Un hombre y una mujer nacidos en Argentina durante la última dictadura (1976-83) descubrieron que son hijos de los mismos padre y madre aunque se desconoce la identidad de sus progenitores, informó el viernes un juzgado federal argentino. El hallazgo fue hecho en el marco de la búsqueda de hijos de desaparecidos durante la represión militar, un proceso en el cual la organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo ha recuperado hasta ahora la identidad de 132 personas.
Los hermanos, él nacido en 1976 y ella en 1977, fueron presentados por el juez Alejo Ramos Padilla y se reunieron por primera vez en la sede del tribunal que sigue la causa mediante la cual se conoció su origen. Sus nombres no fueron divulgados. El lazo fraterno fue confirmado por el Banco Nacional de Datos Genéticos, que almacena registros de familiares de desaparecidos, en una causa en el juzgado federal de La Plata, a unos 50 km de Buenos Aires.
La investigación se había iniciado en agosto de 2016 a partir de una denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo. Fue tramitada por la unidad especializada en casos de apropiación de niños en la dictadura, que sospechaba que una mujer podría ser hija de personas desaparecidas porque había sido anotada como propia por un agente de la policía bonaerense. La mujer se presentó en el juzgado de La Plata pero dio negativo el cotejo de su ADN con el Banco de Datos Genéticos, tras lo cual se cerró el caso en forma provisoria.
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Pero en enero pasado, el Banco de Datos Genéticos dio cuenta de que un hombre que se había presentado ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad era hermano por parte de madre y padre de esa mujer. Los hermanos fueron citados en diferente horario por el juez que les comunicó la noticia. Los dos quisieron conocerse y se reunieron el mismo día en una sala del juzgado.
Ambos habían sido inscritos como hijos biológicos de dos familias diferentes, sin lazos entre sí. Se sospecha que se trata de hijos de desaparecidos, pero hasta el momento eso no pudo confirmarse, dijo el juez, que consideró de todos modos que ambos fueron privados del derecho a la identidad.
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Abuelas de Plaza de Mayo aún busca a unos 300 bebés robados, cuyas edades rondan ahora los 45 años y viven con la identidad falseada. Por el caso de los dos hermanos, Ramos Padilla dictó tres procesamientos de los involucrados, al acusarlos de retención y ocultamiento de un menor, alteración del estado civil y falsedad ideológica de documento público.
En su resolución, Ramos Padilla consideró que la obligación del Estado es determinar las responsabilidades y “propiciar las condiciones para que aquellos que fueron víctimas de estos hechos puedan conocer su historia y superar el proceso de ocultamiento al que fueron sometidos”.
Fuente: AFP.