Israel ordenó el lunes el “asedio completo” de la Franja de Gaza, controlada por Hamás, en el tercer día de la ofensiva sin precedentes del grupo islamista palestino. Tras este ataque inédito, comparado por Israel a los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, el ejército israelí anunció el lunes que “controla” localidades del sur donde había infiltrados de Hamás, pero admitió que “podría haber aún terroristas en la zona”, según un portavoz militar.

Más de 700 israelíes han perdido la vida en el ataque y 2.150 resultaron heridos, según un nuevo balance publicado por el ejército el lunes por la mañana. Los milicianos de Hamás mataron hasta 250 personas que participaban en un festival de música cerca del enclave palestino, según la oenegé Zaka que ayudó en las operaciones de recuperación de los cadáveres.

Del lado palestino, 560 personas murieron por los bombardeos israelíes y 2.900 quedaron heridas, según las últimas cifras de las autoridades locales. Decenas de miles de soldados israelíes están siendo desplegados cerca de la Franja de Gaza, un empobrecido territorio con 2,3 millones de habitantes, controlado por Hamás desde 2007. El ejército dijo el lunes que había bombardeado 500 posiciones de Hamás y de la Yihad Islámica en la noche.

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El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ordenó un “asedio completo” del enclave. “Estamos imponiendo un asedio total a Gaza (...) ni electricidad, ni comida, ni agua, ni gas, todo cerrado”, dijo Gallant en un video. “Estamos combatiendo contra animales y actuamos en consecuencia”, agregó. En el interior del pequeño territorio, más de 123.000 personas se han visto obligadas a dejar sus casas, indicó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

“Cambiar Oriente Medio”

“Lo que Hamás vivirá será difícil y terrible (...) vamos a cambiar Oriente Medio”, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien pidió a la población prepararse para una guerra “larga y difícil”. El ejército israelí concentra también sus esfuerzos en salvar a los ciudadanos secuestrados por Hamás, más de un centenar según el gobierno, algo que nunca había sucedido en la historia del país.

Según el movimiento islamista, cuatro “prisioneros” capturados murieron en los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza. La AFP no pudo verificar esta información, y el ejército israelí no hizo ningún comentario inmediato sobre la muerte de estos rehenes. Varios ciudadanos de otros países, algunos con la doble nacionalidad israelí, murieron en la ofensiva, entre ellos 12 tailandeses, 10 nepalíes y al menos nueve estadounidenses. También hay al menos tres brasileños desaparecidos y uno hospitalizado, según el gobierno.

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España, México, Alemania y otros países también informaron que algunos de sus ciudadanos se habían visto afectados en la ofensiva, sin dar más detalles. Hamás descartó este lunes negociar con Israel un canje de prisioneros por el momento. “La operación militar continúa (...) por lo tanto, no hay actualmente ninguna posibilidad de negociación sobre la cuestión de los prisioneros o cualquier otra cosa”, dijo a la AFP Hossam Badran, un miembro de la oficina política del grupo en Doha.

El lunes, “varios sospechosos armados” que se habían infiltrado desde el vecino Líbano fueron abatidos por el ejército israelí, que bombardeó la zona. “Es de lejos el peor día de la historia de Israel”, declaró un portavoz del ejército israelí, para quien el ataque, donde participaron un millar de combatientes, podría ser “a la vez un 11 de septiembre y un Pearl Harbour”.

Reuniones de emergencia

La ofensiva fue condenada por numerosos países occidentales y Estados Unidos empezó el domingo a enviar ayuda militar a Israel y a dirigir hacia el Mediterráneo a su portaaviones “USS Gerald Ford”. China condenó el lunes cualquier acción que atente contra los civiles y abogó por un alto el fuego. También Rusia y la Liga Árabe, que rechaza la violencia “de ambos lados” y anunció una reunión de emergencia el miércoles, dijeron que trabajarán para “poner fin al derramamiento de sangre”.

Y la Unión Europea (UE) convocó para el martes un encuentro de cancilleres y decidió suspender los pagos de ayuda al desarrollo a los palestinos. Irán, que mantiene relaciones estrechas con Hamás y fue uno de los primeros países en aplaudir la ofensiva del grupo islamista, rechazó las acusaciones sobre su papel en la operación y dijo que “se basan en motivos políticos”. Israel, que ocupa Cisjordania desde 1967, anexionó la parte oriental de Jerusalén e impone un bloqueó a Gaza desde que Hamás tomó el poder en el enclave en 2007.

Mediación complicada

El alcance de la ofensiva del movimiento islamista Hamás contra Israel, con la toma incluso de rehenes civiles, complica una eventual mediación ya sea de Egipto o de otros países como Catar, al menos a corto plazo, estiman los expertos. “El carácter sin precedentes de este conflicto exigirá sin duda un tipo de mediación o intervención diferente de todas las anteriores”, afirma Hasni Abidi, director del Centro de Estudios e Investigación sobre el Mundo Árabe y el Mediterráneo, con sede en Ginebra.

Pero esta no se producirá inmediatamente, estima Denis Bauchard, consejero para Oriente Medio en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), ya que la ofensiva sorpresa de Hamás mostró fallas en los servicios de inteligencia y seguridad israelíes.

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, querrá primero “por motivos de política interior aparecer como el hombre fuerte” que ganará la guerra, agrega. En este sentido, “la composición del gobierno israelí (...) complica también la situación” y no es seguro que el ejecutivo de coalición de derecha y extrema derecha acepte una mediación por ahora, según la experta Agnès Levallois, vicepresidenta del Instituto de Investigación y de Estudios Mediterráneo Oriente Medio (iReMMO), con sede en París.

Hamás, “sintiéndose fuerte tras una operación de este tipo”, podría ser reticente también a aceptarla, agrega Agnès Levallois. Sin embargo, “la respuesta ya es terrible, a la altura del trauma de la operación” en Israel, y “llegará un momento en que Hamás tendrá que encontrar una salida, incluso ante su propia población que pagará el precio más alto”, matiza la experta. La cuestión de los rehenes civiles israelíes podría también pesar a favor de “una mediación de tipo humanitaria, más que política”, apunta Denis Bauchard.

¿Qué mediador?

En la serie de conflictos entre Hamás e Israel, Egipto “se ha impuesto como mediador tradicional” por su proximidad geográfica, apunta el consejero del IFRI. “Hamás desea mantener buenas relaciones con Egipto, que es el único paso terrestre abierto” de este enclave, y en el pasado Washington ha solicitado en múltiples ocasiones a El Cairo, recuerda.

Y “Egipto hará todo lo posible para desempeñar este papel porque es esencial para él aparecer como una potencia regional”, abunda Agnès Levallois, para quien podría hacerlo “en asociación” con otros países como Estados Unidos o Francia, con los que mantiene “fuertes” relaciones. El lunes, la presidencia egipcia indicó que multiplicaba los contactos para “detener la escalada”.

Estados Unidos, por su parte, reafirmó inmediatamente su apoyo a Israel, aunque los expertos subrayan que su presidente, Joe Biden, no mantiene buenas relaciones con Netanyahu. Además, su gobierno no ha tenido hasta ahora ningún deseo de involucrarse en Oriente Medio, observa Agnès Levallois. “Algunos pedirán sin duda la mediación estadounidense”, agrega la experta, quien expresa sus dudas sobre si Washington dará el paso, en vísperas además de la elección presidencial.

¿Turquía, Catar?

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se acercó por su parte a Israel tras años de tensiones y mantiene buenas relaciones con Hamás. “Turquía puede querer presentarse como mediador capaz de hablar a ambas partes, pero con posibilidades limitadas de éxito”, señala la especialista de Oriente Medio. Otro de los posibles mediadores podría ser Catar. Este emirato del Golfo paga el salario de los funcionarios de la administración pública en la Franja de Gaza, gobernada por el movimiento islamista Hamás, recuerda Hasni Abidi.

“Doha financia la supervivencia de la Franja de Gaza de acuerdo con el Estado de Israel. Catar dispone de medios para influir en Hamás”, señala Agnès Levallois. Doha, citado a menudo como facilitador en la liberación de rehenes en la región, podría contribuir a los “esfuerzos conjuntos” con Egipto para restablecer la tranquilidad en Israel, estiman los expertos.

Operación coordinada

El ataque sorpresa de Hamás contra Israel es el resultado de una operación cuidadosamente coordinada y que podría prolongarse en el tiempo, con las acusaciones de Occidente contra Irán de fondo. La ofensiva comenzó el sábado de madrugada en pleno “sabbat” --día sagrado para los judíos--, en un momento simbólico: 50 años y un día después de la guerra árabe-israelí de Yom Kipur.

“Es un gran fracaso para Israel y un gran éxito para Hamás”, lamenta Kobi Michael, investigador del centro de reflexión INSS de Tel Aviv. “No estábamos preparados”, asegura. El alcance del ataque no deja lugar a dudas. “Para lanzar una operación de este tipo, se necesita mucha preparación, planificación, coordinación, y contar con perspectivas y objetivos importantes”. En este sentido, “Hamás sabe muy bien que el precio de una operación así será muy alto”, agrega el experto.

El precedente de 2021

En mayo de 2021, Hamás ya sorprendió a Israel con el lanzamiento de miles de cohetes, en ocasiones un centenar en pocos minutos, lo que buscaba saturar su sistema antimisiles Cúpula de Hierro. Entonces, se lanzaron 4.360 en 15 días contra Israel, mientras que ahora en solo dos días se dispararon unos 3.000, explica Elliot Chapman, experto en Oriente Medio en la compañía británica de inteligencia Janes.

Si Hamás conserva este ritmo, “sería el mayor ataque de cohetes contra Israel hasta ahora”, asegura a la AFP. “Hamás debe tener todavía un importante arsenal de cohetes en reserva y parece probable que pueda mantener el fuego durante mucho tiempo”, apunta en este sentido Fabian Hinz, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).

Arsenal variado

Hamás dispone de un arsenal difícil de cifrar, pero muy variado. Este procede de Irán, de Siria antes de la revolución, de la Libia post-Gadafi y de otros países de Oriente Medio, asegura un experto occidental en armamento, que pide el anonimato y alimenta una cuenta en la red social X bajo el pseudónimo Calibre Obscura.

Sus armas ligeras proceden de China o de la antigua Unión Soviética, con “cantidades importantes robadas o incautadas durante los combates con el ejército israelí”, precisa el experto, evocando también drones y lanzagranadas. La mayoría de cohetes de Hamás se fabrican localmente: “sistemas de misiles no guiados”, que “no requieren tecnología avanzada” y son poco precisos, explica Elliot Chapman.

El movimiento palestino podría imitar al Hezbolá libanés, que disimula sus fuerzas hasta el momento de lanzar una operación importante, observa Fabian Hinz. “Podríamos ver surgir capacidades totalmente nuevas en caso de una invasión terrestre de la Franja de Gaza” por parte de Israel, agrega.

La sombra de Irán

“Es demasiado pronto para decir” si Irán está “directamente involucrado” en la ofensiva lanzada por Hamás contra Israel, y Estados Unidos “no tiene ninguna indicación” en esta dirección por el momento, dijo la Casa Blanca. La presidencia estadounidense matizó no obstante que tampoco existe “ninguna duda” de que Hamás ha sido “financiado, equipado y armado”, entre otros, por la república islámica.

Teherán declaró por su parte apoyar la “legítima defensa de la nación palestina” y rechazó las acusaciones sobre su eventual papel, achacándolas a “motivos políticos” y subrayando que no interviene “en la toma de decisiones de otras naciones, incluida Palestina”.

“Ha habido transferencias de armas, de conocimientos. Está claro que hay un toque iraní que permite fabricar misiles localmente”, declaró el sábado a France Info, David Rigoulet-Roze, especialmente en Oriente Medio del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París. Para Kobi Michael, “Hamás no se habría atrevido a lanzar una operación así sin disponer de unas garantías de seguridad serias, y las obtienen de Hezbolá y de Irán”.

¿Otros frentes?

Israel dice temer desde hace meses un ataque en varios frentes, temor que se reforzó cuando Hezbolá anunció el lanzamiento de “obuses y misiles teledirigidos” en la frontera entre Líbano e Israel. Un ataque terrestre del ejército israelí en la Franja de Gaza auguraría una mortífera batalla urbana. “Existen buenas razones para pensar que los israelíes han intentado evitarlo desde hace años”, estima Fabian Hinz.

Hamás, por su parte, “ha tenido tiempo para prepararse a este tipo de escenario”, agregó. Otros grupos podrían verse tentados de intervenir también contra Israel, entre otros Hezbolá, que “declaró que trabajan en coordinación total con los combatientes palestinos”, apunta Elliot Chapman. Según el experto, el grupo afirmó que “intervendría si Israel lanza un asalto contra la Franja de Gaza, lo que parece probable en estos momentos”.

Fuente: AFP.

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