El gobierno de la provincia argentina de Buenos Aires ha declarado el estado de emergencia para hacer frente a los daños provocados por el temporal de los últimos días, al que se le atribuyen 16 muertes y un reguero de destrozos que incluye roturas en tejados, caídas de árboles y cortes en el suministro eléctrico, entre otros.
El estado de emergencia estará en vigor durante 30 días para agilizar las “obras urgentes” y prevenir las consecuencias humanitarias que pudiesen derivarse de la tormenta del sábado, según un decreto que paraliza hasta el miércoles la actividad no esencial en varias zonas, entre ellas Bahía Blanca, donde murieron 13 personas por la caída de la cubierta de un gimnasio. La medida implica también tres días de duelo.
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El gobernador bonaerense, el peronista Axel Kicillof, ha advertido este lunes de que la asistencia a la población afectada “no lo resuelve el mercado, sino un Estado presente, preparado y eficaz”, en aparente alusión a la ultraliberalización que plantea el nuevo presidente, Javier Milei, informa la agencia de noticias Télam.
Además, ha señalado que a estas alturas “es imposible negar el cambio climático”, recordando que la tormenta ha llegado tras una época de sequía. La tormenta además implicó un “fenómeno muy extremo”, similar a un tornado y que implicó rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora: “Se cayeron 5.000 árboles, algo tremendo, nunca visto”.
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Fuente: Europa Press