Con la invasión de Ucrania, la represión en Rusia y su confrontación con Occidente, Vladimir Putin se ha convertido en un jefe de guerra autoritario en el poder desde hace un cuarto de siglo y que ahora aspira a permanecer en el Kremlin seis años más.
Hoy Putin anunció su candidatura para un quinto mandato en las elecciones del 17 de marzo de 2024. Ya ha completado dos mandatos de cuatro años y dos de seis, con un interludio como primer ministro.
El sistema de poder de Vladimir Putin, procedente de la KGB soviética y que llegó al Kremlin el 31 de diciembre de 1999, ha confirmado a lo largo de los años dos características.
La primera es el endurecimiento constante del sistema contra los oligarcas, con la segunda guerra en Chechenia, la reducción de las libertades públicas y la represión de los medios y la oposición.
La segunda característica es el refuerzo de su presencia internacional, con la guerra de Georgia (2008), la anexión de la Crimea ucraniana (2014), la intervención militar en Siria (2015) y la invasión de Ucrania (2022).
Europa, en particular la Alemania de Angela Merkel, creía erróneamente que iba a canalizar estas ambiciones, apostando por la codependencia económica, a través de compras masivas de gas ruso.
Pero Putin parece imparable y a los 71 años aspira a una nueva elección presidencial, prevista para el 17 de marzo.
Aunque el amo del Kremlin ciertamente está enredado en la guerra en Ucrania, donde su ejército ha sufrido derrotas humillantes, persiste y espera obtener una victoria por desgaste.
En sus discursos de tono marcial, marcados por el revisionismo histórico, Putin acusa a Ucrania de nazismo, dice querer anexionar territorios y considera este conflicto como una guerra en la que Estados Unidos está detrás.
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Según él, la supervivencia de Rusia está en juego. Por eso castiga a quienes se oponen a la invasión de Ucrania con prisión y hay miles de rusos procesados, acosados y encarcelados.
No le importan las sanciones occidentales ni que la Corte Penal Internacional lo haya procesado por la presunta deportación de niños ucranianos. Considera que su misión es deshacerse de la hegemonía occidental.
Fuente: AFP