El gobierno francés anunció este miércoles su nuevo plan contra el acoso escolar, una “movilización general” después de que una serie de suicidios de menores pusieran en evidencia la urgente situación en el sistema educativo. “Ser insultado, excluido, empujado o incluso agredido, es algo que ningún adulto soportaría”. Por ello, “la movilización debe ser general”, declaró la primera ministra Elisabeth Borne al comienzo de la presentación del plan.
Francia erigió la lucha contra el acoso escolar como una “prioridad absoluta”, y la serie de suicidios de menores, el más reciente hace unas semanas, además del cambio de ministro en julio le dio un nuevo impulso. La “gran campaña de prevención” prevista en setiembre por el anterior titular de Educación, Pap Ndiaye, se transformó así en todo un plan de lucha más amplio liderado por su sucesor, Gabriel Attal. “Pedimos un electroshock, y veo que el electroshock ha comenzado”, declaró el martes este ambicioso ministro, uno de los pesos pesados del oficialismo, ante el Parlamento.
“Tsunami de testimonios”
“No me detendré ante nada para que la vergüenza cambie de bando”, exclamó el ministro al frente del sistema educativo, que acoge actualmente a 12 millones de alumnos. El miércoles, Attal afirmó que en las últimas semanas hubo un “tsunami de testimonios”, tres veces más que en septiembre de 2022.
Este aumento coincidió con el suicidio de Nicolas, de 15 años, el 5 de septiembre, meses después de haberse quejado de sufrir acoso escolar en su anterior escuela en Poissy, a unos 20 km al oeste de París. El caso trascendió no solo por la tragedia, sino también por la polémica actuación de las autoridades educativas, que respondieron con una carta amenazante a las quejas del adolescente y de sus padres, recordando que la calumnia es un delito.
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El escándalo indignó al gobierno y destapó que podría haber más cartas problemáticas, indicó el ministro el lunes, tras reunirse con el responsable de la administración educativa implicada. “Debemos volver a instaurar un trato humano a todos los niveles para gestionar estas situaciones de acoso”, añadió.
Falta de medios
Sus declaraciones contrastan no obstante con la situación vivida a principios de la semana pasada, cuando un adolescente, sospechoso de acosar a una estudiante trans, fue detenido ante sus compañeros en plena clase al sureste de París. La actuación fue criticada como excesiva, pero el gobierno del presidente centrista Emmanuel Macron aseguró que era necesaria para enviar un “mensaje muy fuerte” a los acosadores.
Este miércoles, el gobierno propuso en su nuevo plan permitir la exclusión de los acosadores de las redes sociales, confiscarles el teléfono, o, en lo judicial, notificar “sistemáticamente” al fiscal en caso de denuncia por acoso. A nivel preventivo, Borne anunció el refuerzo de la formación de empleados educativos, así como de las fuerzas de seguridad y trabajadores de la justicia.
Sin embargo, el personal escolar reclama que la falta de medios es uno de los mayores obstáculos en la lucha contra el acoso. Desde 2022, el sistema educativo francés vive una crisis de contratación. Este setiembre, a unos días del inicio del curso, más de 3.100 puestos docentes estaban sin cubrir.
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“El número reducido de personal medicosocial y los numerosos puestos todavía vacantes no facilitan la detección y el seguimiento de estas situaciones”, escribió la semana pasada el secretario general del principal sindicato de directores de centros educativos SNPDEN-Unsa, Bruno Bobkiewicz.
Por su parte, Jean-Pierre Bellon y Marie Quartier, miembros del comité de expertos contra el acoso escolar del Ministerio de Educación francés, se habían mostrado “sorprendidos” ante la ausencia de referencias por parte de Attal al anterior programa gubernamental contra el acoso. “Antes de crear un nuevo plan de lucha, apliquemos lo que ya se puso en marcha”, estimaron recientemente en una columna publicada por el diario Le Figaro, criticando la aplicación parcial del programa preexistente.
Fuente: AFP