El economista libertario de ultraderecha Javier Milei dio la sorpresa este domingo pasado en las primarias de Argentina al lograr la mayor votación y disputará la presidencia a la exministra de Seguridad Patricia Bullrich (centro-derecha) y al ministro de Economía, Sergio Massa (peronismo).

En un país marcado por la crisis económica, con una inflación que llega al 115 % interanual, y pobreza en aumento (40 %), el discurso de Milei contra lo que llama la “casta política” capitalizó el descontento y consigue 30,31 % de los votos en su primera elección nacional con su partido la Libertad Avanza, con el 92,00 % de las mesas escrutadas.

Estos resultados, que muestran un electorado argentino dividido prácticamente en tres tercios, fueron recibidos con euforia en la sede de la campaña de los libertarios, donde los altoparlantes hacían sonar el rock para celebrar su sorpresivo primer puesto.

“Hemos logrado construir esta alternativa competitiva que dará fin a la casta política parasitaria, chorra (ladrona), inútil”, clamó Milei en su primer discurso. “Estamos en condiciones de ganarle a la casta en primera vuelta”, afirmó. Los comicios para reemplazar al mandatario Alberto Fernández (peronista de centro-izquierda) se celebrarán el 22 de octubre. Un eventual balotaje está previsto para el 19 de noviembre.

La alianza oficialista Unión por la Patria (peronismo) (27,07 %) postula a Massa, un abogado de 51 años que cultiva buenas relaciones con los actores del poder, sea los empresarios, los sindicatos o el Fondo Monetario Internacional. En su comando de campaña, reinaban las caras largas y el silencio. “Me siento un poco derrotada, pero igual tengo esperanza de que esto se dé vuelta”, dijo a la AFP Lucía López, una estudiante de 21 años. “Este gobierno falló en muchas cosas”, lamentó.

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Javier Milei celebra su victoria acompañado por su hermana Karina. Foto: AFP

Pasada la medianoche, Massa se dirigió a sus seguidores. “Vamos a estar peleando hasta el último minuto, porque estamos seguros de que en la Argentina que viene el trabajo, la producción, la defensa de nuestros derechos y la educación pública tienen que ser valores incólumes”.

Bullrich, presidenta del Partido Republicano (PRO) de 67 años que mantiene un discurso de mano dura, debe sumar los apoyos de su derrotado rival interno, el alcalde de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta. Su coalición Juntos por el Cambio obtiene 28,25 %. Subida al escenario con Rodríguez Larreta, Bullrich felicitó a Milei y aseguró que en la elección se dio “un paso importante, el paso de un cambio que en el medio de esta angustia nos emociona y abre una esperanza”.

El exministro de Cultura Pablo Avelluto sostuvo a la AFP que “de cara a octubre va a haber unidad, porque es una convicción y va a ser una responsabilidad con los argentinos que nos otorgaron su confianza”. Estos comicios, en los que participó 69 % de los más de 35 millones de votantes, partió al electorado en tres partes de peso similar.

Más a la derecha

Milei surgió en esta elección como fenómeno novedoso que catalizó la frustración de los votantes. Anteriormente había ganado un escaño parlamentario en las legislativas de 2021, cuando obtuvo 17 % en la ciudad de Buenos Aires.

Milei “es reflejo del desencanto que ha generado que muchos votantes descrean de los partidos políticos”, opinó Juan Negri, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Torcuato di Tella. “Luego del fracaso del gobierno de Mauricio Macri (Juntos por el Cambio, 2015-19) muchos han virado hacia una derecha más radical”, opinó Negri.

Milei propone eliminar el Banco Central y dolarizar la economía. Ha planteado que se permita el libre porte de armas e incluso defendió la venta de órganos humanos. Denuncias de excolaboradores que dijeron que pedía dinero a cambio de candidaturas no hicieron mella en su popularidad ascendente.

Fernando Cerimedo, coordinador de la campaña de Milei, resumió parte del éxito en una fórmula sencilla. “Fue el único candidato que presentó un proyecto, que contó lo que quería hacer, que puede gustarte o no, pero fue el único que lo hizo. La gente se cansó de todo lo que venía ocurriendo, de las promesas incumplidas”, dijo a la AFP.

La crisis

Aunque casi siempre han vivido en una economía en crisis, los argentinos sufren en este momento los peores indicadores en 30 años. Leandro Kornblith, un militante de Unión por la Patria que fue al comando de campaña de Massa, reconoció que “éste no fue un buen gobierno. Muchos votos nuestros se fueron a otras opciones, con salidas falsas pero salidas al fin”.

Argentina es la tercera economía de América Latina y un importante exportador mundial de alimentos. A la vez, tiene que cumplir con un acuerdo por 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional. En estas elecciones se escogió también a los candidatos para las legislativas parciales que renuevan parte del Congreso, para la alcaldía de la capital y para la gobernación de la provincia de Buenos Aires.

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Milei parte como favorito para las elecciones presidenciales del 22 de octubre. Foto: AFP

Un antisistema y dos tradicionales

El economista libertario y antisistema Javier Milei, con una popularidad en ascenso que lo llevó a ser el más votado en las primarias argentinas, disputará la presidencia a Patricia Bullrich, de la coalición opositora Juntos por el Cambio (derecha), y al ministro de Economía Sergio Massa. Estos tres candidatos se medirán en las elecciones generales que se celebrarán el 22 de octubre, con un posible balotaje el 19 de noviembre.

Milei, un león contra la casta

Con su melena despeinada y un agresivo discurso contra lo que llama “la casta política”, Milei se convirtió en estas elecciones primarias en el fenómeno que sacudió el statu quo. “La casta tiene miedo”. “¡Viva la libertad, carajo!”, clamó en sus mitines este economista de 52 años, un diputado libertario y ultraderechista que plantea eliminar el Banco Central, permitir el libre porte de armas y prohibir el aborto.

“No vine acá para guiar corderos, vine para despertar leones”, fue su lema. Tras ser elegido diputado en 2021, Milei rifó su salario, en un gesto de desprecio hacia las prebendas de los políticos. Sus críticas a la intervención estatal han tenido eco en las zonas más desfavorecidas de Argentina, donde crece la pobreza.

Y las críticas de excolaboradores que denunciaron que pedía un pago en dólares por asignar candidaturas no parece que hayan hecho mella en su popularidad ascendente, especialmente entre los varones jóvenes hastiados o indignados con la política tradicional.

Ha publicado varios libros y a la vez ha sido acusado de plagiar párrafos enteros. Además, tuvo un programa de radio en la web, “Demoliendo mitos”. Soltero y sin hijos, el amor por sus perros mastines y la muy estrecha relación con su hermana Karina conforman, según sus propias declaraciones, su círculo afectivo más inmediato.

Massa, la habilidad política

Abogado de 51 años, Sergio Massa asumió el ministerio de Economía hace un año, en uno de los peores momentos de la prolongada crisis argentina. Sonriente y elegante, posee la habilidad de presentar las dificultades como logros, al menos entre sus adeptos.

“Vino a poner orden en el ministerio. Fue una tarea titánica”, dijo a la AFP el dirigente peronista Jorge Ferraresi. Pese a que la inflación (115 % interanual) y la pobreza (40 %) están en picos históricos, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, lo elogia: “Sergio, te hiciste cargo en un momento muy difícil, muy complejo. No arrugaste, fuiste para adelante y eso siempre es bueno”, dijo la dirigente de la coalición oficialista Unión por la Patria.

Hombre de ambiciones, Massa ha hecho y deshecho alianzas políticas. Creó en 2013 el Frente Renovador, un partido de centro como alternativa a Kirchner, a quien había acompañado como jefe de gabinete entre 2008 y 2009. “Tiene una fortaleza: es una persona muy cercana al círculo del poder en la política, los medios y los empresarios”, lo describió la politóloga Paola Zubán. Hijo de inmigrantes italianos, Massa creció en la periferia de Buenos Aires. Está casado y tiene dos hijos.

Bullrich, la mano dura

De 67 años e involucrada en la política desde la adolescencia, cuando militó en la Juventud Peronista en los turbulentos años 1970, en plena actividad de la guerrilla Montoneros, Patricia Bullrich se ofrece como la mano dura sin medias tintas para un país en crisis. “Es todo o es nada”, clama en sus mensajes publicitarios.

La historia de su familia se enlaza con la de Argentina. Su bisabuelo Honorio Pueyrredón fue un destacado dirigente radical (socialdemócrata), los Bullrich tuvieron la más importante casa de subastas de ganado en Buenos Aires en el siglo XIX. Su cuñado Rodolfo Galimberti fue un importante líder de Montoneros. Y su prima Fabiana Cantilo es una figura destacada del rock nacional.

Fue ministra de Seguridad en el gobierno de Macri (2015-2019) y ministra de Trabajo en el de Fernando de la Rúa (1999-2001). Presidenta del partido PRO, de licencia por la campaña electoral, ha cultivado una imagen de mujer decidida e intransigente.

“La caracteriza el coraje, la decisión y la firmeza. Tiene una gran capacidad de evaluación política” dijo a la AFP Fernando Iglesias, dirigente muy cercano a ella. Bullrich tiene un hijo, Francisco Langieri, nacido en 1979 cuando regresó a Argentina luego de algunos años en el exilio con su entonces compañero Marcelo “Pancho” Langieri. Su esposo actual es el abogado Guillermo Yanco.

Fuente: AFP.

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