El ejército israelí continúa el viernes el registro del principal hospital de Gaza en busca de escondites de Hamás, mientras el territorio palestino se quedó sin telecomunicaciones por “falta de carburante”, según la ONU. El gobierno de Hamás en este territorio afirmó que los soldados israelíes habían “destruido” varios servicios del hospital Al Shifa, un inmenso complejo en la ciudad de Gaza en el centro de la guerra.

Desde el sangriento ataque de Hamás en su territorio el 7 de octubre, Israel prometió “aniquilar” al movimiento islamista, clasificado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel. Su ejército bombardea sin descanso este pequeño territorio y, desde el 27 de octubre, inició una operación terrestre que ha llevado a intensos combates con los milicianos de Hamás y la muerte de 51 de sus soldados.

La operación lanzada el miércoles contra el hospital Al Shifa, que se encuentra sin agua ni electricidad, generó protestas en la comunidad internacional, preocupada por los casi 2.300 civiles que, según la ONU, se encuentran en su interior.

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Registro “edificio tras edificio”

Israel acusa a Hamás de usar los hospitales de este territorio como bases y de usar a los pacientes como “escudos humanos”. Un responsable del ejército israelí explicó que sus soldados “están registrando cada piso, edificio tras edificio, a pesar de que cientos de pacientes y el personal médico aún se encuentra en el recinto”.

“Nos centramos en lo que hay bajo tierra, también en los hospitales. En este sentido, nuestros soldados han descubierto la entrada de un túnel en el hospital Al Shifa”, dijo el jueves por la noche el portavoz militar Daniel Hagari. Israel afirma que este hospital, el mayor de la Franja, alberga infraestructuras estratégicas de Hamás, especialmente túneles cavados bajo el complejo, algo que desmiente el movimiento islamista.

El ejército aseguró haber encontrado “municiones, armas y equipos militares” en el hospital, además de “imágenes relacionadas con los rehenes” capturados por Hamás en su ataque del 7 de octubre. “Tenemos fuertes indicios según los que (los rehenes) estaban detenidos en el hospital Al Shifa y es una de las razones por las que entramos. Aunque los rehenes estaban allí, fueron trasladados”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu a la cadena estadounidense CBS.

El jueves, su ejército anunció que habían hallado cerca del hospital el cuerpo de Yehudit Weiss, una rehén “asesinada por los terroristas en la Franja de Gaza” tras haber sido secuestrada el 7 de octubre. Esa acción de Hamás, el peor ataque contra Israel desde su creación en 1948, dejó 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y alrededor de 240 rehenes que fueron llevados a Gaza. La ofensiva israelí contra Gaza provocó 11.500 muertos, entre ellos 4.710 niños, según el Ministerio de Salud de Hamás.

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Corte de telecomunicaciones

El pequeño territorio, controlado por Hamás desde 2007, también se encuentra bajo “asedio total” desde el 9 de octubre, cuando Israel cortó las entregas de agua, electricidad, comida y medicamentos. La ayuda internacional llega a cuentagotas en camiones desde Egipto, pero la ONU asegura que es insuficiente y reclama entregar combustible para hacer funcionar los generadores de los hospitales.

El director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, dijo el jueves que esta falta de carburante provocó “nuevamente un corte total de las comunicaciones”. “Todos los servicios de telecomunicaciones en la Franja de Gaza están fuera de servicio porque las fuentes de energía que alimentan la red están agotadas”, declaró el operador palestino Paltel.

El viernes, la AFP no podía contactar con los miembros de su equipo en este territorio. “No tenemos electricidad ni agua potable ni comida (...) Miles de mujeres, niños, enfermos y heridos están en peligro de muerte”, dijo a la AFP el portavoz del Ministerio de Salud de Hamás, Ashraf al Qidreh.

La ONU estima que el conflicto ha desplazado a 1,65 de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, que en su mayoría han huido del norte del territorio devastado por los combates hacia el sur. “Con el invierno que se acerca, los refugios precarios y superpoblados, así como la falta de agua potable, los civiles se enfrentan a un riesgo inmediato de hambruna”, advirtió el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

Negociación por los rehenes

La ONU y distintos líderes internacionales reclaman a Israel establecer un alto el fuego por motivos humanitarios, pero Netanyahu exige previamente una liberación de los rehenes. El viernes, una marcha de familiares de los rehenes que partió el martes de Tel Aviv debe llegar a la oficina en Jerusalén del primer ministro, a quien exigen un acuerdo inmediato sobre esta cuestión.

Existen negociaciones en marcha, con Catar como mediador, pero son “muy delicadas”, admitió el canciller egipcio Sameh Shoukry, que dice estar “en contacto con Hamás, con otras partes internacionales afectadas y con Israel”. El jefe en el exilio de Hamás, Ismail Haniyeh, advirtió que Israel solo conseguirá “la liberación de los presos al precio que fije la resistencia”.

Fuente: AFP.

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