El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llegó este viernes a Israel para hablar sobre la protección de los civiles palestinos en la Franja de Gaza, donde las tropas israelíes afirman haber cercado la principal ciudad de ese territorio en su guerra contra Hamás.

En un contexto de temor de conflagración regional, el secretario de Estado inicia su segunda gira por Oriente Medio desde el inicio del conflicto desencadenado por el sangriento ataque del movimiento islamista palestino el 7 de octubre.

En paralelo, el influyente líder del Hezbolá libanés, Hassan Nasrallah, ofrece su primer discurso desde el estallido de la guerra, en el que debe aclarar si su grupo, aliado de Hamás y respaldado por Irán, entrará de lleno en el conflicto. “Vamos a hablar sobre medidas concretas que pueden y deben tomarse para minimizar el daño a los hombres, mujeres y niños de Gaza”, declaró Blinken antes de partir de Washington.

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El secretario de Estado se reunirá con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y participará en una reunión de su gabinete de seguridad, según un periodista de la AFP que lo acompaña. Desde el ataque de Hamás, que dejó más de 1.400 muertos según las autoridades israelíes, los 2,4 millones de habitantes de Gaza viven asediados y bajo bombardeos constantes de Israel, que provocaron más de 9.000 muertos según el movimiento islamista.

Además, después de una semana de combates en el norte de la Franja, los soldados israelíes consiguieron “cercar la ciudad de Gaza, centro de la organización terrorista Hamás”, anunció en la víspera el portavoz militar Daniel Hagari.

“Volverán en bolsas negras”

“Estamos en el corazón de la campaña (militar), nuestros éxitos son impresionantes”, celebró Netanyahu el jueves en una visita a una base militar cerca de Tel Aviv. El dirigente reconoció que la operación es “difícil” y que incluye “pérdidas dolorosas”. Hasta ahora, el ejército ha notificado 332 soldados muertos, una veintena desde el inicio de la operación terrestre.

Videos compartidos por Hamás muestran a sus combatientes emergiendo de túneles para atacar los tanques israelíes, cuyo avance es difícil por la destrucción causada por los bombardeos. El brazo armado del movimiento palestino advirtió que “Gaza será una maldición en la historia de Israel” y que muchos de sus soldados “volverán en bolsas negras”, dijo su portavoz Abu Obeida.

El ejército israelí afirmó haber realizado nuevos bombardeos en Gaza durante la noche y haber combatido con “un cierto número de unidades terroristas” que usaron “misiles antitanque” y artefactos explosivos improvisados. En la densamente poblada ciudad de Gaza, algunos de sus habitantes han buscado refugio cerca del hospital Al Qods.

“Necesitamos un lugar seguro para nuestros niños”, dijo a la AFP Hiyam Shamlakh, de 50 años. “Todo el mundo está aterrorizado. Los niños, las mujeres, los ancianos”, agregó. Desde el miércoles, heridos y personas con pasaporte extranjero pudieron dejar el territorio asediado a través del paso fronterizo de Rafah con Egipto, el único acceso a Gaza no controlado por Israel.

La ONU señaló que unos 60 heridos y alrededor de 400 extranjeros o personas con doble nacionalidad salieron el jueves, una cantidad similar al día anterior. De su lado, Israel anunció que devolvería el viernes a Gaza a todos los trabajadores de ese enclave que se encontraban en su territorio en el momento del ataque de Hamás, unas 4.000 personas, según cálculos de los medios locales.

Tensión en Líbano

La visita de Blinken, que después debe viajar a Jordania, se produce en un momento de preocupación por una expansión regional del conflicto. La guerra incrementó las tensiones en Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967, donde en la víspera murieron cinco palestinos y un israelí, según fuentes de los respectivas partes.

Israel también anunció un “vasto ataque” el jueves contra posiciones de Hezbolá en el sur de Líbano, en respuesta a disparos procedentes de esa zona contra el norte de su territorio. La acción dejó cuatro muertos en las filas del grupo chiita. El discurso de su jefe Nasrallah, previsto a las 13:00 GMT en una ceremonia para honrar a los “mártires” del movimiento, se espera con atención en Líbano y en toda la región.

Hospitales cerrados

La violencia ya dejó 70 muertos en el sur de Líbano desde el 7 de octubre, según un recuento de AFP, la mayoría combatientes de Hezbolá. Del lado israelí murieron ocho soldados y un civil, según las autoridades. Además de los bombardeos contra Gaza, Israel impuso además un asedio prácticamente total de ese territorio de 362 km2 cortando el acceso de agua, comida, electricidad y combustible.

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Este asedio se flexibilizó apenas en los últimos días para encaminar algunas provisiones en más de 370 camiones de ayuda humanitaria, según la ONU, que pide más. La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció el jueves que 14 de los 36 hospitales del territorio ya no estaban operativos debido a la guerra y a la falta de carburante para sus generadores.

La situación en el terreno en Gaza es “indescriptible”, alertó su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU estimó que los bombardeos israelíes contra el campo de refugiados de Jabaliya, el mayor de Gaza con unos 116.000 residentes, podían constituir “crímenes de guerra”.

Fuente: AFP

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