Un grupo de 32 migrantes, de ellos 26 venezolanos y seis hondureños, que habían sido secuestrados el sábado por hombres armados cerca de la frontera de México con Estados Unidos fueron rescatados y se encuentran “sanos y salvos”, informó este miércoles el gobierno. Américo Villarreal, gobernador del fronterizo estado de Tamaulipas (noreste) y donde ocurrieron los hechos, dijo a la televisora Milenio que los migrantes se encuentran bajo custodia de la fiscalía local para que brinden detalles del incidente.
“Nos percatamos que son 32 migrantes (...), son 26 de nacionalidad venezolana y seis hondureños. Hay nueve menores de 16 años, el más chiquito de ellos de un año”, detalló el mandatario estatal. Las autoridades habían informado inicialmente que eran 31 las personas que habían sido plagiadas y de distintas nacionalidades. El martes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, había dicho que había “cuatro colombianos” entre los secuestrados.
Jorge Cuéllar, vocero de seguridad de Tamaulipas, dijo a Milenio que un bebé de un año viajaba en brazos de su madre. “No estaba contabilizado porque no tenía un boleto de pasaje, no había registro de él”, indicó. El secuestro ocurrió el sábado cuando los migrantes viajaban a bordo de un autobús de pasajeros que comunica a las ciudades de Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas.
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Villarreal dijo que las personas rescatadas se encuentran en buen estado de salud y se espera que sus declaraciones contribuyan a identificar y capturar a los posibles responsables. El gobernante señaló que desde que las autoridades federales mexicanas dan a los migrantes salvoconductos para recorrer el país de manera legal, se han multiplicado las denuncias de secuestros.
Esto, añadió, habría mermado los ingresos de los traficantes de personas, conocidos como “polleros” y ligados a bandas criminales. Los traficantes “se enteran que van en esos transportes, interceptan esos vehículos y los bajan para extorsionarlos”, explicó. Previamente, el portavoz de la Presidencia, Jesús Ramírez, publicó en la red social X cuatro fotografías en las que se observa a los presuntos migrantes dentro de un autobús.
El grupo incluye a dos niños, uno de ellos cargando un oso de peluche, una mujer y varios hombres, sentados frente a oficiales. Hombres armados que llevaban pasamontañas detuvieron el autobús y los obligaron a subirse a cinco camionetas, informaron las autoridades el martes. El autobús viajaba de Monterrey, Nuevo León, a la fronteriza Matamoros con 36 pasajeros. Los secuestradores permitieron a pasajeros mexicanos y a los chóferes continuar su camino hasta Matamoros. Los conductores fueron quienes alertaron del plagio a las autoridades.
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Récord migratorio
Con más de 3.000 km de frontera con Estados Unidos, México es un país de tránsito y de retención para migrantes, principalmente de países de América Central azotados por la violencia o la pobreza (Honduras, Guatemala, El Salvador), del Caribe (Haití, Cuba) o de Venezuela, que chocan con las políticas restrictivas de Estados Unidos.
La frontera de Estados Unidos y México fue la “ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo” en 2022, con 686 muertos o desaparecidos, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicado en septiembre. Casi la mitad (307) de esos decesos en la frontera entre los Estados Unidos y México estuvieron vinculadas a peligrosos cruces de los Desiertos de Sonora y de Chihuahua.
Las migraciones hacia Estados Unidos alcanzaron una cifra récord el año pasado. Según la patrulla fronteriza estadounidense, entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, fueron registrados 2,4 millones de ingresos de migrantes por la frontera sur de Estados Unidos, un récord. El miércoles pasado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, realizó una visita a la Ciudad de México para sostener un encuentro con el presidente mexicano sobre la migración.
Una caravana migrante de unos 6.800 integrantes que salió con destino a Estados Unidos el 24 de diciembre de Tapachula, en el sureño estado mexicano de Chiapas, se desintegró el martes luego de que las autoridades migratorias mexicanas ofrecieran atender sus casos.
En agosto de 2010, un grupo de 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron secuestrados y posteriormente asesinados en un rancho del municipio de San Fernando, a menos de 150 km de la frontera con Estados Unidos. La masacre fue atribuida al cartel de Los Zetas luego de que los migrantes habrían rechazado ser reclutados por el grupo criminal.
Fuente: AFP.