El tipo de cambio informal se disparó este lunes en Argentina a 550 pesos por dólar, frente a los 528 pesos del viernes pasado, en consonancia con una depreciación de la moneda en el mercado legal, en medio de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
El Gobierno argentino estableció a partir de este lunes una serie de medidas para estimular las exportaciones y desincentivar las importaciones, en un intento por aumentar sus muy reducidas reservas internacionales y equilibrar el desbalance en el comercio exterior dentro del sistema de control de cambio que rige desde 2019.
En el primer semestre de este año, el déficit comercial fue de 4.387 millones de dólares. Las reservas internacionales, que estaban por encima de los 44.000 millones de dólares en enero se ubican ahora en poco más de 25.000 millones.
Las medidas contemplan un nuevo tipo de cambio que estará vigente hasta el 31 de agosto para las exportaciones agrícolas, con una tasa de 340 pesos por dólar (mejor que la oficial de 284 pesos por dólar). El objetivo de esta disposición es incentivar las ventas del sector agropecuario, sobre el cual se aplican impuestos y retenciones que permitirían reforzar las mermadas reservas.
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También se fijaron nuevos impuestos a las importaciones, que incidieron en la cotización de los diversos tipos de cambio que existen en Argentina.
Elecciones a la vista
En la tensión por las elecciones presidenciales del próximo octubre, los anuncios fueron recibidos con críticas por la oposición y también entre dirigentes agrícolas. El ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa, justificó sus decisiones ante la Exposición anual de la Sociedad Rural, que agrupa a los mayores productores del campo, principal fuente de divisas del país.
“Hay medidas transitorias que pueden ser más o menos agradables, más o menos cuestionables, pero que tienen que ver con la realidad del momento y que no se pueden analizar como mirada de largo plazo del sector sin tener en cuenta la coyuntura”, argumentó Massa. “Ninguno de ustedes puede desconocer el momento que el programa con el Fondo y la sequía le imponen a la economía argentina”, añadió.
“Devaluación selectiva”
En Argentina hay una docena de tipos de cambio legales, además del informal, conocido como “dólar blue”, que pese a mover una pequeña porción del mercado se constituye en una referencia para los precios de la economía.
“Se sigue una metodología de devaluar de manera selectiva: en vez de devaluar se pone un tipo de cambio para cada producto”, explicó a la AFP Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.
Las medidas, que abarcan también un adelanto de impuestos para las grandes empresas, se tomaron mientras Argentina negocia con el Fondo Monetario Internacional nuevas metas para el programa crediticio por 44.000 millones de dólares que mantiene con el organismo.
El Gobierno y el FMI anunciaron el domingo que acordaron “los objetivos y parámetros centrales” que en los próximos días elevarán a la aprobación del directorio de la entidad, del cual depende que haya nuevos desembolsos, vitales para que el país cumpla sus obligaciones.
Argentina, que en octubre celebrará elecciones presidenciales y parlamentarias, no ha podido cumplir con las metas de acumulación de reservas internacionales y de reducción del déficit fiscal planteadas para el primer y segundo trimestre de este año en ese acuerdo crediticio.
“Todo lo que signifique acercarse a un acuerdo con el Fondo elimina tensiones. Y si hay alguien que tiene interés en que Argentina siga dentro del acuerdo es el propio FMI. Eso explica la flexibilidad con la que negocia”, estimó Beker.
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Para el 31 de julio, el país debe cancelar un vencimiento por unos 2.500 millones de dólares. El 1 de agosto afrontará un pago de intereses de unos 900 millones de dólares más.
Fuente: AFP