Los presidentes de Venezuela y Guyana se reunirán la semana próxima en San Vicente y las Granadinas en medio de altas tensiones por una disputa territorial entre ambos países por el Esequibo, que llegó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El primer ministro del país anfitrión, Ralph Gonsalves, informó en una carta dirigida al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, y a su par guyanés, Irfaan Ali, que el encuentro se celebrará el 14 de diciembre a las 10:00 (14:00 GMT) en esa isla caribeña.
“Dados los eventos y circunstancias sobre la controversia territorial (...) hemos evaluado, en interés de todos (...), la urgente necesidad de distender el conflicto e instituir un diálogo adecuado, cara a cara, entre los presidentes de Guyana y Venezuela”, señaló el texto. “Ambos (presidentes) se han mostrado a favor de esta posición en la búsqueda de una coexistencia pacífica”.
La reunión es impulsada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), de la que Gonsalves es presidente pro-tempore, y la Comunidad del Caribe (CARICOM).
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“Firme”
Maduro informó más temprano de esta cita bilateral, a la que, a petición de ambos presidentes, asistirá el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. “Estoy activando al máximo la Diplomacia Bolivariana de Paz, siempre en defensa de los derechos históricos de Venezuela. Una vez más derrotaremos la mentira, las provocaciones y las amenazas”, escribió Maduro en la red X.
“Me mantengo firme en que la controversia está ante la CIJ (Corte Internacional de Justicia) y no está para negociaciones y eso no cambiará”, dijo por su parte Ali a la AFP. No obstante, el canciller venezolano, Yván Gil, insistió en que la disputa “solo será resuelta a través del diálogo, el respeto mutuo y el compromiso por preservar la región como una zona de paz y libre de injerencias”.
Venezuela y Guyana se disputan el territorio Esequibo desde hace más de un siglo, pero las tensiones se han disparado desde que el gobierno de Maduro celebró un controvertido referendo el domingo pasado en el que el 95 % de los votantes apoyó declarar a Venezuela como el legítimo dueño de la región, según los resultados oficiales. Países de América del Sur, así como Rusia, Reino Unido y Estados Unidos llamaron en estos días a una distensión y una solución pacífica.
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“La desgracia más grande”
Lula sostuvo una conversación más temprano con Maduro, en la que lo instó a no tomar “medidas unilaterales” que intensificaran la disputa. Brasil reforzó su presencia militar en su frontera norte. Venezuela indicó en un comunicado que Maduro conversó igualmente con el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien “se comprometió en impulsar los esfuerzos en favor del diálogo directo entre las partes”.
La controversia por el Esequibo está ahora en manos de la CIJ, cuya jurisdicción Venezuela no reconoce. Y aunque ambos países han descartado un conflicto, la tensión bilateral llegó al Consejo de Seguridad, que abordó a puertas cerradas el tema el viernes -a pedido de Guyana- en una reunión que terminó sin comentarios.
“La desgracia más grande de Suramérica es que estallara una guerra entre sus pueblos”, escribió el presidente colombiano, Gustavo Petro, en X. “Venezuela y Guyana deben desescalar el conflicto, invito a los gobiernos de América del Sur a construir un equipo mediador”.
“Si bien hay espacio para posibles acuerdos y Guyana y Venezuela están presionados por la comunidad internacional para que rebajen las tensiones”, dijo Mariano de Alba, asesor de Crisis Group.
Oro negro y tensión
Durante más de un siglo Guyana ha administrado el Esequibo, pero Venezuela lo ha reclamado durante décadas. Venezuela sostiene que el Esequibo forma parte de su territorio, como en 1777, cuando era colonia española. Apela al acuerdo de Ginebra, firmado en 1966, antes de la independencia de Guyana de Reino Unido, que sentaba bases para una solución negociada y anulaba un laudo de 1899.
Guyana defiende el laudo de 1899 y quiere que la CIJ lo ratifique. La pugna se reavivó en 2015 con el descubrimiento de grandes yacimientos de crudo del gigante energético estadounidense ExxonMobil. Guyana, con 800.000 habitantes, quedó con reservas estimadas de 11.000 millones de barriles de crudo, las más altas per cápita del mundo.
Con ese potencial, Venezuela insistió en su demanda y desde el referendo del domingo Maduro ordenó a la petrolera estatal PDVSA emitir licencias para extraer crudo de la zona. Maduro también decretó que Tumeremo, un pueblo del estado Bolívar (sureste), fronterizo con el Esequibo, sea la capital del eventual estado Guayana Esequiba, y abrió una oficina del organismo de identificación (Saime) para que los habitantes de esa región puedan reclamar su nacionalidad y documento de identidad.
Fuente: AFP.