Egipto e Israel han sufrido este jueves las consecuencias de una potente tormenta de arena, marcada por la escasa visibilidad y los fuertes vientos, que dejó varios muertos y heridos, así como daños materiales.
En la capital egipcia, El Cairo, y otras ciudades cercanas la tormenta causó al menos cuatro muertos y cinco heridos. El fuerte viento derribó una gigantesca valla publicitaria sobre unos automóviles, que mató a una persona e hirió a cinco; otra valla publicitaria se derrumbó en una ciudad cerca de la capital, y aplastó a una niña.
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También murió un hombre en la provincia de Menufiyah al caérsele encima una palmera. La cuarta persona murió al perder el equilibrio mientras observaba la tormenta desde el balcón de un cuarto piso en la ciudad de Suez, según replicó el portal de noticias internacionales RT.
Los fuertes vientos y olas de hasta 4 metros de altura obligaron a las autoridades del país a cerrar los puertos de Suez y Zaitiyat, en el mar Rojo. Las tormentas de arena también causaron estragos en el desierto del oeste del país, a lo largo de la costa mediterránea, la zona del Gran Cairo, el delta del Nilo y las ciudades del canal de Suez. Se espera que las inclemencias continúen hasta el viernes.
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