La tregua entre Israel y Hamás se prolongó por primera vez este martes para permitir la liberación de más rehenes israelíes y presos palestinos y la entrada de ayuda adicional a la Franja de Gaza, donde la situación humanitaria sigue siendo “catastrófica”. Vigente desde la madrugada del viernes, el acuerdo negociado por Catar, con el apoyo de Egipto y Estados Unidos, permitió hasta ahora la liberación de 50 rehenes que estaban en manos de Hamás en la Franja de Gaza y de 150 palestinos encarcelados en Israel.

Además, 19 rehenes más, en su mayoría trabajadores extranjeros en Israel, fueron liberados por Hamás, pero al margen de este acuerdo que, en un principio, estaba previsto para durar cuatro días, hasta la madrugada de este martes. Horas antes de expirar el plazo, Estados Unidos y Catar anunciaron su extensión por otros dos días, hasta el jueves a las 5:00 GMT, en los que deberían recuperar la libertad alrededor de 20 rehenes y 60 presos palestinos.

“Las partes palestina e israelí han llegado a un acuerdo para prolongar la pausa humanitaria en Gaza otros dos días”, indicó en un comunicado el portavoz de la diplomacia catarí, Majed al Ansari. El martes por la mañana, los medios israelíes aseguraban que su gobierno ya había recibido una lista con diez rehenes que el grupo islamista iba a liberar a lo largo de la jornada, pero no reveló sus nombres.

Por la noche, once rehenes israelíes habían sido liberados en la Franja de Gaza, entre ellos seis de familias argentinas: una madre y sus dos hijas adolescentes y la mujer de un argentino todavía retenido y sus dos hijas gemelas de tres años. La cancillería de Argentina, que había contabilizado 21 nacionales secuestrados o desaparecidos durante el ataque de Hamás, celebró su regreso, pero reclamó “la incondicional e inmediata liberación de todos los rehenes”.

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“Alegría indescriptible”

Poco después, Israel liberó 33 palestinos de sus cárceles, entre ellos Mohamed Abu al Humus, que se abrazó con su madre al llegar a su casa en Jerusalén-Este. “No puedo describir lo que siento. Es una alegría indescriptible”, dijo según un equipo de la AFP en el lugar. En Beitunia, en Cisjordania ocupada, la recepción de los presos excarcelados terminó con enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes en las que un joven palestino murió “por disparos”, dijo el Ministerio de Salud palestino.

Antes de la extensión de la tregua, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aprobó la inclusión de “50 prisioneros” en la lista de personas susceptibles de ser liberadas, entre ellos Ahed Tamimi, una joven icono de la causa palestina. Los mediadores trabajan para prolongar la tregua más allá de estas 48 horas suplementarias. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viajará a finales de semana a Israel y Cisjordania ocupada para reunirse con Netanyahu y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.

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Aunque presionados por la sociedad civil para conseguir el regreso de más rehenes, tanto el ejército como el gobierno israelíes reiteraron en los últimos días de reanudar los combates para “eliminar” a Hamás. En la noche, el gobierno de Netanyahu acordó pedir al Parlamento un presupuesto “de guerra” de 30.300 millones de séqueles (unos 8.000 millones de dólares).

Israel lanzó su ofensiva contra la Franja de Gaza después del sangriento ataque de Hamás del 7 de octubre, en el que unas 1.200 personas murieron y otras 240 fueron secuestradas, según las autoridades israelíes. Entre los muertos hay más de 300 militares o integrantes de las fuerzas de seguridad. En Gaza, sometida a incesantes bombardeos y a una operación terrestre desde el 27 de octubre, han muerto 14.854 personas, entre ellas 6.150 menores de 18 años, según el Ministerio de Salud gobernado por Hamás.

“Catastrófica”

La situación humanitaria en Gaza sigue siendo catastrófica y necesita la entrada urgente de una ayuda suplementaria y de manera fluida, previsible y continua para aliviar el sufrimiento insoportable de los palestinos en Gaza”, dijo el emisario de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland. Más de la mitad de las viviendas del territorio resultaron dañadas o destruidas por la guerra, que provocó el desplazamiento de 1,7 de los 2,4 millones de habitantes, señaló la ONU.

La tregua ofreció un respiro a los gazatíes, pero la situación humanitaria sigue siendo “peligrosa” y las necesidades “sin precedentes”, estimó la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). “Sufrimos porque no tenemos comida, agua, no nos traen ninguna ayuda”, lamentaba Fouad Hara, palestino padre de cinco hijos, desplazado por los combates desde ciudad de Gaza hacia el sur del territorio.

Fuente: AFP.

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