El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ha decretado la “emergencia hídrica” para la capital, Montevideo, y toda su área metropolitana, con el objetivo de agilizar la respuesta de las autoridades a la crisis de abastecimiento de agua potable, fruto del descenso histórico en el principal embalse de agua dulce del país sudamericano.
Lacalle Pou ha enfatizado que “el suministro del agua está garantizado”, pero no la calidad, ya que ha asumido que “seguramente” se elevarán las cifras de cloruro y sodio en el agua que sigue llegando a la zona de Montevideo. La empresa estatal ha recurrido en estas últimas semanas a un estuario que recibe agua del mar para paliar las carencias.
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La medida implica diversas cuestiones de carácter práctico, como la centralización de la comunicación sobre esta emergencia, la distribución de suministro a población vulnerable o la exoneración de impuestos para el agua embotellada. El mandatario confía en lograr, además, “procesos jurídicos más rápidos y sencillos”, si bien todo apunta a que no habrá solución a corto plazo y el Gobierno trabaja con un escenario sin lluvias.
Entre los futuros proyectos está la construcción de una presa en el río San José, unas obras que costarán unos 20 millones de dólares y con el que las autoridades quieren compensar el descenso en la reserva de Paso Severino. La construcción empieza esta misma semana, pero será “compleja” y durará en torno a un mes, ha advertido Lacalle Pou, que ha citado entre los objetivos el refuerzo del río Santa Lucía.
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Fuente: Europa Press.