Una paraguaya de 43 años, identificada como Juana Correa Villalba es apuntada por la Justicia argentina como la líder de una banda delictiva dedicada a la usurpación de terrenos para su venta ilegal, así como responsable del conflicto que el domingo pasado dejó cinco muertos y al menos siete heridos en inmediaciones de una tosquera abandonada del barrio 8 de Diciembre de Diciembre de la localidad de González Catán, partido de La Matanza de la Provincia de Buenos Aires.
Se descartó que Correa haya participado del tiroteo, pero la fiscalía detuvo a dos presuntos sicarios, también paraguayos, que serían autores de los disparos, y que integrarían la banda liderada por la mujer. El fiscal Carlos Adrián Arribas, de la unidad de Homicidios, ordenó allanar la vivienda de Correa y de tres familiares directos. Correa Villalba y Armindo Lugo Zarza, otro de los tiradores, tienen pedido de captura internacional, código rojo.
En los allanamientos realizados el lunes y martes pasados identificaron a seis paraguayos que habrían participado de la masacre, en que murieron Tomás Waldo Velásquez Chávez (28), Leonel Enzo Tuco Tapia (28), al peruano Víctor Eduardo Rivera Diestra (23), al boliviano Gregorio Mamani Choque (40) y al adolescente Luis Fernando Bascope (16).
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El medio C5N informó que la paraguaya cuenta con antecedentes penales por tentativa de usurpación y resistencia de la autoridad, y está imputada en una causa de usurpación de inmueble, iniciada en 2023. Posee domicilio en la localidad de Pontevedra y se encuentra registrada en AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) en el rubro de peluquería. Además de la mujer, participarían de la banda su esposo, Emanuel “Chinito” Lugo, e hijo, David Estigarribia Correa.
Según los investigadores, la banda de Correa amedrenta a los vecinos para garantizar el pago, para luego echarlos y volver a vender las tierras. En González Catán, muchos vecinos pagaron 500.000 pesos por un terreno de 12 por 30 metros. En medio de una discusión por el loteo de una plaza, los delegados que vendían los terrenos dispararon unos 40 tiros contra los vecinos, según relató una testigo. Unas 100 familias compraron las tierras sin recibir ningún título de propiedad ni documento a cambio.
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