El grupo Estado Islámico reivindicó este jueves la autoría del atentado del miércoles en el sur de Irán con saldo de 84 muertos, según el último balance rebajado por las autoridades iraníes. La organización yihadista aseguró en sus canales de Telegram que dos de sus miembros “activaron su cinturón de explosivos” en medio de “una gran multitud de apóstatas, cerca de la tumba de su líder Qasem Soleimani ayer en Kermán, en el sur de Irán”.
La agencia estatal IRNA, a partir de “una fuente informada”, ya había indicado que la primera explosión estuvo provocada por un kamikaze, del que encontraron su cuerpo hecho trizas. La segunda explosión está siendo investigada, pero también se debió probablemente a un atacante suicida, según IRNA.
Tras haber dicho que hubo 95 muertos y 181 heridos, Teherán rebajó el balance de víctimas mortales. “Según las últimas estadísticas, 84 personas murieron”, anunció el jefe de los servicios de emergencia del país, Jafar Miadfar, en la televisión estatal. El atentado dejó “284 heridos”, de los cuales “195 siguen hospitalizados”, añadió Miadfar.
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Previstos para el viernes, los funerales públicos de las víctimas “se han suspendido por decisión” de las autoridades y solo podrán participar en ellos los familiares, indicó el gobernador de Kermán. El atentado -dos explosiones con un intervalo de 15 minutos- se produjo cerca de la mezquita Saheb al Zaman en Kermán (sur), donde se encuentra la tumba del general Qasem Soleimani, responsable de las operaciones militares iraníes en Oriente Medio, asesinado por Estados Unidos en Irak el 3 de enero de 2020.
Las bombas estallaron cuando una multitud conmemoraba el cuarto aniversario de su muerte. El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, advirtió sin embargo que el balance aún podía aumentar, ya que algunos heridos se encuentran en un “estado crítico”.
El ataque se produjo en plena tensión en Oriente Medio y un día después de que el número dos del movimiento islamista palestino Hamás, Saleh Al Aruri, aliado de Irán, muriera en un ataque en Beirut, que las autoridades libanesas atribuyeron a Israel.
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Teherán decretó este jueves un “día de duelo nacional”, tras el atentado más sangriento en el país desde 1978, cuando un incendio criminal causó al menos 377 muertos en un cine en Abadan (sudoeste), según los archivos de la AFP.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, prometió una “dura respuesta” y otros dirigentes iraníes acusaron a Israel y Estados Unidos. El Estado hebreo, archienemigo de Irán, no se pronunció sobre el atentado y afirmó “estar concentrado en los combates” en Gaza. El Consejo de Seguridad de la ONU condenó “con firmeza la cobardía del ataque terrorista”.
Fuente: AFP.