La cotización del dólar en el mercado paralelo de Argentina se disparó esta semana y cerró el jueves en 432 pesos por billete verde, 42 pesos más que el viernes pasado, un reflejo de las tensiones políticas y la alta inflación. Aunque de tamaño pequeño en los montos que se negocian, el tipo de cambio paralelo, conocido como “dólar blue”, se toma como una señal del humor de los mercados en un país con bajas reservas y acceso muy restringido o casi nulo al tipo de cambio oficial, que este jueves cerró en 225,21 pesos por dólar.
“Hay una conjunción de hechos que explican esta alza del dólar paralelo”, dijo a la AFP el economista Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Según Letcher, se combinaron “el dato de inflación del mes pasado que fue muy alto (7,7% mensual) lo que significó que el negocio financiero no fuera tan atractivo en pesos y hubo alguna tendencia a la dolarización. Hay pocas ventas, poca oferta en dólares, es un año electoral”.
Sin embargo, dijo que “el origen de esta corrida --el dólar ‘blue’ cotizaba a 392 pesos el viernes pasado y este jueves llegó a tocar los 440 pesos para luego bajar a 432 pesos-- fue el ruido político que derivó en la salida del gobierno del (jefe de asesores del presidente Alberto Fernández) Antonio Aracre”, un exempresario del sector agrícola recientemente incorporado al gobierno.
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El martes circuló una versión que habría salido del propio Aracre, según la cual él mismo iba a reemplazar al ministro de Economía, Sergio Massa, quien se encuentra en plenas negociaciones para intentar revisar las condiciones de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional por 44.000 millones de dólares.
Según la prensa, el exjefe de asesores habría prometido a empresarios una inminente devaluación de 60% y un desdoblamiento cambiario, lo que frenó también la liquidación de la soja entre el martes y miércoles, de la que depende Argentina para evitar que sigan cayendo sus alicaídas reservas, de 36.635 millones de dólares. Tras conocerse esa versión, Aracre renunció.
Escasez de dólares
El problema de fondo es la escasez de dólares, agravada por la sequía, la peor desde 1929. Según el economista, “eso hace que haya tensiones fuertes hacia una devaluación o lleva a retener la cosecha” de los agroexportadores que esperan un mejor momento para liquidar sus divisas.
El 5 de abril, el gobierno había lanzado un plan para estimular la liquidación de productos agropecuarios a un tipo de cambio de 300 pesos, más alto que el oficial, en busca de fortalecer las reservas, que han caído unos 8.000 millones de dólares desde su nivel de 44.608 millones del 2 de enero.
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La operatoria viene más lenta que lo esperado por el gobierno, pero este jueves, tras 48 horas sin ningún movimiento, se reanudaron las liquidaciones de “dólar soja”, lo que tranquilizó la plaza. Tras pedirle hace dos días la renuncia a Aracre, Fernández recibió este jueves a Massa y el gobierno difundió una foto de ellos dos sonrientes, para intentar dar por terminado el episodio. Del encuentro no salió ninguna declaración.
En medio de la tensión cambiaria, con la intención de “mantener el incentivo de ahorro en pesos”, el Banco Central subió la tasa de interés de 78% a 81% para las Letras de Liquidez (Leliq) y los plazos fijos, según un comunicado de la autoridad monetaria. Esa tasa, sin embargo, sigue siendo inferior al índice de inflación anualizada, de 104% en el periodo marzo 2022-marzo 2023.
Fuente: AFP.