La policía iraquí dispersó este sábado una protesta de cientos de partidarios del influyente líder religioso Moqtada Sadr en Bagdad contra las recientes profanaciones del Corán en Europa. La manifestación fue convocada tras informes de prensa sobre una profanación en Dinamarca del libro sagrado de los musulmanes.
El movimiento danés de ultraderecha Danske Patrioter publicó el viernes en su página de Facebook un video que muestra a un hombre quemando un supuesto ejemplar del Corán y pisoteando una bandera iraquí. Contactada por la AFP, la inspectora jefa adjunta de la policía de Dinamarca, Trine Fisker, confirmó que hubo una “pequeñísima manifestación” frente a la embajada de Irak y que se quemó un libro, pero no pudo confirmar si se trataba del Corán.
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En la plaza Tahir, en el centro de la capital iraquí, cientos de manifestantes se congregaron el sábado hacia la 1:00 de la madrugada (22:00 GMT), al grito de “Sí, sí, al Corán” y blandiendo retratos del líder religioso chiita Moqtada Sadr, según un fotógrafo de la AFP. La policía había cortado el acceso a la Zona Verde, el barrio que alberga las instituciones del gobierno y las embajadas, pero los manifestantes intentaron acceder por la fuerza.
Un puñado logró pasar pero la policía les hizo retroceder con porras y gases lacrimógenos, según una fuente de seguridad, que pidió el anonimato. Según el agente, los manifestantes intentaban llegar a la embajada de Dinamarca. En otro incidente, el Consejo Danés para los Refugiados (DRC) informó de un “ataque armado en las primeras horas del sábado” contra las instalaciones de esa oenegé cerca de Basora, en el sur de Irak, que provocó daños materiales, pero sin dejar víctimas.
Crisis diplomática y condenas
Los partidarios de Sadr incendiaron el jueves la embajada de Suecia en Bagdad. Estocolmo fue escenario de dos profanaciones recientes del Corán, la primera a fines de junio y la última el pasado jueves, protagonizadas por un refugiado iraquí, Salwan Momika, de 37 años. Esto desató una crisis diplomática entre Suecia e Irak, que expulsó a la embajadora sueca.
La cancillería iraquí condenó este sábado en un comunicado “la profanación del santo Corán y de la bandera iraquí frente a la embajada de Irak en Dinamarca”. “Estos hechos odiosos no pueden ser vistos como libertad de expresión y libertad de manifestación”, añadió. Sin embargo, reafirmó “su compromiso pleno con la convención de Viena” y aseguró que “el gobierno iraquí responde por la protección y seguridad de las delegaciones diplomáticas”.
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“No podemos permitir que se reproduzca lo que sucedió en la embajada del reino de Suecia”, agregó. Irán condenó también el incidente en Copenhague. “El gobierno danés es responsable de impedir los insultos contra el santo Corán y todo lo que es sagrado para el islam y debe emprender acciones legales para castigar a quienes los insulten”, sostuvo el portavoz de la cancillería iraní, Naser Kanani, en un comunicado.
El Guía Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, pidió a Suecia que entregue a Momika “a la justicia de los países islámicos”. Sadr condenó las profanaciones del Corán, pero se mostró enigmático en cuanto a lo que sucederá con las movilizaciones. “Las palabras ya no tienen ninguna utilidad”, escribió en Twitter el líder que ya ha demostrado en el pasado su capacidad para movilizar a miles de manifestantes.
El jueves, Sadr calificó el incendio de la embajada de Suecia de “acto espontáneo y popular” y advirtió de una “escalada” futura “si se repiten” las profanaciones. Los incidentes de Suecia provocaron una oleada de condenas, con manifestaciones el viernes en Irak, Teherán y Líbano. La policía sueca declaró que había autorizado tales actos en nombre de la libertad de reunión y de expresión, sin que ello significara que los aprobara.
Fuente: AFP.