El pasado 14 de abril, el futbolista brasileño Luis Pablo Amorim Santos fue registrado para el Torneo Primera “A” de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF). Con este pase, El Torno Fútbol Club cambiaba su nombre y su directorio… y también se inscribía en la historia policial de Bolivia, ya que esa falsa identidad, que se apoderaba de la casaca número 23, resguardaba al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.

El club se fundó el 23 de enero del 2005 en El Torno, el tercer municipio más poblado de la provincia Andrés Ibáñez, en el departamento de Santa Cruz, con alrededor de 50.000 habitantes, casi en el corazón del país andino. Desde la tercera de ascenso, El Torno FC tuvo un meteórico arranque en solo tres años y en 2009 llegó a la primera división; mientras que en 2020 ganó la Copa Santa Cruz. Este año fue renombrado como Los Leones El Torno

El sábado 29 de julio, desde las 13:00, el club jugó una fecha decisiva, que se convirtió en la última del año en esta categoría: ganó 4-2 a Florida, por la fecha número 14, resultado que le sumaba 27 puntos y le ubicaba a 3 del líder del torneo, así como se posicionaba entre los cinco equipos (de los 16 que integran esta liga) con posibilidades de salir campeón, faltando solo la última fecha de definición.

El partido tuvo lugar en el estadio “Dr. Edgar Peña Gutiérrez”, en la localidad de Warnes, en la zona norte de la ciudad de Santa Cruz, en proximidades del Aeropuerto Internacional Viru Viru (donde luego fue encontrado un cuarto vehículo abandonado). Mientras el onceno concentraba esa mañana, a la par se iba gestando un operativo con más de 2.000 policías que pretendía capturar a “Luis Amorim” cuando estuviera en la cancha… pero el plan falló.

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Hacia las 10:30, los suboficiales Víctor Marcelo Lizarazu y Beymar Iván Barrionuevo fueron asaltados por un grupo de diez personas que portaban fusiles y pistolas, a unos seis kilómetros de la mansión donde residía el narcotraficante uruguayo, en el Quinto Anillo, entre Beni y Alemana, calle Clotilde Velasco 4790. Los guardaespaldas de Marset habrían sospechado del movimiento de drones, que habían logrado detectar la presencia del uruguayo en el domicilio.

Ambos policías recibieron golpes y fueron despojados de su equipo de vigilancia, pero Barrionuevo logró escapar del secuestro a bordo de una camioneta y dio aviso del incidente. Luego, en el mismo sitio fue interceptado un tercer oficial, Sergio Rojas Atahuachi, pero no secuestrado; amenazada a punta de arma para entregar su teléfono.

Mediante operativo aéreo y vecinos, la policía siguió el rastro de la camioneta hasta un centro deportivo, donde fue hallada la utilera del club, Lisy Pedriel Alba (detenida); en medio del interrogatorio recibió la llamada de su hermano Mario Alex, que le pidió que se deshaga de las cámaras de seguridad y vaya al Lavadero MC. En ese lugar fue encontrada la camioneta del robo y secuestro, y se detuvieron al administrador Ariel Arispe Pacheco y el empleado José Aquino Pedriel Maiselin.

Cerrando el círculo en torno a Los Leones El Torno, en el estadio Edgar Peña fueron detenidas seis personas. En el interrogatorio, el futbolista uruguayo Cristian Marcelo Latorre Long contó que había pasado la noche junto a su esposa Nancy Guadalupe Gutiérrez, una peluquera uruguaya, en la casa de Marset. Ambos quedaron detenidos, y la mujer recibió medidas sustitutivas a la prisión preventiva, dictada por 180 días para diez de los detenidos.

Otro futbolista uruguayo del equipo cruceño, Lucas Nahuel Casavieja Guerra, igualmente fue detenido, con el entrenador Gualberto Mojica Olmos, excentrocampista del Blooming y de la Selección de Bolivia, con la que jugó 31 partidos. La docena de detenidos de ese sábado se completó con Carlos Andrés Durán Pérez (utilero y casero), Erwin Junior Hurtado Coimbra (asistente del entrenador) y Roswell Suárez Marco (coordinador deportivo).

Hacia las 16:00, en otra casa vinculada a Marset, el encargado José Dávalos Carrasco (detenido) reconoció a Luis Amorim como dueño de la vivienda y permitió el ingreso de la policía, aun en búsqueda del agente secuestrado. Mientras que, en otra mansión, Aracely Mendoza (detenida) aseguró ser la cocinera del lugar y del club de fútbol, y que Amorim pagaba su salario.

No hubo reportes precisos acerca de la liberación del policía Víctor Marcelo Lizarazu, que se produjo después y fue enviado a un hospital. Sin embargo, el secuestro sirvió de distracción para que Marset escapará del megaoperativo, que el domingo 30 de julio se amplió con ocho allanamientos a propiedades vinculadas con el uruguayo, con la incautación de armas y vehículos. También se registraron imágenes de siete sujetos que serían parte del equipo de seguridad del narco prófugo.

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Luego de que se destapó la vinculación de Sebastián Marset con Los Leones F.C. El Torno, la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF) decidió suspender al club de manera inmediata de la Primera A, por la suplantación de identidad del uruguayo como jugador brasileño, y oficializará su descenso a tercera categoría el próximo martes. También el Tribunal de Justicia Deportiva podría determinar castigos para el club y sus directivos. En tanto, la última fecha del campeonato, prevista para este fin de semana, fue aplazada.

El presidente de la ACF, Noel Montaño, dijo en conferencia de prensa que Marset jugó en total 5 partidos con el equipo, con la identidad falsa. Además, informó que el club había solicitado la deshabilitación de Luis Amorim, el 4 de julio. Consultado si el narco uruguayo era dueño del club, Montaño explicó que la asociación no maneja registro de propietarios, si no por directorios, por lo que no era posible determinar esa versión. Los Leones tuvo dos cambios de dirigentes en el primer semestre de este año, el 9 de enero y el 2 de mayo.

“En enero, los señores Elvis Callejas y Enrique Ballesteros entregaron el directorio nuevo para este 2023, a la cabeza de Roberto Arana y Leonardo Suárez, quienes figuraron como Presidente y Secretario General. Luego, en el mes de mayo se da a conocer un nuevo directorio: Dustin Felipe Mojica y Ademar Araúz, bajo los mismos cargos”, detalló Montaña, a El Deber.

En cuanto al nuevo nombre, con el agregado de Los Leones, la inscripción se hizo el 28 de marzo y pagaron la suma de 8.000 bolivianos (casi 9 millones de guaraníes). Marset se registró el 14 de abril para jugar con la camiseta 23, por lo que sugestivamente su aparición coincidió con los cambios que afectaron al club. De hecho, el operativo policial “León 23″ se inspira en la evidente pasión del uruguayo por entrar a la cancha de fútbol, ya que también fichó en Paraguay por el Deportivo Capiatá, entre el 16 de abril y 29 de mayo del 2021, jugando seis partidos en Segunda División.

Investigado como líder del Primer Cartel Uruguayo (PCU), Marset fue condenado en Uruguay por narcotráfico en 2013. Tras salir de prisión, ingresó a Bolivia por primera vez en 2018, y en abril de 2019 obtuvo la falsa identidad boliviana de Gabriel De Sousa Beumer. Se instaló en Asunción (Paraguay), junto a su pareja Gianina García Troche y entonces dos hijos (hoy son tres), desde el 2020. El 19 de setiembre de 2021 apareció en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) con un pasaporte paraguayo falso, lo que produjo su detención cuando intentaba viajar a Turquía; que habría resuelto gracias a que el consulado uruguayo le envió un pasaporte.

El 19 de agosto de 2022, Marset se comunicó con Telenoche, del Canal 4 de Uruguay, desde un número de teléfono registrado en Sudáfrica para dar su versión sobre diversas acusaciones, incluyendo su implicación en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, el 10 de mayo de 2022, en Colombia. También se especuló que podría haber estado en Mozambique (África). Según las autoridades andinas, Marset volvió a Bolivia en setiembre de 2022 desde Europa.

La detención del uruguayo en Dubái ocurrió cinco meses antes del megaoperativo paraguayo A Ultranza Py, lanzado el 22 de febrero de 2022 para desarticular la organización criminal forjada entre Marset y el clan Insfrán, cuyo principal cabecilla, Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico, fue detenido el 9 de febrero de 2023 en un suburbio de Rio de Janeiro (Brasil), luego extraditado a Paraguay el 19 de mayo, y actualmente se encuentra en la cárcel militar de Viñas Cué.