Irán reconectará las cámaras de vigilancia y autorizará más inspecciones en sus sitios nucleares, anunció este sábado pasado el jefe de la agencia nuclear de la ONU, que destacó un paso “muy importante” hacia una posible reactivación del acuerdo del 2015 entre la República Islámica y las grandes potencias.
“Hemos alcanzado un acuerdo para que las cámaras y los sistemas de vigilancia vuelvan a funcionar”, dijo en Viena el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, al regresar de una misión de dos días a Teherán.
Por otra parte, Irán aceptó incrementar en un 50% el número de inspecciones a la planta subterránea de Fordo, donde se detectaron partículas de uranio enriquecido a 83,7%, un nivel cercano al requerido para fabricar una bomba atómica.
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La agencia nuclear de la ONU confirmó la detección en Irán de partículas de uranio enriquecido a 83,7%, apenas por debajo del 90% requerido para fabricar una bomba atómica, aunque sin precisar si ese nivel se alcanzó accidental o voluntariamente.
Las partículas se detectaron en muestras recogidas en enero en la planta subterránea de Fordo, precisó el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), confirmando reportes de fuentes diplomáticas. El OIEA pidió “aclaraciones” y “las conversaciones prosiguen” para determinar el origen de esas partículas, agrega el reporte, que será presentado en la reunión del Consejo de Gobernadores de la entidad.
Irán, que niega cualquier intención de dotarse del arma nuclear, indicó en una carta al OIEA que la eventual presencia de ese tipo de partículas pudo deberse a “fluctuaciones involuntarias” durante el proceso de enriquecimiento. Irán desmintió la semana pasada haber enriquecido uranio a más de 60% y aseguró que pretender lo contrario constituye “una distorsión de los hechos”.
Vista del jefe del OIEA
El director general del OIEA, Rafael Grossi, viajó a la República Islámica tras haber recibido una “invitación oficial”, indicó el portavoz de la instancia iraní de la energía atómica, Behrouz Kamalvandi. Irán limitó el año pasado las inspecciones y desactivó las cámaras de vigilancia de sus plantas de enriquecimiento de uranio, por lo cual el OIEA difícilmente puede controlar la evolución de su programa nuclear.
Las negociaciones para reactivar el acuerdo concluido en el 2015 para limitar las actividades atómicas de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales están actualmente estancadas. Esas negociaciones empezaron en abril del 2021 en Viena, sede del OIEA, pero están bloqueadas desde agosto del 2022, en un contexto de crecientes tensiones.
El acuerdo del 2015 agoniza desde que Estados Unidos se retiró de él en el 2018, bajo la presidencia de Donald Trump. La República Islámica fue ignorando desde entonces varios compromisos de ese acuerdo. El informe consultado por la AFP indica que las reservas de uranio enriquecido de Irán totalizaban el 12 de febrero 3.760,8 kilos, 18 veces más que 202,8 kilos autorizados por el acuerdo del 2015.
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Y el proceso de enriquecimiento alcanza niveles cada vez más elevados respecto al tope de 3,67% establecido por el acuerdo. Actualmente dispone de 434,7 kilos enriquecidos a 20% y de 87,5 a 60%. En cuanto a la tasa detectada de 83,7%, “aunque sea accidental, no por ello es menos preocupante”, consideró Kelsey Davenport, experta de la Arms Control Association.
“Esto debería suponer una advertencia” para la comunidad internacional, apuntó, instando a Estados Unidos e Irán a “definir una nueva estrategia para aplacar la crisis”. El director de la CIA, William Burns, expresó su preocupación durante una entrevista con la cadena CBS, juzgando que a Teherán le bastarían unas semanas para alcanzar el nivel del 90%, si se deciden a “cruzar esa línea”.
Con todo también se deberían lograr otros umbrales, y Estados Unidos “no cree que el líder supremo de Irán haya tomado la decisión de reanudar la militarización del programa suspendido o abandonado a finales del 2003″, agregó. En la misma entrevista, Burns se mostró alarmado por una “peligrosa” escalada en la cooperación militar entre Irán y Rusia.
Fuente: AFP.