La prestigiosa ceremonia de entrega del Nobel de la Paz tendrá lugar este domingo con una ausencia notable: la de su ganadora, la activista iraní Narges Mohammadi, encarcelada en su país y representada por sus hijos en Oslo.
Mohammadi, que protesta contra el uso obligatorio del velo para las mujeres y la pena de muerte en Irán, ha sido detenida y condenada en numerosas ocasiones en las últimas décadas. Desde 2021 está encarcelada en la prisión de Evin en Teherán.
La activista de 51 años, que fue nombrada ganadora del Nobel de la Paz en octubre “por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su combate por promover los derechos humanos y la libertad para todos”, estará ausente durante la ceremonia de entrega del premio, que tendrá lugar a las 13:00 (12:00 GMT) en el ayuntamiento de la capital de Noruega.
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Sus mellizos de 17 años, Ali y Kiana, recibirán el galardón en su nombre y leerán un discurso que logró transmitir desde la cárcel. Según su familia, la ganadora iniciará simultáneamente una huelga de hambre en solidaridad con la comunidad bahaí, la mayor minoría religiosa de Irán, que afirma estar discriminada en muchos ámbitos de la sociedad.
Mohammadi, de salud delicada, estuvo en huelga de hambre unos días a principios de noviembre porque las autoridades penitenciarias no querían trasladarla al hospital por no querer cubrirse la cabeza con un velo.
Es una de las principales figuras del movimiento de protesta “Mujer, Vida, Libertad” en Irán, desencadenado por la muerte bajo custodia policial, el año pasado, de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años detenida supuestamente por vulnerar el estricto código de vestimenta que rige en el país para las mujeres.
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¿Volver a verla con vida?
Sus dos hijos están exiliados en Francia desde 2015 y hace nueve años que no ven a su madre. Ninguno de los dos sabe si volverán a verla con vida. “Merece la pena sacrificarse y dar la vida por la causa ‘Mujeres, Vida, Libertad’, por la libertad en general y por la democracia, porque al final estas tres cosas no tienen precio”, declaró Kiana en una rueda de prensa el sábado.
“En lo que respecta a volver a verla viva algún día, personalmente, soy bastante pesimista”, confesó. “Quizá la vea dentro de 30 o 40 años, pero si no es así, no creo que vuelva a verla nunca. Pero no pasa nada porque mi madre siempre estará conmigo en mi corazón y con mi familia”.
Su hermano, Ali, se mostró “muy muy optimista”. “Creo en nuestra victoria”, afirmó, aún previendo que el reencuentro no ocurrirá “ni en dos, cinco o diez años”.
Las protestas en Irán fueron duramente reprimidas. Según la ONG Iran Human Rights (IHR), 551 manifestantes, entre ellos decenas de mujeres y niños, murieron a manos de las fuerzas de seguridad, y miles más fueron detenidos.
Los padres y el hermano de Mahsa Amini debían recibir el domingo en una ceremonia en Francia el premio Sájarov concedido a título póstumo a la joven. Sin embargo, las autoridades iraníes les impidieron viajar, afirmó su abogada en Francia.
Narges Mohammadi es la quinta galardonada en los más de cien años de historia del Nobel de la Paz que recibe el premio estando privada de su libertad, después del alemán Carl von Ossietzky, la birmana Aung San Suu Kyi, el chino Liu Xiaobo y el bielorruso Ales Bialiatski. Los premios Nobel de las demás disciplinas (literatura, química, medicina, física y economía) también serán entregados el domingo, en Estocolmo.
Fuente: AFP.