El acuerdo de exportación de granos ucranianos expiró este lunes a las 21:00 GMT, luego de que Rusia se negó a prorrogarlo tras un ataque ucraniano que destruyó parcialmente un puente que conecta su territorio con la anexionada península de Crimea. El acuerdo firmado en julio de 2022 bajo el auspicio de Turquía y las Naciones Unidas permitió la exportación de casi 33 millones de toneladas de cereales partidas de puertos ucranianos y alivió los temores de una crisis alimentaria mundial.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que millones de personas iban a “pagar el precio” de esta decisión, que, según él, “afectará a las personas más pobres en todo el mundo”. Después de varias prórrogas, el acuerdo expiró en la medianoche de Estambul después de que Rusia llevara varios días advirtiendo de que no veía motivos para prorrogarlo.
“El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy”, dijo a los periodistas Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin. “Tan pronto como la parte [del acuerdo] relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales”, añadió. Moscú lleva meses quejándose de que no se respetan los intereses rusos del pacto, que incluye levantar los obstáculos para exportar productos agrícolas y fertilizantes.
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El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, consideró “inadmisible” la decisión de Rusia y le reprochó usar “la comida como un arma”. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que su país está dispuesto a mantener las exportaciones de grano. “Incluso sin Rusia, se debe hacer todo lo posible para que podamos utilizar ese corredor (para las exportaciones) en el mar Negro. No tenemos miedo”, insistió.
Sin embargo, desde el 27 de junio no se ha aprobado la participación de nuevos buques para exportar granos, informó en un comunicado el Centro de Coordinación Conjunta (CCC), que supervisa el acuerdo. Horas después de su expiración, las autoridades ucranianas anunciaron la activación de los sistemas de defensa antiaérea en la región costera de Odesa, punto de partida de la mayoría de estas mercancías. Rusia lanzó “ataques de drones” contra el sur de Ucrania, dijo el jefe de la administración militar de esta región a orillas del mar Negro.
Explosión en el puente de Crimea
La decisión rusa de no prolongarlo se conoció unas horas después de que drones navales ucranianos atacaran el puente que une Rusia con la península anexada de Crimea, clave para abastecer a los soldados rusos en Ucrania. “El ataque de hoy en el puente de Crimea es una operación especial de los SBU [los servicios especiales ucranianos] y la Marina”, afirmó una fuente de los servicios de seguridad ucranianos a la AFP.
Un matrimonio murió en el ataque y su hija resultó herida, según las autoridades rusas. El puente de Kerch ya había sufrido daños en octubre de 2022, en un atentado que Moscú atribuyó a Ucrania. Kiev había negado estar detrás del ataque. Las autoridades locales interrumpieron el tráfico y animaron a los turistas rusos en la península a volver a casa a través de las zonas ocupadas en el sur de Ucrania, aunque luego se restableció la circulación parcialmente. El presidente ruso Vladimir Putin pidió reforzar las medidas de seguridad en el puente y prometió que su país iba a responder al ataque.
“Teniendo en cuenta que se trata del segundo acto terrorista en el puente de Crimea, espero propuestas concretas para mejorar la seguridad de esta infraestructura de transporte importante y estratégica”, declaró Putin durante una reunión gubernamental retransmitida por televisión. “Claramente habrá una respuesta de Rusia, agregó.
Encarnizados combates
En el terreno, la contraofensiva ucraniana lanzada en junio no cesa. La viceministra de Defensa, Ganna Maliar, aseguró este lunes que sus fuerzas habían recuperado 18 km2 de territorio en el este, cerca de la ciudad de Bajmut, en manos rusas desde mayo. La localidad, que tenía 70.000 habitantes antes de la contienda, quedó totalmente destruida durante la batalla más larga y sangrienta desde que comenzó la ofensiva en febrero de 2022.
En la zona de Kupiansk, en la región de Járkov (noreste), las fuerzas rusas están avanzando “activamente desde finales de la semana pasada”, dijo Maliar. Kiev ha admitido que su contraofensiva avanza lentamente e insta a Estados Unidos y otros países aliados a entregarle más armas de largo alcance y artillería. “La gente debería entender qué precio pagamos por (avanzar)”, declaró a la AFP un comandante sobre el terreno. “Hay muchos enemigos. Necesitamos tiempo para reducirlos”, añadió.
Ataques rusos dañan puertos
Un ataque ruso causó daños en infraestructuras portuarias de Odesa, en el sur de Ucrania, informaron las autoridades militares ucranianas este martes, horas después de que Moscú se negara a prorrogar un acuerdo para exportar grano de esta región. Seis misiles Kalbir lanzados hacia Odesa y 21 drones de fabricación iraní que se acercaban a la región homónima fueron “destruidos” por la defensa antiaérea, explicó el comando meridional del ejército ucraniano en un comunicado.
“Desgraciadamente, los restos de los misiles abatidos y la onda expansiva del derribo dañaron la infraestructura portuaria y varias casas privadas”, añadió, sin especificar en qué ciudad se produjo. Según la fuerza aérea ucraniana, se derribaron 31 drones en todo el país, de los 36 que Rusia lanzó durante la noche.
La región de Odesa, a orillas del mar Negro, alberga terminales marítimas claves para el acuerdo de exportación de granos ucranianos entre Kiev y Moscú que expiró el lunes a las 21:00 GMT. Ese pacto permitió la exportación de más de 32 toneladas de grano ucraniano el año pasado. El gobernador de Mikolaiv, Vitaliy Kim, informó también que una “instalación industrial” fue golpeada por este ataque en la capital homónima de esta región en el sur de Ucrania. El impacto no provocó víctimas, pero originó un incendio que ya fue extinguido, indicó en Telegram.
“No tenemos miedo”
La invasión rusa, iniciada en febrero de 2022, provocó el bloqueo de los puertos en la costa en el mar Negro de Ucrania, uno de los principales productores de cereales del mundo, lo que causó importantes tensiones en el mercado de alimentos mundial. El acuerdo firmado en julio de 2022 con Rusia permitió nuevamente el tránsito de granos, pero Moscú rechazó renovarlo alegando que no se estaba cumpliendo la parte que garantizaba las exportaciones de sus alimentos y fertilizantes.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que millones de personas tendrán que “pagar el precio” de esta decisión, que, según él, “afectará a las personas más pobres en todo el mundo”. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que su país está dispuesto a mantener las exportaciones de grano. “Incluso sin Rusia, se debe hacer todo lo posible para que podamos utilizar ese corredor (para las exportaciones) en el mar Negro. No tenemos miedo”, afirmó.
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La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tildó la decisión de Moscú de “cínica” y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, acusó a Rusia de usar “la comida como un arma”. Naciones Unidas informó que el lunes fue inspeccionado en Estambul el último barco con grano ucraniano que había cruzado el mar Negro en el marco de ese acuerdo.
Según datos del Centro de Coordinación Conjunta (CCC) que ha supervisado el acuerdo, China y Turquía son los principales beneficiarios de las exportaciones de granos, así como las economías desarrolladas. El acuerdo también ha ayudado al Programa Mundial de Alimentos de la ONU a asistir a países con escasez de alimentos como Afganistán, Sudán y Yemen. La noticia de que Rusia se retiraba del pacto tuvo un impacto limitado en los precios internacionales del trigo, que son aproximadamente un 25 % más bajos que hace un año.
Fuente: AFP.