Las protestas se multiplicaron el sábado en Francia contra la reforma de las pensiones impuesta por decreto por el presidente liberal Emmanuel Macron, en un clima de creciente tensión política y social, con el inicio de bloqueos de refinerías. Las autoridades prohibieron las concentraciones en la plaza de la Concordia de París, frente a la Asamblea Nacional (cámara de diputados), tras dos noches de manifestaciones que dieron lugar a incidentes con centenares de detenciones.

A la espera de una nueva jornada de protestas convocada por los sindicatos el próximo jueves, los paros sectoriales ralentizan la actividad de la segunda economía de la Unión Europea (UE) y toneladas de basura se amontonan en sus principales ciudades. La decisión de Macron de aprobar la reforma mediante una disposición constitucional -el artículo 49.3- que le permite saltarse el voto legislativo dio nuevo fuelle a la indignación popular, que venía mermando, y radicalizó a grupos de jóvenes.

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“¿Qué nos queda sino seguir manifestando? Las movilizaciones eran pacíficas, hasta la aplicación del 49.3. Ahora hay potencial para un aumento de la tensión social”, consideró Romain Morizot, un ingeniero de telecomunicaciones de 33 años, en la marcha de Marsella, segunda ciudad de Francia. Diputados de fuerzas opositoras presentaron dos mociones de censura, que se discutirán a partir del lunes.

La aprobación, en principio difícil, de cualquiera de ellas anularía el decreto presidencial y obligaría a la primera ministra Elisabeth Borne a presentar su renuncia. La reforma que incendió al país pretende retrasar la edad de la jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como ahora) para cobrar una pensión completa.

Escasez de combustible

Una marcha reunió el sábado a unos 4.000 manifestantes, según una fuente policial en una zona populosa de París. De acuerdo con esa fuente, 81 personas fueron detenidas en la Place d’Italie y alrededores, donde se restableció la calma hacia las 22:30 (21:30 GMT). Los organizadores de la concentración ordenaron su dispersión cuando algunos grupos empezaron a incendiar cubos de basura y a destruir paradas de autobuses. Varias ciudades fueron teatro de otras marchas, como Marsella, Brest, Toulon o Montpellier.

La mayor refinería de petróleo de Francia, situada en Normandía (noroeste), empezó a paralizar sus instalaciones el viernes por la noche y otras podrían imitarla a partir del lunes, indicaron fuentes sindicales. El ministro de Industria, Roland Lescure, indicó que el gobierno podría ordenar requisas de personal para evitar la escasez de carburante. También se ordenaron requisas de recolectores de basura de París para empezar a despejar unas 10.000 toneladas de residuos que se acumulan en las calles de la capital.

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Una encuesta publicada por el Journal du Dimanche reveló que la popularidad del presidente se derrumbó en marzo al 28%, el nivel más bajo desde la crisis de los “chalecos amarillos” de 2019. Según el estudio, realizado entre 1.928 personas del 9 al 16 de marzo, el 70% de los consultados dicen estar inconformes con la gestión de Macron.

“Estamos hartos”, dijo Ariane Laget, de 36 años, que estaba en una manifestación de unas 200 personas en la pequeña ciudad sureña de Lodeve. “Sentimos que nos pisotean y nadie nos escucha”. Una de las mociones de censura contra el gobierno fue presentada por el grupo parlamentario independiente LIOT y otra por el partido ultraderechista Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, derrotada por Macron en la segunda vuelta de las dos últimas elecciones presidenciales.

La presentada por LIOT puede recabar el máximo de apoyos, pero se quedaría a unos 30 votos de los 287 necesarios (la mitad más uno de los 577 escaños) para hacer caer la reforma. El frente de izquierdas Nupes y el partido de Le Pen anunciaron que apoyarían la moción de LIOT. Los votos faltantes deberían provenir del partido opositor de derecha Los Republicanos, que negoció con el oficialismo la reforma de las jubilaciones, aunque con la disidencia de unos veinte de sus legisladores.

Fuente: AFP.

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