Corea del Norte afirmó este miércoles que su líder Kim Jong Un examinó imágenes de bases estadounidenses en la isla de Guam, en el Pacífico, que fueron tomadas por el nuevo satélite de vigilancia lanzado esta semana. La puesta en órbita del satélite Malligyong-1 anunciada el martes por Corea del Norte es un desafío a las resoluciones de la ONU que prohíben a Pyongyang el uso de tecnologías de misiles balísticos.
Kim “observó las fotos aeroespaciales de la base aérea de Anderson, el puerto de Apra y otras importantes bases militares de las fuerzas estadounidenses tomadas en el cielo de Guam, en el Pacífico”, indicó la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA, que afirmó que las fotografías fueron recibidas a las 21:21 hora del miércoles.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, “condenó firmemente el lanzamiento”, informó su portavoz, Farhan Haq. “Cualquier lanzamiento de Corea del Norte que utilice tecnología de misiles balísticos es contraria a las resoluciones del Consejo de Seguridad”, agregó. Tras el lanzamiento La agencia KCNA afirmó que Corea del Norte prevé lanzar otros satélites “en el corto plazo”.
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“El lanzamiento de un satélite de reconocimiento es un derecho legítimo de la RPDC (República Popular Democrática de Corea) para reforzar sus capacidades de autodefensa”, subrayó. Corea del Sur reaccionó al lanzamiento anunciando que retomará las operaciones de vigilancia en la frontera con Corea del Norte, suspendidas en 2018 en el marco de un acuerdo para reducir las tensiones militares.
El lanzamiento también fue condenado por Japón y por Estados Unidos en un momento en que el reciente acercamiento entre Corea del Norte y Rusia preocupa a Washington y sus aliados en la región. Según Corea del Sur, Pyongyang suministra armas a Moscú a cambio de tecnologías espaciales rusas.
Prevé lanzar otros cohetes
Corea del Norte afirmó este martes que logró poner en órbita un satélite militar de vigilancia, un desafío a resoluciones de la ONU que le prohíben utilizar tecnologías de misiles balísticos y que fue condenado firmemente por Estados Unidos y Japón. Antes, el ejército surcoreano anunció haber “detectado a las 13:43 GMT un supuesto satélite de vigilancia militar”.
La agencia KCNA indicó tras la misión que Corea del Norte prevé lanzar otros satélites “en un corto plazo” para reforzar sus capacidades de vigilancia sobre Corea del Sur. “El lanzamiento de un satélite de reconocimiento es un derecho legítimo de la RPDC (República Popular Democrática de Corea, NDLR) para reforzar sus capacidades de autodefensa”, subrayó.
Corea del Sur reaccionó al lanzamiento declarando que retomará las operaciones de vigilancia a lo largo de la frontera con Corea del Norte, suspendidas en 2018 en el marco de un acuerdo para reducir las tensiones militares, según la agencia de noticias Yonhap. El Estado Mayor del ejército surcoreano precisó por su parte que no podía confirmar por el momento si el satélite fue puesto en órbita. Este lanzamiento “constituye una provocación que viola las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, añadió en un comunicado. Tanto Japón como Estados Unidos condenaron el lanzamiento.
“Incluso si llaman a eso un satélite, el lanzamiento de un objeto que utiliza la tecnología de los misiles balísticos es claramente una violación de las resoluciones de las Naciones Unidas”, recalcó el primer ministro japonés, Fumio Kishida. El lanzamiento “eleva las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región y fuera de ella”, afirmó en tanto, en un comunicado, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Adrienne Watson.
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Récord de ensayos de misiles
Corea del Norte informó con anterioridad a Japón de su intención de lanzar un satélite a partir del miércoles, según Tokio, en un tercer intento luego de dos fracasos en mayo y en agosto. Pyongyang designó en agosto tres áreas marítimas susceptibles de verse afectadas por el lanzamiento previsto en aquel momento: dos en el mar Amarillo, al oeste de la península coreana, y una tercera en las aguas situadas al este de Filipinas.
“Las zonas de peligro mencionadas por Corea del Norte esta vez corresponden a las anunciadas durante su proyecto de lanzamiento de satélite en agosto”, comentó un responsable surcoreano citado por la agencia de prensa Yonhap. Seúl llevaba semanas advirtiendo que Pyongyang estaba en las “últimas etapas” de la preparación de un nuevo lanzamiento de satélite espía. El reciente acercamiento entre Corea del Norte y Rusia preocupa a Estados Unidos y sus aliados surcoreano y japonés.
Según Seúl, Pyongyang suministra armas a Rusia a cambio de tecnologías espaciales rusas. A inicios de noviembre, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken denunció los vínculos militares “crecientes y peligrosos” entre Corea del Norte y Rusia. Corea del Norte procedió este año a un número récord de ensayos de misiles, pese a las sanciones internacionales y a las advertencias de Estados Unidos, Corea del Sur y de sus aliados. El país calificó además de “irreversible” su estatus de potencia nuclear.
Fuente: AFP.