Luke Littler, un adolescente de 16 años, se ha ganado el corazón del Reino Unido en apenas unos días por su habilidad con los dardos. Todo el país lloró su derrota del miércoles por la noche en la final del Mundial de la especialidad. Este juego, muy popular en Reino Unido, y presente en casi todos los pubs del país, reunió a dos británicos en la final de Londres, al joven Littler y al número uno mundial, Luke Humphries.

La victoria fue para el veterano Humphries, de 28 años, que tal vez por primera vez no tenía a su favor al público británico. El joven Littler no necesita un régimen especial para llegar a lo más alto en los dardos, como muestra su figura en la que se nota algún kilo de más.

Me levanto por las mañanas hacia el mediodía, como una tortilla con jamón y queso, después una pizza y a continuación me entreno”, afirma el joven prodigio, el que le basta su puntería con las pequeñas flechas para llegar a lo más alto. “Luke the Nuke” (Luke la bomba nuclear), el apodo que se ha ganado en apenas dos semanas, comenzó su participación en el Mundial el 20 de diciembre, con una experiencia de solo cuatro partidos anteriores en categoría ‘senior’.

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Derrota en la final

Los rivales fueron cayendo y el público británico, que sigue por televisión, con grandes cuotas de audiencia, deportes muy extendidos en los pubs como los dardos y el snooker, una de las variantes del billar, se rindió a sus pies. En cuarta ronda, derrotó a su ídolo, el holandés Raymond Van Barneveld, cinco veces campeón del mundo. Y después cayeron dos nuevos rivales, en cuartos y semifinales.

El sueño no pudo completarse y perdió en la final del Mundial. “Ha sido increíble. Llegué a la final y puede que no llegue a otra en cinco o diez años. Puedo decir que soy subcampeón del mundo, pero quiero ganar un día el torneo”, afirmó el joven tras el infeliz desenlace, en el que no pudo completarse el cuento de hadas. Pero la batalla de popularidad la ganó, y pronto, seguramente, le lloverán ofertas para hacer anuncios publicitarios.

“En el transcurso de la última semana, recibí mensajes de mi madre, parientes e incluso un amigo que no me había escrito desde la universidad con el mensaje: “¡Luke Littler es increíble!”, escribía el martes Matthew Syed, un periodista especializado en deportes ‘alternativos’, en The Times, para mostrar la popularidad ganada por el nuevo prodigio. Syed, antiguo jugador de tenis de mesa, comparó el fenómeno Littler con el ocurrido con el futbolista Wayne Rooney, cuando debutó con el Everton en 2002, también con 16 años.

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Empezó con 18 meses

El joven prodigio, que cumplirá 17 años en enero, agarró su primer dardo cuando apenas tenía 18 meses, después de que su padre lo llevara a un comercio en su ciudad, en Warrington, en el norte de Inglaterra, y comprara un tablero magnético de este juego.

En un video compartido por su familia aparece el niño, todavía en pañales, riéndose, mientras apunta al tablero de dardos con un estilo refinado. Littler, campeón del mundo juvenil en noviembre, que dejó los estudios el pasado año para concentrarse en los dardos, es el más joven finalista de la historia del Mundial absoluto, lo que le hizo ganar 200.000 libras (255.000 dólares).

Su victoria del lunes en cuartos de final atrajo a 1,4 millones de espectadores en la televisión británica, entregados a este prodigio que cuenta ahora con 500.000 seguidores en Instagram. Su familia afirma que su vida es “dardos, dardos, dardos”, aunque el joven Littler tiene otras dos pasiones, jugar con consola de videojuegos y el Manchester United, equipo del que es fanático. Reino Unido ha comenzado el año con una nueva estrella.

Fuente: AFP.

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