Los daneses seguían procesando el lunes el anuncio sorpresa de su muy popular reina, Margarita II, de que abdicará el trono el 14 de enero tras un reinado de 52 años. “Tuvimos la piel de gallina, por decir lo menos. Fue una verdadera sorpresa”, declaró a la AFP uno de sus súbditos, Stefan Teichert, de 30 años, que siguió la víspera el discurso televisado de la monarca.
Margarita II, de 83 años, había asegurado en repetidas ocasiones que nunca abdicaría, diciendo: “Permaneceré en el trono hasta que me caiga de él”. “Todos nos quedamos estupefactos. Nos dijimos: ‘¿¡Qué!? Cancelamos la Nochevieja’”, añadió su compatriota Maria Jepersen, de 39 años. “Es como si alguien de la familia muriera o algo así”.
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Para Rasmus Eliassen, de 21 años, la velada fue a la vez “triste y feliz”. “Es bueno que no se vaya porque murió”, señaló, convencido de estar “en buenas manos” con el futuro rey. El domingo por la noche, en su tradicional mensaje de Nochevieja, la soberana anunció que dejará el trono a su hijo, el príncipe Federico, explicando su decisión por su edad y problemas de salud.
En febrero, la popular monarca, viuda desde 2018, fue sometida a una operación quirúrgica en la espalda que la mantuvo alejada de la vida pública hasta abril. “La operación (...) dio lugar a reflexiones sobre el futuro, sobre la cuestión de si era tiempo de transferir las responsabilidades a la siguiente generación”, dijo la reina.
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Su hijo, de 55 años, tomará el nombre de Federico X tras su proclamación como soberano durante un consejo de estado extraordinario tras la abdicación oficial de su madre el 14 de enero. “Su hijo está listo”, estimó un copenhaguense, Jesper Volpius, de 55 años, quien dijo que la reina era “una mujer fuerte” por haber tomado la decisión de retirarse.
Según una encuesta reciente, Margarita II es la figura más popular de la familia real para el 38% de los daneses, seguida por su hijo Federico, con el 29%. Nacida el 16 de abril de 1940, Margarita trabajó durante su juventud como modista y escenógrafa y en 1981 tradujo al danés el libro “Todos los hombres son mortales” de la intelectual francesa Simone de Beauvoir.
Fuente: AFP.