Las labores de rescate en una iglesia católica que se derrumbó el domingo en Ciudad Madero (noreste de México) finalizaron este lunes con un balance de once muertos y decenas de heridos, en tanto se investigan las causas del siniestro. Una persona murió este lunes debido a la gravedad de las heridas, elevando a once el número de fallecidos, dijo a periodistas el alcalde de la localidad, Adrián Oseguera, en el lugar de la tragedia ocurrida el domingo durante un bautizo colectivo.
Otras 13 personas continúan hospitalizadas, incluida una menor en “terapia intensiva”, de un total de 62 que se hallaban en el templo católico cuyo techo se desplomó en horas de la tarde. “Mi familia y yo venimos a misa de 11 y 30. Fuimos a comer y una hora después fue cuando nos enteramos que se había caído la iglesia”, dice estupefacto Gerardo López, de 23 años.
Lea más: Medidas para combatir la violencia en Brasil
Las labores de rescate, en tanto, fueron suspendidas luego de que socorristas inspeccionaran el área con perros entrenados en esas tareas. “Hasta hoy en la mañana (se dejaron de sacar heridos). Llegaron con los binomios (caninos) y ellos fueron los que nos ayudaron a hacer el trabajo de búsqueda”, agregó el alcalde de esta ciudad del estado de Tamaulipas.
Operarios con maquinaria pesada y camiones avanzaban en la remoción de los escombros, ayudados por bomberos, militares, policías y trabajadores de Protección Civil. Frente a esos vehículos permanecía una imagen de la Virgen de Guadalupe como único vestigio del edificio. En una barda aledaña, entre las rejas de la iglesia que ya fueron retiradas, se encuentra la cruz que la adornaba.
En solo segundos
Aunque las causas del siniestro están por determinarse, las autoridades consideran que pudo deberse a una falla estructural. La parroquia de la Santa Cruz, de estilo industrial y que se derrumbó en unos cuantos segundos según imágenes de videovigilancia, había sido construida hace unas cuatro décadas y fue remodelada en 2010.
Luego del colapso solo se ve una espesa nube de polvo, de acuerdo con las filmaciones. “Lo que manifiesta el padre (es) que cuando estaba haciendo la bendición escuchó que un tensor (del techo) se venció. Vamos a esperar que la fiscalía, el peritaje lo determine”, comentó este lunes a la prensa Roberto Chávez, coordinador de Protección Civil en Tamaulipas.
Lea también: Presidenciables apuntaron contra Massa por crisis argentina
“Todos morimos en el momento en que Dios quiere. Unos se fueron y otros nos quedamos. Los que se fueron, descansan en paz, los que nos quedamos seguramente vamos a sufrir toda la vida”, declaró por su parte al sitio de noticias 4C News el sacerdote Ángel Vargas, quien oficiaba la misa al momento de la tragedia. Con voz entrecortada, explicó que todos los domingos eran “especiales” por la celebración de bautizos, a los que asistían familias enteras. “Estamos viviendo un momento muy difícil”, manifestó en tanto José Armando Álvarez, obispo de la Diócesis de Tampico, a la que pertenece la iglesia colapsada.
Ciudad Madero, localizada en la costa del Golfo de México y con unos 205.000 habitantes, es un próspero municipio debido a la presencia de importantes instalaciones de la petrolera estatal Pemex. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dio este lunes el “pésame a los familiares” de las víctimas durante su habitual conferencia de prensa. Unas 60 personas recibieron atención médica por distintas heridas, detalló el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal.
Movilización de emergencia
Luego de la tragedia se vivieron momentos de angustia, con decenas de personas tratando de sostener parte de la estructura con postes de madera, mientras otros se abrían paso entre los restos en busca de sobrevivientes, según imágenes de telenoticieros. Tal como ocurrió después del sismo que sacudió el centro de México en 2017, con saldo de 369 fallecidos, los rescatistas levantaban sus puños en alto para pedir silencio y poder escuchar posibles señales de sobrevivientes.
Mientras, en redes sociales se difundían mensajes para pedir herramientas como madera, gatos hidráulicos o marros para remover los escombros. En una tragedia semejante, durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, de magnitud 7,1, una iglesia del estado de Puebla (centro), donde fue el epicentro, se vino abajo cuando se celebraba un bautizo. Once personas de una misma familia murieron, incluido el bebé que iba a ser bautizado.
Fuente: AFP.