“Esta es tu oportunidad de salir de la vida cotidiana y descubrir algo verdaderamente extraordinario”, reza la página de la empresa turística marítima OceanGate Expeditions. Nada cambió desde la tragedia del Titán, que le costó la vida a 5 personas, entre ellas el CEO de OceanGate, Stockton Rush. El caso está siendo investigado por Estados Unidos y Canadá, que buscan evitar un siniestro similar al que mantuvo en vilo al mundo.
Sin embargo, el viaje a lo profundo del mar sigue disponible para los aventureros más intrépidos y principalmente para aquellos que tengan suficiente poder adquisitivo, USD 250.000, precio de un lugar para convertirse en “uno de los pocos en ver el Titanic con sus propios ojos”, según promociona la firma estadounidense.
Tras la fallida expedición 2023, que resultó en la implosión del sumergible y la muerte de sus 5 pasajeros, se encuentra disponible una el año que viene, específicamente se cita la “misión 1, del 12 al 20 de junio; y la misión 2, del 21 al 29 de junio” de 2024. El precio incluye una inmersión (3800 metros bajo la superficie), alojamientos privados (camarote y wifi disponible), todo el entrenamiento requerido, equipo de expedición y todas las comidas a bordo.
James Cameron, director de la película “Titanic” y un experimentado explorador de las profundidades del mar, dijo que fueron ignoradas muchas advertencias sobre la seguridad del sumergible turístico que implosionó cerca del famoso barco, matando a cinco personas. Cameron dijo que la pequeña embarcación había causado amplia preocupación en la comunidad de exploración oceánica, y señaló las similitudes entre la tragedia y el hundimiento en 1912 del enorme barco que dejó unos 1.500 fallecidos.
“Estoy impresionado por la similitud entre el desastre del Titanic, cuyo capitán fue advertido varias veces sobre el hielo frente al barco, y aun así aceleró a toda máquina hacia un campo de hielo en una noche sin luna, y en consecuencia mucha gente murió”, dijo Cameron en entrevista con la estadounidense ABC News.
“Y que una tragedia muy similar, en la que no se hizo caso de las advertencias, tenga lugar exactamente en el mismo lugar, con todo el buceo que se está realizando en todo el mundo, creo que es simplemente asombroso”. “Es realmente un poco surrealista”.
El servicio de Guarda Costas de Estados Unidos confirmó este jueves que la pequeña nave, operada por OceanGate Expeditions, sufrió “una catastrófica pérdida de presión de la cámara” en las profundidades del océano, poniendo fin a una multinacional operación de búsqueda y rescate que cautivó al mundo.
Cameron, quien en 2012 se convirtió en la primera persona en bajar al punto más profundo del océano, en un submarino diseñado por él, subrayó que el riesgo de implosión por la presión estaba siempre “primero y principalmente” en la mente de los ingenieros.
“Es la pesadilla con la que todos hemos vivido” en este campo de exploración, dijo, y destacó las marcas de seguridad de la industria durante las últimas décadas. Pero “mucha gente en la comunidad estaba muy preocupada por este sumergible”, agregó. “Varias figuras importantes en la comunidad de ingeniería de inmersión profunda incluso escribió cartas a la compañía diciendo que estaban siendo muy experimentales al cargar pasajeros, y que necesitaban certificarse”.
A bordo del sumergible viajaban el millonario británico Hamish Harding, el empresario paquistaní Shahzada Dawood, y su hijo Suleman -ambos también con nacionalidad británica-, el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet, y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, que cobraba 250.000 dólares por turista.
Cameron mencionó su amistad de 25 años con Nargeolet. “Que haya muerto trágicamente de esta manera me resulta casi imposible de procesar”. El director visitó el naufragio del Titanic mientras dirigía su épica película de 1997, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, y que se llevó 11 premios Óscar. “Conozco el naufragio muy bien. De hecho, según mis cálculos pasé más tiempo en el barco que su capitán en su momento”, dijo.