El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, se reúne este viernes con el presidente chino Xi Jinping en Pekín, en una visita de Estado para escuchar la “voz” del gigante asiático sobre el conflicto en Ucrania. En el segundo día de su viaje a China, Sánchez inició su agenda en la capital con un encuentro con el nuevo primer ministro Li Qiang, que lo recibió con una guardia de honor en el Gran Palacio del Pueblo.
“Iniciamos en Pekín una intensa agenda de encuentros con el objetivo de relanzar las relaciones bilaterales entre ambos países, tanto comerciales como culturales, y abordar la situación geoestratégica global”, tuiteó el jefe de gobierno junto a una imagen con Li Qiang.
Por la tarde, el jefe del gobierno mantiene reuniones con Xi Jinping y el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji, antes de ofrecer una rueda de prensa en la embajada de España. En un encuentro en noviembre en la isla indonesia de Bali durante la cumbre de líderes del G20, Sánchez reclamó a Xi que “utilice su influencia como potencia estabilizadora para poner fin a la guerra”.
Sánchez es el segundo líder de un país de la Unión Europea en viajar a Pekín desde el inicio de la pandemia, y el primero en hacerlo desde que China presentó una propuesta política para resolver la guerra en Ucrania.
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“Alto grado de responsabilidad”
Al anunciar su visita, el dirigente español aseguró que la “voz” de China “debe ser escuchada para ver si podemos poner fin a esta guerra”. En la víspera, en el foro económico Boao, Sánchez condenó “la agresión brutal e ilegal de Rusia contra Ucrania” y dijo que “nadie quiere fragmentación económica o la guerra”.
China nunca ha denunciado la invasión rusa, pero trata de presentarse como un mediador neutral y desveló en febrero doce puntos para una resolución política, en los que reclama diálogo y respeto por la soberanía territorial de todos los países. Xi habló la semana pasada de esta propuesta con Vladimir Putin durante una cumbre en Moscú en la que el presidente ruso se dijo abierto al diálogo y elogió la iniciativa china.
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El plan fue recibido con escepticismo desde Estados Unidos y la UE, pero Sánchez exaltó los esfuerzos diplomáticos de las autoridades chinas. “Celebro la intensificación de los contactos diplomáticos de las autoridades chinas con líderes de todo el mundo. Refleja un alto grado de responsabilidad”, dijo el jueves en Hainan.
La visita de Sánchez precede al viaje a China la próxima semana del presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que también abordará la cuestión de la guerra. “La forma en que China siga interactuando con la guerra de Putin será un factor determinante para el futuro de las relaciones de la UE y China”, advirtió el jueves Von der Leyen.
Agenda económica
En pleno año electoral, Sánchez busca demostrar la influencia internacional de España, que en julio asumirá la presidencia rotatoria de la Unión Europea. En la última semana, el líder socialista, que a finales de año se enfrenta a unos comicios generales, participó en una cumbre europea en Bruselas, en la Cumbre Latinoamericana de Santo Domingo y ahora viajó a Pekín.
La agenda en China también tiene un componente económico, con reuniones con empresas españolas en este país y operadores turísticos del gigante asiático. Con Li Qiang, Sánchez abordó cuestiones de cooperación económica, turismo, agricultura y cultura y le trasladó que la Unión Europea desea una “relación comercial más equilibrada” con Pekín, según un comunicado de Moncloa.
La reunión también incluyó la firma de cuatro acuerdos de colaboración en educación, deporte y exportación de productos agrícolas. En el foro económico de Hainan, Sánchez había presentado a su país como “uno de los mejores lugares de Europa para invertir y hacer negocios”, y abogó por fomentar la cooperación económica entre China y Europa. Sin embargo, pidió a las autoridades chinas “proporcionar un marco regulador estable que permita a las empresas nacionales y extranjeras competir en igualdad de condiciones”.
Fuente: AFP.