Cientos de personas hicieron cerca de 30 cuadras de fila este lunes en Buenos Aires luego de que una ministra argentina dijera la semana pasada que recibiría “uno por uno a los que tienen hambre” para intentar aplacar una protesta.
El jueves pasado, mientras los diputados argentinos negociaban un paquete de reformas del presidente ultraliberal Javier Milei, y en un contexto de inflación de 211 % con más de 45 % de pobreza, un grupo de personas se acercó al ministerio de Capital Humano para denunciar el recorte de la asistencia alimentaria a los comedores comunitarios.
La ministra Sandra Pettovello salió entonces a hablar con los manifestantes y les dijo: “Así es como lo voy a hacer yo. ¿Chicos, ustedes tienen hambre? Vengan de a uno que les voy a anotar el DNI (la cédula), el nombre, de dónde son y van a recibir ayuda individualmente”.
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En respuesta este lunes, convocadas por organizaciones sociales, cientos de personas participaron de la llamada “fila contra el hambre”, que se desarrolló en paz, en las aceras. Las personas llevaban carteles como “con el hambre del pueblo no se negocia” y “tenemos hambre” y algunos aguardaban que les dieran de comer, lo cual no ocurrió.
“Bueno, el pueblo tiene hambre, estamos acá”, dijo Carmen Morán, quien dirige un comedor comunitario. “A ver si la ministra se compadece de nosotros, de los que necesitamos, de los de abajo, para que llegue la ayuda a los merenderos y comedores”, comentó a la AFP.
El vocero de presidencia, Manuel Adorni, dijo en conferencia de prensa que la ministra no los iba a recibir porque no los había citado. “No ha sido la intención de la ministra que la gente la pase mal al rayo del sol con estas temperaturas”, agregó. “No queremos más intermediarios, no queremos más negocios con los pobres”, prosiguió.
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Los organizadores de ollas populares reclaman que no reciben suficiente ayuda de parte del gobierno para atender la demanda. “Hay millones de familias, y el gobierno tiene que entenderlo”, dijo Alejandro Gramajo, secretario general de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y uno de los organizadores de la iniciativa.
El episodio le granjeó a Pettovello una denuncia penal de parte de Juan Grabois, líder de Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), “por no disponer la entrega de alimentos en comedores barriales y comunitarios de toda la República Argentina, violando así normas que ordenan garantizar el alimento a quienes están padeciendo situaciones de extrema pobreza”.
Pettovello firmó el lunes junto al ministerio de Niñez, Adolescencia y Familia un convenio de asistencia alimentaria con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (Aciera) por un monto de 177,5 millones de pesos (210.100 dólares al cambio oficial).
Fuente: AFP.