Brasil recibió este viernes pasado su segundo submarino de fabricación franco-brasileña, que destinará a la protección de sus 8.500 km de costas, en el marco del acuerdo de cooperación militar firmado en 2008 entre ambos países. Luego del primero de la serie, bautizado Riachuelo y que entró en servicio en septiembre de 2022, el submarino Humaitá fue incorporado oficialmente a la flota brasileña durante una ceremonia en la base naval de Itaguai, cerca de Rio de Janeiro.
Las entregas de submarinos “elevan la proyección de Brasil como actor cada vez más relevante en el escenario internacional”, dijo el ministro brasileño de Defensa José Mucio en la inauguración, según una nota de su cartera. El embajador de Francia, Emmanuel Lenain, asistió al acto.
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El Humaitá ayudará a “proteger nuestras riquezas”, declaró a periodistas Martim Bezerra de Morais Junior, comandante de la nueva nave, en referencia a los patrullajes frente a las costas, donde Brasil extrae la mayor parte de su petróleo. Con torpedos pesados y misiles, el submarino, de tipo Scorpène, mide más de 70 metros y pesa más de dos toneladas. El submarino de propulsión convencional fue construido bajo responsabilidad de la Marina brasileña en la base de Itaguai.
En el proceso también intervino el grupo francés Naval Group a través de la empresa brasileña Itaguai Construçoes Navais (ICN), de la que es propietario junto con la brasileña Novonor (antigua Odebrecht). Los materiales de los submarinos son producidos en las plantas de Naval Group en Francia, antes de ser enviados a Brasil.
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Otros dos submarinos, que la Marina brasileña también encargó a Naval Group, están en construcción en Itaguai y deben ser entregados en 2024 y 2025, respectivamente. El francés DCNS, predecesor de Naval Group, había logrado en 2009 un contrato por 6.700 millones de euros para la transferencia tecnológica y la construcción del astillero de Itaguai.
Naval Group también desarrolla para Brasil un submarino de propulsión nuclear. El acuerdo estratégico de defensa franco-brasileño fue firmado en 2008 por el entonces presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva -que regresó al poder en 2023- y su homólogo francés Nicolas Sarkozy.
Fuente: AFP.