Los precios del petróleo mantuvieron su tendencia alcista el miércoles, impulsados por el apetito por el riesgo tras la buena acogida de un indicador de inflación estadounidense. El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en septiembre subió 0,89 % en Londres y cerró a 80,11 dólares. En Nueva York, el WTI en los contratos para agosto subió 1,22 % hasta 75,75 dólares el barril.

“El retorno del apetito por el riesgo y las expectativas de un aterrizaje suave (de la economía estadounidense) se extendió a los mercados energéticos”, dijo José Torres, de la firma Interactive Brokers. La inflación se situó en el 3 % interanual en junio en Estados Unidos, por debajo del 3,1 % esperado por los economistas, según datos publicados el miércoles.

Este indicador se suma al informe sobre el empleo en Estados Unidos publicado el viernes, que mostró una ralentización en la creación de puestos de trabajo, pero una tasa de paro que sigue históricamente baja. Para muchos inversores, estos dos factores dan crédito a la teoría de que la economía estadounidense solo se está ralentizando de forma limitada.

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Las reservas comerciales estadounidenses de petróleo aumentaron fuertemente la semana pasada, informó el miércoles la Agencia de Información de la Energía (EIA) para sorpresa del mercado, que esperaba una ligera contracción. En la semana cerrada el 7 de julio, las reservas comerciales aumentaron en 5,9 millones de barriles, cuando los analistas esperaban un descenso de 50.000 barriles, según el consenso elaborado por la agencia Bloomberg.

El alza es especialmente atribuida a la caída de las exportaciones (-45 % en una semana), que descendieron a su nivel más bajo desde principios de enero. También influyó una súbita baja de la demanda estadounidense. Los productos petrolíferos entregados en Estados Unidos, un indicador que mide la demanda, cayeron 12 %, alcanzando de nuevo su nivel más bajo desde principios de 2023.

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El aumento de las existencias comerciales también puede explicarse por la leve contracción de 400.000 barriles de las reservas estratégicas. Fue también influyente un ajuste estadístico, que llevó a la EIA a añadir 9,9 millones de barriles a los inventarios estadounidense.

Habitualmente estos cambios tienen por objeto corregir estadísticas de períodos anteriores. Ese factor exógeno nada tiene que ver con la actividad petrolera durante la semana analizada y relativizó el fuerte aumento de las existencias comerciales.

Fuente: AFP.