El papa Francisco llamó a Europa a ser una “constructora de puentes” para la paz en Ucrania y pidió escuchar el “dolor” de las víctimas” de abusos sexuales en la Iglesia, en su primer día en Lisboa para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El jesuita argentino, de 86 años, fue recibido con honores militares tras aterrizar en la mañana en la capital portuguesa, donde se esperan alrededor de un millón de jóvenes católicos de todo el mundo hasta el domingo.
“Mirando con cariño sincero a Europa, en el espíritu de diálogo que la caracteriza, nos saldría espontáneo preguntarle: ¿hacia dónde navegas, si no ofreces procesos de paz, caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos que ensangrientan el mundo?”, cuestionó Jorge Bergoglio en su primer discurso, ante las autoridades y el cuerpo diplomático.
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“El mundo necesita a Europa, a la verdadera Europa; necesita de su papel de constructora de puentes y de paz”, reclamó el pontífice, quien abogó reiteradamente por el fin del conflicto que se desató con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Por la tarde, Francisco acudió al monasterio de los Jerónimos, junto al río Tajo, para encontrarse con representantes del clero de este país donde el 80 % de sus 10 millones de habitantes se definen como católicos.
“Dolor”
Cuarto papa en visitar Portugal, donde ya estuvo en 2017, Francisco abordó la delicada cuestión de los abusos sexuales a menores en la Iglesia, seis meses después de que una comisión de expertos independientes del país publicara un impactante informe. El pontífice argentino se refirió a “la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro”.
Estos escándalos, según él, “llaman a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas”. De acuerdo con el documento, realizado por encargo de los obispos portugueses, al menos 4.815 menores fueron víctimas de abusos sexuales en un contexto religioso desde 1950. Estas agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma “sistemática”, según el informe.
Encuentro con víctimas de estos abusos
El papa debe reunirse en privado con víctimas de estos abusos, indicaron las autoridades eclesiásticas portuguesas, aunque este encuentro no figura por el momento en el programa oficial. La apretada agenda de Francisco, quien hace dos meses se sometió a una operación en el abdomen, arrancó con una entrevista con el presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, en el Palacio de Belém.
En los alrededores, cientos de jóvenes peregrinos le aguardaban desde temprano al son de sus tambores y entonando cánticos como “Esta es la juventud del papa”. “El papa es una persona muy especial porque está cambiando la doctrina de la iglesia, pero para bien”, resaltó María Álvarez, una peregrina de 45 años llegada desde España.
“La diferencia con otros papas es que es latinoamericano”, valoró Samuel Namaver, un estudiante estadounidense de 17 años. “Le gusta el contacto, bromear, hace muchas referencias al fútbol (...) Sabe cómo llegar a nuestros corazones”, agregó.
Misa de apertura
En los últimos días, la capital portuguesa ha ido llenándose de coloridos grupos de jóvenes, llegados de todos los continentes para participar en esta semana de encuentros festivos, culturales y espirituales. La misa de apertura -celebrada el martes, todavía sin Francisco- reunió a 200.000 peregrinos en un parque de la ciudad, según la policía portuguesa.
El primer encuentro multitudinario del pontífice con los jóvenes se producirá la tarde del jueves en una ceremonia en el mismo lugar, a la que podrían acudir 750.000 fieles, de acuerdo a proyecciones de las autoridades locales. A menos de dos meses del inicio en Roma de una asamblea que abordará el futuro de la Iglesia, la JMJ actuará como barómetro sobre la posición de los jóvenes católicos hacia cuestiones como el trato a las personas LGTB+, el matrimonio de los sacerdotes o la posición de las mujeres.
Considerada la mayor reunión internacional de católicos, la JMJ fue creada en 1986 por iniciativa de Juan Pablo II. Después de la celebrada en Río de Janeiro (2013), Cracovia (2016) y Panamá (2019), esta es la cuarta JMJ para Francisco, cuya salud parece cada vez más frágil. Hospitalizado tres veces desde 2021, el pontífice argentino suele desplazarse ahora en silla de ruedas o ayudado por un bastón.
Fuente: AFP