina, de 42 años, fue hospitalizada el 16 de enero para una someterse a una misteriosa cirugía abdominal y desde entonces el príncipe de Gales aparcó todas las obligaciones que marcaban su agenda para estar al lado de su esposa. Su padre, Carlos III, debió afrontar primero un problema de hipertrofia “benigna” de próstata, que le obligó a pasar por el quirófano el 26 de enero, y ahora un cáncer del que no se dieron detalles y que fue descubierto durante su hospitalización.
Guillermo tomará gran protagonismo público mientras su padre y su mujer están convalecientes, el primero por tiempo indefinido, mientras se somete a su tratamiento contra el cáncer, y la segunda al menos hasta el 31 de marzo, según anunciaron sus médicos. Mientras el príncipe heredero acompañaba su esposa, la reina Camila, de 76 años, representó públicamente durante varios días a una monarquía británica que acumula problemas de salud.
El retorno de Guillermo a sus obligaciones reales coincide con la llegada al Reino Unido de su hermano menor, el príncipe Enrique, que viajó desde Estados Unidos, donde vive con su esposa Meghan Markle y sus dos hijos, para visitar a su padre. Enrique, de 39 años, que se marchó a California con Meghan en 2020 denunciando entre otras cosas la insoportable presión de la prensa sensacionalista británica, mantiene desde entonces tensas relaciones con su hermano y su padre. Sin embargo, nada más aterrizar en Londres procedente de Los Ángeles el martes fue a visitar al rey.
Padre e hijo se reunieron durante 30 minutos en la residencia londinense de Clarence House, y ahora la opinión pública británica se pregunta si se encontrarán los dos hermanos, pese a la relación distante que mantienen. “Fuentes cercanas al príncipe Guillermo dejaron claro que no se reuniría con su hermano. Se cree que no han hablado durante más de un año y Guillermo no está dispuesto a abrirle una puerta a su hermano”, señaló el diario The Times.
“Una fuente de palacio dijo que los hermanos no se habían visto y que no había intención de que eso sucediera, al menos por parte de Guillermo. La fuente añadió que ‘no hay ningún plan, nada en la agenda’”, explicó el diario. Guillermo es el miembro más popular de la familia real en la opinión pública británica, según las encuestas, que sitúan al rey Carlos III en el sexto lugar.
Ahora deberá soportar la presión de ser el centro de los focos durante las próximas semanas o meses, mientras dura el tratamiento de su padre. En una entrevista en el canal de televisión ITV, Paul Burrell, que fue mayordomo de la difunta reina Isabel II, señaló que la presión sobre los hombros de Guillermo, en este momento, es pesada. “Hay mucha presión sobre Guillermo. Su padre está enfermo, su esposa está enferma y su hermano ha desaparecido”, dijo Burrell.
Preparan cena solidaria para concluir centro oncológico infantil
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La Fundación Renaci realizará su segunda cena anual denominada “Obra, un espacio de construcción colectiva”, el miércoles 13 de noviembre a las 20:30, con el objetivo de recaudar fondos para completar la construcción del primer Centro de Bienestar para niños y niñas con cáncer en Paraguay, que será inaugurado en el segundo semestre del 2025.
El evento se celebrará en el Anexo II del Club Centenario, y contará con la presencia de invitados especiales, autoridades y destacados miembros del sector empresarial, quienes se sumarán a esta noble causa. Para adquirir las entradas, así como para consultas, está habilitada la línea telefónica +595985760142.
Toda la recaudación del evento será destinada a la finalización del Centro de Bienestar, ubicado en San Lorenzo, el cual aportará los trabajos del Departamento de Hemato-Oncología Pediátrica del Hospital de Clínicas. A fines del año 2023 se realizó la palada inicial de la obra con una emotiva ceremonia que contó con la participación de la primera dama Leticia Ocampos, así como Nadia Ferreira, quien representó a su esposo Marc Anthony y a la Fundación Maestro Cares, aliada en este proyecto.
El centro brindará apoyo a más de 600 niños y adolescentes diagnosticados con enfermedades oncológicas. Las instalaciones del centro incluirán un área de acogida para pacientes y sus familias, aulas educativas, un programa sicosocial, así como una sala de rehabilitación. Además, contará con consultorios destinados al seguimiento de los pacientes en tratamiento y de aquellos ya recuperados.
Dentro de los proyectos a desarrollar se destaca la implementación del primer programa de cuidados paliativos pediátricos para niños con cáncer, así como el Centro será sede del proyecto Telenec, la primera red de pediatras y médicos de atención primaria a nivel nacional, que reciben mentoría de expertos oncólogos en tiempo real a través de una plataforma digital para resolver problemas hemato-oncológicos en la práctica diaria y mejorar el diagnóstico temprano.
Desde sus inicios en el año 2011, la Fundación Renaci ha estado comprometida con la lucha contra el cáncer infantil en Paraguay. Su nombre y origen provienen del proyecto que dio inicio a todo: Red Nacional de Cáncer Implementada. Luego, en 2015 celebró la implementación del Historial Electrónico de Pacientes del Hospital de Clínicas (HOPe).
Noviembre Azul: el segundo cáncer más letal en hombres es de próstata
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Noviembre Azul se convierte en una campaña insignia de la lucha y prevención del cáncer de próstata y colon, y es por eso que el Ministerio de Salud y las diferentes organizaciones médicas buscan fortalecer la concienciación respecto a la importancia de los controles médicos en la población masculina.
En 2023, el cáncer de próstata fue la segunda causa de muerte por cáncer en hombres en Paraguay, con cerca de 1.800 diagnósticos y 258 fallecimientos registrados, según datos de la Dirección General de Información Estratégica en Salud (DIGIES). El INCAN, principal centro oncológico del país, detectó 88 casos nuevos en el 2024.
En conversación con el programa “Así son las cosas”, emitido por GEN y Universo 970 AM, el doctor Gustavo Codas, presidente de la Sociedad de Urología, invitó a la población en general que a partir de los 50 años en adelante acudan al urólogo para un control anual y que lo hagan antes de esa edad si es que se prestaran síntomas como dolor al orinar, hinchazón u otras molestias.
“Por otro lado, a las personas jóvenes entre los 25 y 30 años queremos decirles que también existe el autoexamen testicular en los varones, esto para saber si existe algún cambio en los testículos porque el cáncer de los testículos es una enfermedad que avanza rápidamente y que consiste en el agrandamiento de los mismos en forma indolora. Por lo tanto, puede retrasar la detección”, comentó el doctor Codas.
En cuanto a la próstata, explicó que el agrandamiento de la misma es prácticamente normal en todos los hombres conforme avanza la edad y que mientras los controles sean realizados de manera rutinaria, la aparición del cáncer es muy detectable a tiempo y tratable dando grandes posibilidades de tratamiento exitoso, motivo por el cual la visita al médico es la mejor manera de prevenir la enfermedad.
Respecto a los exámenes de rutina a los cuales son sometidos los hombres, aseguró que la ciencia ha avanzado bastante, ya que ahora primeramente se realiza una extracción de sangre la cual es analizada para corroborar los niveles de ciertos marcadores de funcionamiento del órgano antes de continuar con cualquier otro procedimiento como la palpación.
Dos días remunerados
El control de la próstata no es doloroso y solo dura unos pocos segundos. Durante la revisión, puede sentir intensos deseos de orinar, que ceden cuando finaliza el tacto. También se cuenta con la prueba PSA (antígeno prostático específico).
Este simple control anual permite descubrir la enfermedad en una fase en la que aún es tratable,y se cuenta con el beneficio de licencia remunerada para chequeos según la Ley n.º 6.280/19, artículo 13, que establece que todos los trabajadores en Paraguay tienen derecho a dos días laborales con goce de sueldo para realizarse exámenes preventivos de cáncer de próstata y colon.
Proyecto de ley plantea aporte obligatorio para el INCAN
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En la Cámara de Diputados se encuentra en estudio de las comisiones asesoras un proyecto de ley que pretende aplicar la obligatoriedad de pagar un aporte para el tratamiento del cáncer, esto dirigido al Instituto Nacional del Cáncer (INCAN). Esta iniciativa fue analizada en una mesa de trabajo promovida por la Comisión de Legislación y Calificación.
El proyecto de ley establece un aporte de USD 5 por cada asegurado básico y USD 10 por cada asegurado premium o similares de las empresas prestadoras de seguro médico privado, además del aporte de USD 5 por cada asegurado del Instituto de Previsión Social (IPS). También establece la obligatoriedad de que estos fondos sean destinados al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social – INCAN.
“Estos aportes se destinarán exclusivamente al financiamiento del objeto de gastos 352, que corresponde a la compra de medicamentos oncológicos y a las actividades previstas en la Ley N° 6.266/18 - de atención integral a las personas con cáncer”, refiere la argumentación del proyecto.
Seguidamente, se agrega que “la implementación de estos aportes proporcionará una fuente de ingresos constante y predecible para el INCAN, lo que permitirá planificar y ejecutar programas de atención y tratamiento de manera más eficaz y eficiente”.
El presidente de la Comisión de Legislación y Codificación, diputado Jorge Ávalos Mariño, destacó la importancia de este espacio de diálogo, ya que participaron representantes de empresas de medicina prepaga y representantes del Instituto de Previsión Social (IPS), y legisladores integrantes de la comisión asesora.
“Hemos invitado a representantes de la Cámara Paraguaya de Medicina Privada, que están directamente vinculados a este proyecto; y también a referentes del IPS. En otra oportunidad estuvimos con médicos y vamos a ir ampliando el debate para escuchar todas las opiniones y después poder poner a consideración del pleno”, refirió el diputado.
El 25 de noviembre de 1755, la Gazette d’Amsterdam informaba que un cura jesuita llamado Nicolás había sido coronado “rey del Paraguay” por sus propios compañeros
De cuando en Europa se propagó la noticia de que en el Paraguay había sido proclamado un rey
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Por Gonzalo Cáceres
Periodista
Fotos: Gentileza
Eran tiempos en que España y Portugal buscaban acordar los límites de sus colonias en América del Sur, pero la noticia de que un cura jesuita levantó en armas a los guaraníes causó un revuelo tal que el mismísimo Voltaire lo vio como una oportunidad de hacer dinero.
Sacudidos por las intrigas políticas y las fricciones con las autoridades coloniales, los últimos años del dominio jesuita al frente de las reducciones fueron bastante agitados. Mientras la resistencia de los sacerdotes paraguayos y de los guaraníes amenazaba con hacer fracasar la aplicación del Tratado de Permuta (siete pueblos jesuíticos pasarían a manos de los portugueses a cambio de la devolución de la colonia de Sacramento), surgió en Europa la versión de que los religiosos habían elevado a uno de los suyos a la dignidad de rey.
Ricos, influyentes y con feroces milicias de nativos a su disposición, los jesuitas no tardaron en levantar el recelo de propios y extraños, ganándose poderosos enemigos en América y Europa.
La creencia de un incipiente “Estado cristiano” entre las comunidades guaraníes, fuera del control tanto de portugueses como españoles, despertó suspicacias e intrigas. Cuando se acordó que Portugal devuelva a España la provincia de Sacramento a cambio del territorio cercano al río Paraguay, donde había reducciones con más de 30.000 nativos, los jesuitas se negaron a abandonarlas, iniciándose la guerra entre las tropas hispano-portuguesas y los guaraníes.
Tras estos enfrentamientos, las reducciones no volverían a recuperarse y la reacción jesuita fue tomada como una afrenta a la Corona de España. Los padres fueron acusados de querer acabar con la autoridad del rey.
INICIO DE LOS RUMORES
El 25 de noviembre de 1755, la Gazette d’Amsterdam informaba que un cura jesuita llamado Nicolás había sido coronado “rey del Paraguay” por sus propios compañeros. “Algunas personas de la Corte tienen en su poder monedas venidas del Paraguay, mandadas a acuñar por Nicolás I. Este nuevo monarca es un jesuita que sus cofrades han puesto en el trono y quien seguidamente los echó del país”, relató.
La noticia fue negada por los representantes de la orden a través del padre Carlos Gervasoni, procurador de la Provincia del Paraguay.
La situación escaló porque no tardaron en aparecer los explosivos números de la “Historie de Nicolás I”, la supuesta biografía del ponderado monarca. En tanto, el Mercure Historique et Politique, otro influyente pasquín de la época, aseguró que las monedas eran reales y que eran de oro y plata.
NICOLÁS I
Según Historie, Nicolás Roubiouni nació hacia 1710 en una aldea de Andalucía llamada Taratos, “la cual abandonó a los 18 años tras ser acusado de matar a un hombre”. Al no tener ocupación ni oficio, nuestro protagonista sobrevivió gracias a la caridad de los feligreses instalándose “frente a las iglesias”.
La personalidad altanera y prepotente de Roubiouni le generaría conflictos allí donde iba y le hizo ganar mala fama. Luego de dedicarse al traslado de mercaderías, pasó por Zaragoza y en Aragón, cansado “por años y años de vida errante”, decidió entrar al servicio de la Compañía de Jesús.
Historie alega que Roubiouni contaba ya con 39 años y “arrastrando los vicios de siempre”, a pesar de haber hecho sus votos, contrajo matrimonio con “una joven de 15 años, hija de un comerciante de Huesca, a la vista de toda la ciudad”. Estas versiones llegaron a oídos de los curas jesuitas que, primero, lo enviaron en 1752 “a cuarenta leguas de Zaragoza como portero de un noviciado” para, poco después, dejarlo en Cádiz, de donde partió su misión a las Américas.
Siempre según la versión de Historie, Nicolás Roubiouni se instaló primero en Buenos Aires y allí tomó conocimiento de “un tratado firmado por Madrid y Lisboa (1750) según el cual el rey fidelísimo cedía al rey católico la isla de San Gabriel y la Corte de España entregaba a cambio algunas provincias cercanas al Brasil”.
Historia de la "existencia de un Rey en Paraguay"
UN “MALHECHOR”
Historie retrata a Nicolás como un malhechor que prácticamente se valió de la bondad de la Compañía para ganar prestigio, al tiempo de escalar en la organización y hacerse de la influencia necesaria como para ganar espacio en la isla de San Gabriel, donde lideró un salvaje levantamiento de los nativos, para luego hacerse arrogar “el nombre de rey del Paraguay”.
“Los indios, que se creían liberados para siempre de la dominación de los europeos, le dieron el título con gran criterio y vivas demostraciones de alegría. En la misma ocasión se acuñaron varias medallas que han sido vistas con indignación en Europa. La primera de estas medallas representa, de un lado, a Júpiter fulminando a los gigantes, y en el reverso se ve el busto de Nicolás I con estas palabras: Nicolás I, rey del Paraguay. La segunda medalla representa un combate sangriento con los atributos que caracterizan al furor y la venganza. En la orla se leen estas palabras: la venganza pertenece a Dios y a sus enviados”.
Los siguientes números de Historie, divulgados a través de la Gazette d’Amsterdam, relatan que Nicolás I, “animado por esta primera victoria”, volcó sus armas contra el territorio del actual Uruguay, para cuya invasión preparó un ejército de 5.000 guerreros guaraníes. Sin embargo, al verse imposibilitado de marchar, se centró en conquistar otras cuatro reducciones.
Este increíble rumor siguió creciendo al punto de que se menciona que los mamelucos, “asombrados por las victorias de Nicolás I, decidieron ofrecerle la ciudad de Sao Paulo y la Corona imperial”, siendo llamado “Nicolás I, rey del Paraguay y emperador de los mamelucos”.
REPERCUSIONES
El rumor fue de tal magnitud que el mismísimo François-Marie Arouet –el famoso Voltaire– se refirió al asunto en cuatro cartas escritas a lo largo de seis meses (15 de octubre de 1755 - 12 de abril de 1756). En la última de ellas, dirigida a la condesa de Luxemburgo, niega la existencia del rey Nicolás, pero no pierde la oportunidad de analizar el trabajo de los jesuitas y comparar su disciplina con el dominio de Esparta sobre los ilotas.
“¿Es verdad que los jesuitas eligieron a uno de sus padres como rey del Paraguay? ¡Un maldito hereje!”, comentó Voltaire en una carta al banquero Tronchin de Lyon, en la que disponía del uso de sus fondos para financiar un barco llamado Pascal, que sería enviado como parte de la flota del rey de España a las Américas, para aplacar el supuesto levantamiento de Nicolás I.
Las direcciones de Voltaire demuestran cuán seriamente se tomó el asunto en principio. “En cartas que recibo de Buenos Aires se ratifica plenamente que los jesuitas pueden mantener una respetable guerra contra el rey de España”, escribió. Sin embargo, el filósofo anticlerical cambió de parecer con el desmentido publicado en el Avertissment du Libraire, en el que se declaran falsas todas las noticias anteriormente publicadas sobre Nicolás I.
¿MALENTENDIDO?
El misionero austriaco Martín Dobrizhoffer ofrece en su “Historia de los abipones” otra visión de Nicolás I. Según esta, toda la parafernalia se debe a una confusión lingüística. “La palabra guaraní ‘mburuvichá’ significa cacique-capitán, pero también rey. Los españoles de Asunción habían oído hablar del mburuvichá de los indios y estos entendieron que se trataba del rey de los indios. Toda esta fábula merece ser objeto de burla antes que de refutación”, comentó.
Aseguró además que las comentadas monedas acuñadas en oro y plata no podían ser genuinas, pues “el Paraguay carecía de metales preciosos y de casas de moneda”.
El planteamiento de Dobrizhoffer encontró respaldo en la “Breve relación de las misiones jesuitas del Paraguay”, escrita por el general de la orden, el jesuita español José Cardiel, quien dedicó un apartado para las “dudas”.
Aquí incluyó lo de Nicolás I y lo vincula con el cacique Nicolás Ñeenguirú, a quien se presenta como un corregidor “de la reducción de la Concepción, un gran músico y locuaz de facilidad para hacer arengas”.
Cardiel cuenta que Nicolás Neenguirú fue nombrado “comisario general” de su zona en la “época de las rebeliones”, siendo “muy respetado por todos los indios” y “cabecilla de sus tropas (de la reducción, a merced de la autoridad jesuita)”.
INVESTIGACIÓN
El 24 de enero de 1755, un oficial de las tropas españolas de nombre Nicolás Elorduy informó que “por orden del gobernador de Buenos Aires” interrogó a indígenas sobrevivientes de un alzamiento conjunto entre las reducciones de Santo Tomé, Yapeyú, la Cruz y San Borja. Según Elorduy, los nativos dieron fe de que unas tropas llegadas “desde la Concepción” estaban encabezadas por el capitán Nicolás Ñeenguirú”.
Este informe difundió la idea de que la figura de Nicolás I estaba realmente basada en la del cacique Nicolás Ñeenguirú, quien para ese entonces “gozaba de fama y respeto entre las naciones guaraníes”.
Por la misma época, el padre Florian Paucke informó a sus superiores que conoció al mismísimo Nicolás Ñeenguiró, quien no era más que “el jardinero del padre Tuk”.
“Hubo un Nicolás Ñeenguirú, indio del pueblo de la Concepción que en las turbulaciones de 1754 y 1755 mandaba a otro llamado Sapé á los indios alzados por los padres. Más jamás tuvo tal arrojo de tomar dictado de Nicolás I, pues fue un infeliz mandatario de los jesuitas y se volvió á su casa tranquilamente, como ellos y sos (sus) parciales, pasadas aquellas resistencias, suscitadas por la Compañía para oponerse á las órdenes del rey”, conforme se constata en la Colección General de Documentos y la Causa Jesuítica.
Informaciones del año 1885, en que se daba a conocer la existencia de un Rey en el Paraguay
LA EXPULSIÓN
En 1767, el rey Carlos III de España decretó la expulsión de los jesuitas de todos los territorios de la Corona. Muchos de los misioneros volvieron a sus respectivas sedes. Tras los procesos correspondientes, los jesuitas expulsados del Paraguay atacaron a quienes propagaron los rumores y negaron su participación en los alzamientos de las reducciones.
La investigación de la orden, acompañada por la autoridad papal, encontró evidencias que hacían suponer que “los padres proporcionaron pólvora, distribuyeron armas, dirigieron la construcción de cañones, realizaron negociaciones con indios infieles e instruyeron a los indígenas (en tácticas militares)”.
“En ocasiones, las tropas indígenas obtuvieron la victoria con el comando directo de los padres”, por lo que los investigadores dedujeron que Nicolás I, o Nicolás Ñeenguirú, fue una invención de los sacerdotes para hacer de chivo expiatorio con el fin de escapar del castigo por sus acciones contra la reputación de la Compañía y la autoridad de la Corona.
El historiador inglés Robert Southey afirmó haber leído en 1817 en Ginebra un compilado de la “Historia de Nicolás I”, calificando la obra de “producto de un ignorante que esperaba ganar unas monedas con ella”. Southey entendió que todo se trató de “un movimiento mucho más amplio contra la Compañía de Jesús para desacreditarla ante los reyes de España y Portugal” a fin de expulsarlos y hacerse con sus propiedades, lo que efectivamente terminó ocurriendo.
Por su parte, el renegado jesuita Bernardo Ibáñez, expulsado de la Compañía y luego acérrimo enemigo de la misma, señala que fueron los jesuitas mismos quienes “crearon la fábula del rey Nicolás I para evitar que se supiera que eran ellos los únicos autores de la resistencia de los pobres indios”.
Sea como sea, lo único cierto es que, entre la enorme ola de rumores, quedó sin clarificar si el caso se trató de una campaña de desprestigio, una vendetta de los esclavistas, una ocurrencia de los hacendados o una invención de los propios padres jesuitas.