La guerra de Ucrania, que según estimaciones occidentales dejó más de 150.000 muertos y heridos, dio innumerables e inesperados vuelcos desde la invasión rusa en febrero de 2022 hasta la actual rebelión de la milicia paramilitar rusa Wagner.

El 24 de febrero de 2022, al amanecer, el presidente ruso Vladimir Putin lanza una “operación militar especial” para “desmilitarizar” y “desnazificar” a Ucrania. Afirma actuar en defensa de las autoproclamadas “repúblicas” separatistas prorrusas en Lugansk y Donetsk en la cuenca del Donbás, en conflicto con Kiev desde 2014, y reconoce su independencia.

La invasión se realiza por el norte, el este y el sur de Ucrania, con apoyo de bombardeo aéreos. La Unión Europea (UE) anuncia la entrega de armas a Ucrania. Estados Unidos y sus aliados aportan miles de millones de dólares de ayuda militar. Un año más tarde, Putin también será objeto de una orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI), acusado de deportar a Rusia a miles de niños ucranianos hacia zonas controladas por Rusia.

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Falla rusa cerca de Kiev

En pocos días, las tropas rusas capturan el puerto de Berdiansk, la capital regional de Jersón (sur) y varias ciudades cerca de Kiev. En marzo ocupan la central nuclear de Zaporiyia (sur). Pero su intento de tomar la capital tropieza con la resistencia de las fuerzas ucranianas, galvanizadas por el presidente Volodimir Zelenski convertido en jefe de guerra.

A principios de abril, las tropas rusas deben retirarse de los alrededores de Kiev. En la periferia de la capital se encuentran cadáveres de civiles ejecutados y en ciertos casos con marcas de torturas, en particular en la ciudad de Bucha, que se convirtió en símbolo de las atrocidades imputadas al ejército ruso.

Caída de Mariúpol

El 21 de abril, el Kremlin anuncia la conquista de Mariúpol, puerto estratégico del mar de Azov, donde unos 2.000 combatientes resistían atrincherados desde marzo en los subterráneos de la acería Azovstal. Según Kiev, la batalla dejó al menos 20.000 muertos y la ciudad quedó destruida en un 90%. Moscú consigue así controlar una franja territorial entre la península de Crimea -anexada en 2014- y las zonas separatistas del Donbás.

Revés humillante

A principios de septiembre, el ejército ucraniano realiza un avance sorpresa en el noreste y obligando al ejército ruso a abandonar la región de Járkov. El 9 de septiembre, las fuerzas rusas se ven obligadas a abandonar Jersón, una de las cuatro regiones que Moscú se había anexado en septiembre (junto a Lugansk, Donetsk y Zaporiyia).

Bajmut, la peor de las batallas

A partir de octubre, Moscú ataca con drones explosivos infraestructuras energéticas ucranianas, sumiendo a la población en el frío y la oscuridad. En enero de 2023, el ejército ruso, reforzado por reservistas, vuelve a la ofensiva, especialmente en el Donbás. Empieza la batalla de Bajmut, una ciudad industrial de 70.000 habitantes antes del conflicto. Las fuerzas rusas, con los paramilitares del grupo Wagner en primera línea, se apoderan de su parte oriental de la ciudad. El 20 de mayo, Wagner proclama la canquista total de Bajmut.

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Contraofensiva ucraniana

Ucrania recibe en abril los primeros sistemas estadounidenses de defensa antiaérea Patriot. Previamente ya había recibido tanques pesados occidentales y artillería de largo alcance, El 19 de mayo, el presidente Joe Biden autoriza un futuro envío de aviones de combate F-16. El 3 de junio, el presidente ucraniano anuncia que su país está “listo” para una contraofensiva.

Presa destruida

El 6 de junio, la destrucción de una represa hidroeléctrica en una zona bajo control ruso, de la cual los dos beligerantes se acusan, inunda barrios de Jersón y obliga a miles de personas a evacuar sus hogares.

Localidades liberadas

La contraofensiva ucraniana se inicia a principios de junio, una fase inicial según los analistas. Desde entonces, Moscú insiste en que es un fracaso, pero Kiev asegura haber liberado varias localidades.

La traición

El 23 de junio, el jefe del grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, asegura que el ejército regular bombardeó sus bases cerca de la línea de frente de Ucrania y llama a sublevarse contra el mando militar. Al día siguiente, Prigozhin afirma encontrarse en el cuartel general del ejército en la ciudad rusa de Rostov, centro neurálgico de las operaciones en Ucrania, y controlar varios emplazamientos militares. En un discurso a la Nación, Putin lo tilda de “traidor” y denuncia el riesgo de una “guerra civil”.

Fuente: AFP.

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