India recibirá el fin de semana una cumbre del grupo de las 20 grandes economías (G20), en la que el presidente estadounidense Joe Biden intentará aprovechar la ausencia de los gobernantes de China y Rusia para fomentar alianzas en un bloque fuertemente dividido. América Latina estará representada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo país asumirá la presidencia del bloque en diciembre, y el argentino Alberto Fernández. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador no asistirá.
El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció por su lado que no viajará al haber dado positivo por covid. Madrid estará representado por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y por la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño. Fuertes discrepancias sobre la guerra rusa en Ucrania, la eliminación gradual de los combustibles fósiles y la reestructuración de la deuda dominarán las conversaciones y podrían complicar los acuerdos en la cita de dos días en Nueva Delhi.
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Biden discutirá “una gama de esfuerzos conjuntos para abordar temas globales”, como el cambio climático y “la mitigación de los impactos económicos y sociales de la guerra rusa en Ucrania”, adelantó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. El presidente chino Xi Jinping será una de las grandes ausencias de la cita, en momentos de crecientes tensiones comerciales y geopolíticas con Estados Unidos e India, con la cual China comparte una larga y conflictiva frontera.
A Pekín también le molesta la participación de India en el llamado Quad, una alianza de seguridad con Australia, Japón y Estados Unidos que China ve como un contrapeso a su influencia en Asia. China no dio explicaciones sobre la ausencia de Xi en la cumbre del 9 y 10 de septiembre, y se limitó a decir que el primer ministro Li Qiang lo representaría en la cita de las grandes economías, que suman el 85 % del PIB mundial.
Ausencia de China
La ausencia de Xi impactará los esfuerzos de Washington por mantener al G20 como el principal foro de cooperación económica mundial. La guerra en Ucrania también pesará en la cita, pese a la ausencia del presidente ruso Vladimir Putin, quien estará representado por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.
Las crisis globales que enfrenta el bloque son “mucho más difíciles, más complicadas, más preocupantes de lo que han sido en mucho tiempo”, expresó el ministro indio de Relaciones Exteriores, S Jaishankar, a la televisión NDTV.
India, que viene de afianzar su postura como potencia espacial al colocar una nave en la Luna en agosto, ha señalado que ser sede del G20 la convierte en un actor global importante. El primer ministro Narendra Modi ha presentado a su país como un líder del “Sur Global”, un puente entre países industrializados y en desarrollo, y ha buscado expandir el grupo a un “G21″ con la inclusión de la Unión Africana.
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Cambio climático
Modi intenta utilizar el G20 para construir consensos entre países para reformar las instituciones multilaterales, como la ONU, de modo de dar más voz a los grandes países en desarrollo, como India, Brasil y Sudáfrica. Los esfuerzos de Modi por urgir a los gobernantes del G20 a superar sus divisiones para abordar temas mundiales críticos no han tenido éxito en las citas ministeriales previas a la cumbre, incluidos los intentos de reestructuración de deuda y los choques de precios de productos básicos tras la invasión rusa a Ucrania.
Una reunión de ministros de Energía del G20 en julio no logró definir una hoja de ruta para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y ni siquiera mencionó el carbón, un contaminante clave para las economías de China e India. Con temperaturas récord y mortales olas de calor en el mundo, los activistas climáticos han advertido de graves consecuencias, en especial para los países en desarrollo, si el G20 no alcanza un consenso en Nueva Delhi.
India y China figuran entre los mayores contaminadores del mundo, pero alegan que los aportes históricos de Occidente le asigna una responsabilidad mayor por la actual crisis climática. Países como Arabia Saudita y Rusia también impiden cualquier consenso sobre el clima en el G20, ante el temor de que el abandono de los combustibles fósiles golpee sus economías.
Fuente: AFP.