Lento, lujoso y equipado con dispositivos dignos de James Bond, el tren blindado conocido como “la fortaleza ambulante” es el medio de transporte que utilizó el líder norcoreano Kim Jong Un para entrar este martes en Rusia, donde se reunirá con el presidente Vladimir Putin.
Como Stalin antes que ellos, los jefes de Estado de la dinastía Kim siempre intentaron evitar los transportes aéreos, demasiado vulnerables. Kim Jong Un sigue la tradición iniciada por su abuelo Kim Il Sung y perpetuada por su padre, Kim Jong Il. En este tren blindado viajó a Pekín en 2018 y a Hanói el año siguiente, para una cumbre con su homólogo estadounidense Donald Trump. El trayecto duró entonces unas 60 horas.
En 2001, su padre estuvo 24 días para ir y volver de Pyongyang a Moscú, un periplo de unos 20.000 km. Un oficial ruso que pudo ir a bordo, Konstantin Pulikovsky, describió el fasto de los vagones, donde se servía bogavante y vino francés. Según la versión oficial, fue a bordo de su tren que falleció Kim Il Sung de una crisis cardíaca en 2011.
Incluye un helicóptero
Fabricado en Pyongyang en varios ejemplares casi idénticos, el tren de Kim está totalmente blindado, desde los cristales hasta el piso, para protegerlo de disparos y explosivos. También dispone de “armas de asalto y un helicóptero para casos de urgencia”, según informaciones del ministerio surcoreano de la Unificación.
Pero, debido a todos estos materiales, el tren no puede circular a más de 60 km/h. El tren propone condiciones de seguridad mucho más elevadas que un avión, donde “las posibilidades de sobrevivir son considerablemente reducidas” en caso de ataque, subraya el ministerio surcoreano.
Puede dar marcha atrás en caso de imprevistos y sus itinerarios son “más difíciles de prever” que los de un avión. Para aumentar la seguridad, Pyongyang pidió en otras ocasiones desplegar las fuerzas de seguridad a lo largo del trayecto, como ocurrió en la visita a Hanói en 2019.
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Fobia al avión
A la diferencia de su padre, que tenía fobia al avión, Kim Jong Un no es reacio a volar. Hay incluso un filme de propaganda en el que se le ve a los mandos de un aparato en 2014. El líder norcoreano ha utilizado en tres ocasiones el avión para viajar al extranjero: dos veces para ir a China y una vez para viajar a Singapur, sede de una cumbre con Trump, en 2018.
La presidencia norcoreana dispone de un avión oficial, el Chammae-1. El aparato, cuyo nombre viene de un pájaro emblemático del país, es un viejo Ilyushin-62 de fabricación soviética, según los especialistas, y no cumple necesariamente todas las garantías de fiabilidad.
Para la cumbre de 2018, el Chammae-1 voló de Pyongyang a Singapour, pero fue usado como señuelo, porque Kim Jong Un no viajaba a bordo. El líder norcoreano estaba en un falso vuelo comercial de Air China. El Boeing 747 despegó de Pyongyang con el número CA122, el de un trayecto regular hacia Pekín. Durante el vuelo, cambió de dirección y de referencia para dirigirse a Singapur, según datos de la web Flightradar24.
Cita con Putin
Kim salió el domingo de Pyongyang en su tren privado verde y dorado, acompañado por una importante comitiva de oficiales militares, según las imágenes difundidas por la prensa oficial del primer viaje al extranjero desde 2019 de su líder. La agencia estatal rusa Ria Novosti confirmó que el convoy cruzó el martes la frontera por el krai de Primorie, una división administrativa en la región de Lejano Oriente, donde debe producirse el encuentro.
Después de una semana de especulaciones, Pyongyang y Moscú confirmaron el lunes la reunión, pero no detallaron ni la fecha exacta ni el lugar. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que la cumbre se celebraría en los próximos días y que versaría sobre asuntos “sensibles” para los dos países vecinos.
Analistas externos estiman que el encuentro será probablemente en Vladivostok, donde Putin asiste a un foro económico, y culminará con un acuerdo de venta de armas pese a las advertencias de Estados Unidos. No se hicieron preguntas a Putin sobre la visita del líder norcoreano, pese a una larga sesión con la prensa.
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El mandatario ruso se limitó a decir que visitará pronto el cosmódromo de Vostotchny, en el Lejano Oriente ruso, a 1.000 km de Vladivostok, pero se negó a decir qué pensaba hacer allí. “Cuando llegue lo sabrán”, señaló. Según expertos Moscú quiere proyectiles de artillería y misiles antitanque norcoreanos para su operación militar en Ucrania, a cambio de tecnología avanzada para satélites y submarinos nucleares y ayuda alimentaria para Pyongyang.
“Nuestros países cooperan en asuntos sensibles que no deben ser objeto de difusión pública y anuncios”, dijo Peskov a los medios rusos. “Lo importante para nosotros es el interés de nuestros dos países y no las advertencias de Washington”, agregó.
“Suplicando ayuda”
Rusia fue un respaldo crucial del aislado país durante décadas y sus vínculos se remontan a la fundación de Corea del Norte hace 75 años. Kim ha apoyado firmemente la intervención militar en Ucrania de Moscú. Según Estados Unidos, incluso ha suministrado cohetes y misiles a Rusia, algo que los dos países niegan.
Para Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, no es sorprendente que el primer destino de Kim tras la pandemia sea Rusia. “Corea del Norte tiene la munición que Putin necesita para su guerra ilegal en Ucrania, mientras Moscú tiene tecnología submarina, balística y satelital que pueden ayudar a Pyongyang a superar los desafíos de ingeniería que sufre bajo las sanciones económicas”, afirmó.
Estados Unidos advirtió que Pyongyang pagaría “un precio” si suministra armas a Rusia y retrató la reunión como una jugada desesperada de Putin. “Lo describiría como si estuviera suplicando ayuda”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. Para Francia, este viaje es una “señal” del aislamiento de Rusia.
Fuente: AFP.