¿Cómo será la relación entre Argentina y el FMI con el ultraliberal Javier Milei? Difícil saberlo. Pero según expertos el diálogo podría ser “relativamente fácil” ya que promete ajustes mayores incluso a los que pide el propio Fondo.
La victoria de este economista ultraliberal de 53 años en las elecciones presidenciales argentinas el domingo 19 de noviembre fue como un tsunami en un país que mantiene una relación complicada con el Fondo Monetario Internacional, al que acudió más de 20 veces en busca de recursos desde 1956.
Con una inflación de más de 140 % anual y 40 % de la población viviendo en la pobreza, Milei tiene claro que su prioridad es la economía, que espera encauzar recortando drásticamente el gasto público. Durante los últimos meses ha prometido un ajuste “mucho más duro que el del Fondo”, al que define como un “mecanismo perverso que favorece a los gobiernos irresponsables”.
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“Descarrilado”
Arturo Porzecanski, investigador del foro Wilson Center y la American University, ambos en Washington, estima que “la tendencia es tan mala que justifica plenamente un ajuste mayor”, al menos a nivel fiscal. El programa por 44.000 millones de dólares entre Argentina y el FMI “está descarrilado porque el gobierno saliente violó sus objetivos fiscales y otros, en gran parte debido al ‘Plan Platita’ de rebajas tributarias y gastos públicos extras llevados a cabo para tratar de popularizar la candidatura” del ministro de Economía peronista Sergio Massa, explicó Porzecanski a la AFP.
Como consecuencia, “lo más probable es que el FMI no apruebe” el próximo desembolso, lo que significa que el nuevo gobierno tendrá que buscar fondos para pagar lo que le debe al organismo crediticio, añadió. Por el momento todo está en el aire.
El triunfo de Milei “crea incertidumbre porque no se sabe exactamente lo que hará”, afirmó a la AFP Claudio Loser, presidente de la consultora Centennial America Latina y exdirector del Departamento del FMI para las Américas. “Lo importante es formular los detalles de su programa”, añadió.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, le tendió la mano a Milei diciendo que espera “trabajar estrechamente con él” para “desarrollar e implementar un plan sólido para salvaguardar la estabilidad macroeconómica y fortalecer el crecimiento inclusivo para todos los argentinos”, en un mensaje en la red social X.
El diálogo entre la institución financiera y el presidente electo “será relativamente fácil”, opina Loser. Milei llega a la Casa Rosada con la intención de romper esquemas, aunque algunos de sus planes podrían quedarse en nada sin el apoyo del Congreso, donde su partido, La Libertad Avanza, con solamente siete de los 72 senadores y 38 de los 257 diputados, dependerá de alianzas con otras formaciones políticas.
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Dolarizar, sí o no
En sus planes entra reformar el Estado, con privatizaciones. “Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en manos del sector privado”, afirmó el lunes Milei, pero fue ambiguo con una de sus promesas de campaña que dio mucho que hablar: dolarizar la economía argentina.
“El eje central es cerrar el Banco Central, después la moneda será la que elijan los argentinos libremente”, se limitó a decir. Loser está convencido de que “la dolarización no soluciona per se los problemas de la Argentina, como no lo hizo en Ecuador y El Salvador”, porque “hace falta un apoyo significativo de afuera para tener los dólares y tienen que usar sus energías en otras cosas”.
Por el contrario, a Porzecanski le parece “una buena idea”, pero coincide en que durante los próximos meses “el nuevo gobierno no tendrá los dólares necesarios” por lo que se inclina por “un paso intermedio”. Se trataría de legalizar “la tenencia, el ahorro, y las transacciones realizadas con dólares, pasando a un régimen de cambio dual donde los pesos y dólares circulan simultáneamente, y los argentinos puedan usar dólares o pesos para llevar a cabo sus pagos con entera libertad”, explica.
En Argentina, donde los dólares escasean y las reservas del Banco Central están muy menguadas o incluso en negativo según algunos economistas -incluido el presidente electo-, coexisten más de una decena de tipos de cambio para diferentes actividades. Además, hay restricciones para acceder a dólares. Ahora que Milei revolucionó la política con su elección todos se preguntan a quién nombrará como ministro de Economía. Otro misterio que los mercados esperan que se revele pronto.
Fuente: AFP.