El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW) advirtió el domingo sobre una posible “amplificación” de la huelga iniciada el viernes en los tres principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos si las empresas no presentan mejores propuestas salariales, mientras el conflicto alimenta el debate político.
“Si no recibimos mejores ofertas (...) vamos a amplificar esto aún más”, dijo el presidente del UAW, Shawn Fain, al programa de entrevistas de la cadena CBS “Face the Nation”. General Motors, Ford y Stellantis “no tienen excusa” para no resolver los conflictos salariales dados sus enormes beneficios de los últimos años, señaló.
“Estamos rezagados desde hace décadas”, añadió, y explicó que los trabajadores que representa “están hartos”. Muy ofensivo desde el inicio de las negociaciones, hace dos meses, Fain aumentó la presión el sábado, luego de que se reanudaran las discusiones entre el sindicato y los “tres grandes” del sector.
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“Tuvimos conversaciones razonablemente productivas con Ford hoy”, dijo el sábado a la AFP una fuente del UAW. Una fuente sindical confirmó que el domingo sostuvieron tratativas con GM, sin mayores detalles. Desde el viernes están paradas tres plantas: una de General Motors en Wentzville (Misuri), otra de Stellantis en Toledo (Ohio) y una filial de Ford en Wayne (Michigan).
El conflicto abarca a 12.700 de los 150.000 afiliados al UAW que trabajan en estas compañías. Nunca hasta ahora había habido una huelga simultáneamente en las tres empresas. El sindicato ha optado por el momento por limitar el alcance de los paros laborales para no bloquear toda la producción.
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“Stellantis y el UAW han entrado en una fase crítica de las negociaciones”, declaró el sábado el grupo creado por la fusión en 2021 de Fiat Chrysler y el francés PSA Group. Stellantis ha elevado su oferta y propone un aumento de “casi el 21%” durante los cuatro años de vigencia del nuevo convenio colectivo, frente al 14,5% de hace una semana.
Para Fain, una oferta del 21% está lejos de ser suficiente y entiende que los empleados merecen el mismo 40% de aumento salarial otorgado a los directivos de los fabricantes. “No queremos ni oír hablar” de un aumento de ese tipo, declaró el domingo en CBS. GM y Ford ofrecen subir los salarios un 20% en total.
Biden expuesto
El Partido Republicano ha aprovechado este conflicto para lanzar nuevos ataques al presidente demócrata Joe Biden por su política económica. Biden “lideró una política que provocó la peor inflación en 40 años”, dijo el domingo el exvicepresidente Mike Pence, aspirante a la nominación presidencial republicana, al ser interrogado en CNN sobre la huelga.
“Los trabajadores del sector automotor están experimentando la misma situación que otros estadounidenses, es decir, que los salarios no están a la altura de la inflación”, afirmó Pence. Algunos economistas atribuyen efectivamente parte del aumento de los precios a la línea económica impulsada por Biden, pero también a las medidas de estímulo adoptadas por Donald Trump al inicio de la crisis del coronavirus, así como a los efectos de la propia pandemia, que afectó las cadenas de suministro.
Biden, que postula a su vez para un segundo mandato, envió el viernes un mensaje de apoyo a los miembros del UAW y pidió a los fabricantes del sector que “vayan más allá” en sus ofertas de aumento salarial. El domingo, su vicepresidenta, Kamala Harris, envió en redes sociales un mensaje de apoyo a un “nuevo contrato” laboral del sector, que cree “buenos empleos de clase media y asegure que la UAW siga en el corazón de (la) economía automotriz” estadounidense.
Legisladores demócratas y de la izquierda independiente acudieron a manifestaciones en la región norte de Estados Unidos, donde se encuentran muchas de las fábricas de los “tres grandes” de Detroit.
Después del senador de izquierda Bernie Sanders el viernes, el líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Hakeem Jefferies, anunció el domingo que viajaría a Detroit ese mismo día para demostrar su “solidaridad” con el sindicato. “Esperamos que esto termine rápidamente, pero (...) estas empresas han tenido una ganancia económica increíble (...) y me parece correcto que estos beneficios se repartan entre todos”, afirmó Jefferies en el canal ABC.
Pilar de la economía
Con cerca de 10 millones de puestos de trabajo, el sector automotor es un actor fundamental en la economía estadounidense que corre el riesgo de sufrir los efectos de huelga iniciada el viernes por los empleados de los tres principales fabricantes. “El ecosistema automotor genera un billón de dólares anualmente para la economía estadounidense, o casi el 5 % del producto interno bruto”, afirma la Alianza para la Innovación Automotriz en su sitio web, donde indica que, a finales de 2022, el sector empleaba directamente a más de 9,67 millones de personas.
La Alianza, citando un estudio de S&P Global Mobility, precisa que en 2022 se vendieron en el país 13,5 millones de vehículos nuevos. Ese año, el sector exportó por 96.600 millones de dólares y totalizó 282.000 millones de dólares en importaciones, aportando 126.200 millones de dólares a las arcas federales. El país tiene un parque móvil de 284 millones de vehículos matriculados, incluidos 100,61 millones de automóviles, 103,26 millones de minivans, 59 millones de camionetas (pickups) y 15,73 millones de furgonetas. Los motores de combustión/híbridos siguen siendo mayoría con 280,87 millones, por delante de 2,14 millones de vehículos eléctricos (EV).
Esta rama se beneficia del crecimiento de Tesla, que produjo 1,36 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo en 2022 (+47 %). Su facturación alcanzó los 81.500 millones de dólares (+51 %) y su beneficio neto se duplicó con creces, hasta 12.600 millones. Según Kelley Blue Book, filial de Cox Automotive, el precio medio de un vehículo nuevo se situó en 48.334 dólares en julio de 2023 (+2,7 % desde principios de año). En el caso de los vehículos eléctricos, siguió cayendo hasta alcanzar los 53.469 dólares en julio (61.000 en enero).
Las inversiones para la transición eléctrica alcanzaron los 109.100 millones de dólares entre 2018 y 2023, según el Centro de Investigación Automotriz (CAR). De acuerdo a la oficina estadounidense de estadísticas, el salario medio por hora en el sector de fabricación en agosto de 2023 se situó en 27,99 dólares por un promedio de trabajo semanal de 44,3 horas.
Los “Tres Grandes”
La asociación AAPC, que representa a los tres grandes fabricantes históricos -General Motors, Ford y Stellantis, apodados los “Tres Grandes”- afirma que ellos solos aportan el 3 % del PIB. Presenta a la industria del automóvil como el sector manufacturero más grande del país. Estos tres grupos con raíces en Detroit, Michigan, operan el 60 % de las plantas de montaje del país. Han anunciado en los últimos seis años más de 34.000 millones de dólares en inversiones.
Desde este viernes, los tres son objeto de una huelga histórica, cuyo “mayor riesgo en caso de prórroga es un deterioro de la cadena de suministro y de la salud financiera de los proveedores”, comentó Garrett Nelson, analista de CFRA. General Motors emplea, según su sitio web, a 92.000 personas en Estados Unidos. Ha pagado 10.900 millones de dólares en salarios imponibles.
Tiene 120 ubicaciones, poco más de 4.000 distribuidores y más de 5.700 proveedores en los que gastó 39.000 millones de dólares en 2022. GM entregó 2,27 millones de vehículos en Estados Unidos en 2022, de las marcas Chevrolet, Buick, GMC y Cadillac. En 2022, su facturación aumentó un 23 % hasta los 157.000 millones de dólares y su beneficio neto cayó un 1 % hasta los 9.900 millones.
Ford, creada hace 120 años, emplea a unas 177.000 personas, 86.000 de ellas en Estados Unidos, y se presenta como el mayor exportador estadounidense de automóviles. Fabrica las marcas Ford -en particular la camioneta F-150, el vehículo más vendido en el país durante décadas- y Lincoln. Casi el 80 % de sus vehículos se ensamblan en Estados Unidos.
Su beneficio neto alcanzó los 17.900 millones de dólares en 2021, pero perdió 2.000 millones en 2022. Stellantis, el grupo franco-ítalo-estadounidense, fabrica 14 marcas, entre ellas Ram Trucks, Jeep, Chrysler, Dodge, Peugeot, Alfa Romeo, Maserati, Opel, Peugeot y Fiat. Está establecida en más de 30 países y vende su producción en más de 130 mercados. Fruto de la fusión entre Fiat-Chrysler y la francesa PSA en 2021, cuenta con 264.000 empleados en todo el mundo. En 2022 registró un segundo año de beneficios récord, con una ganancia neta de 16.800 millones de euros.
Fabricantes extranjeros
Según Autos Drive America, que representa a los fabricantes extranjeros, éstos produjeron 4,4 millones de vehículos en Estados Unidos en 2022. Su volumen de fabricación ha aumentado más del 85 % en los últimos 25 años y han invertido más de 100.000 millones de dólares en seis décadas, según un estudio de 2022 de Ernst and Young.
Su participación en la producción en Estados Unidos aumentó del 1 % en 1979 al 45 % en 2022. Las marcas BMW, Kia, Honda, Lexus, Infinity, Mercedes, Mazda, Nissan, Toyota, Volvo, Volkswagen, Subaru, Hyundai, Acura tienen fábricas en Estados Unidos. Sus 65 modelos fabricados en suelo estadounidense se exportan a más de 130 países de todo el mundo (695.000 vehículos exportados en 2022). En 2022, emplearon directamente a 156.000 personas.
Fuente: AFP.