Los argentinos elegirán presidente el 22 de octubre, atormentados por una inflación de casi 140 %, con los nervios crispados por una crisis cambiaria y las cuentas públicas exhaustas por falta de divisas, una bomba que buscará desactivar el gobierno que asuma el 10 de diciembre. La situación demandará un ajuste cuya dimensión comenzará a decidirse el domingo en las urnas, coincidieron analistas consultados por la AFP.
El favorito en los sondeos, el ultraliberal Javier Milei, propone directamente dolarizar la economía; la conservadora Patricia Bullrich, achicar el Estado y liberar el mercado de cambios; y el peronista Sergio Massa, actual ministro de Economía, hace campaña prometiendo impulsar las exportaciones y el desarrollo con inclusión social. Todos hablan de orden fiscal. Aquí cinco desafíos económicos que enfrentarán:
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Inflación descomunal
“Da escalofríos hacer las compras, del chango (carrito) pasé a la bolsa y ahora con una mano sobra”, dijo a la AFP Lidia Pernilli, una jubilada de 73 años que acaba de comprar dos bananas a 1.000 pesos el kilo, 1 dólar al cambio paralelo que casi triplica la cotización oficial.
La inflación, de 12,7 % en septiembre y 138 % anualizada, es de las más altas del mundo. Saltó a dos dígitos en agosto, cuando el gobierno devaluó 20 % el peso. En Argentina prácticamente no hay crédito. En octubre, el Banco Central elevó la tasa de interés para depósitos de 118 % a 133 % anual, para desalentar la huida de los ahorristas al dólar.
Desequilibrio cambiario
Tras décadas de alta inflación, los argentinos desconfían del peso. Desde 2019 rigen controles de cambio que derivaron en una madeja de restricciones. El dólar ‘blue’, o paralelo, saltó de 850 pesos a 1.050 la semana pasada. A finales de julio estaba en la mitad. La brecha con el dólar oficial, en 365 pesos, es un abismo.
“El dólar puede seguir subiendo porque no hay ancla política”, señaló Elizabeth Bacigalupo, economista en jefe de la consultora Abeceb. El mercado “piensa que Bullrich o Massa pueden imponer un plan de estabilización, pero lo que propone Milei es disruptivo y hay temor”, acotó. Lorenzo Sigaut Gravina, economista y director de la consultora Equilibra, indicó además que “la economía no crece” y estimó que en 2023 la actividad se contraerá 2 %.
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Sin reservas
Argentina sufrió este año una sequía histórica que golpeó al campo, el principal sector exportador. Dejó de percibir por ello unos 20.000 millones de dólares (cerca de 3 puntos del PIB). Ese golpe llevó al Fondo Monetario Internacional a relajar las metas del programa por 44.000 millones de dólares que tomó Argentina en 2018.
Para cumplir sus compromisos, el país recurrió a un préstamo de Catar, yuanes de un swap (intercambio de monedas) con China y un préstamo puente de la CAF. Las reservas totales del Banco Central rondan los 25.000 millones de dólares. “Pero las netas son negativas en 5.000 millones de dólares y sigue gastando los últimos cartuchos para sostener el tipo de cambio, porque Massa todavía tiene chances de ganar”, evaluó Bacigalupo.
El Banco Central absorbe la fuerte emisión monetaria para financiar el déficit fiscal, con títulos de corto plazo a tasas muy altas. “Se necesitará un plan de estabilización y quien lo aplique deberá tener poder político, porque las medidas generarán más inflación hasta que en abril ingresen los dólares de la cosecha”, advirtió Sigaut Gravina.
Fragilidad social
El mayor desafío será equilibrar las cuentas sin que se produzca un estallido social, en un país con 40,1 % de pobreza y 9,3 % de indigencia. Millones de personas reciben subsidios en las tarifas de agua, gas, electricidad y transporte, además de auxilios económicos. “Esos subsidios deberán reducirse. Habrá un costo social elevado y tensiones políticas”, consideró Bacigalupo.
Milei prometió dolarizar y eliminar el Banco Central como camino para terminar con la inflación. Según Lorenzo Sigaut, “es imposible porque no hay dólares y requeriría una maxidevaluación o financiamiento externo”. Para Bacigalupo “son necesarios valores tan exorbitantes del dólar -unos 4.000 pesos por billete- para dolarizar, que sería socialmente inviable”.
Energía y cosecha, una esperanza
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó que la cosecha de soja aumentará 138 % en la campaña 2023-24 luego de la fuerte sequía, y la de maíz 61 %, en un contexto agroexportador de bonanza. El próximo gobierno ahorrará divisas en importación de energía gracias al funcionamiento del nuevo gasoducto de la reserva de Vaca Muerta.
“Si lo aprovechamos, puede aportar más de 10.000 millones de dólares por año y sumado a la reversión de la sequía, la explotación del litio y energías renovables, reportará dólares clave para las transformaciones de estabilización”, opinó Bacigalupo.
Fuente: AFP.