“Me duele mucho no haber ayudado a mi hijo, el video lo tengo plasmado en la mente y es difícil abrazarme con los padres de los asesinos”, fue lo que contestó Silvino Báez, padre de Fernando Báez Sosa, sobre si los padres de los rugbiers que atacaron a su hijo y acabaron con su vida se habían acercado a él o a su esposa a pedir perdón o a dialogar.

En el marco de la sentencia a prisión perpetua a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi, tras hallarlos culpables de homicidio doblemente agravado con premeditación y alevosía, y la decisión del tribunal de condenar a quince años de cárcel a Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi; Silvino fue tajante al ser consultado en la 1020 AM: “La Justicia estuvo un poco liviana porque creo que faltaba más para la prisión perpetua para todos”.

El padre de Fernando aclaró que fue un paso muy importante lo que se dio este lunes pasado, con la lectura de la sentencia a tres años del crimen, pero que faltó poco para completar la justicia que esperaban, ratificando la apelación de la condena de tres de los 8 condenados. “Uno de esos chicos tiene el ADN de mi hijo en su mano y por eso digo que la Justicia estuvo un poco liviana; vamos a apelar con toda la fuerza que tiene el doctor Fernando Burlando y su gente”, sentenció.

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Silvino Báez reconoció que las imágenes fueron claves para el caso y la reconstrucción del mismo, a tal detalle que era irrefutable lo ocurrido y que esto permitió que la investigación no sea encajonada y olvidada como muchos casos de violencia, en que se denuncian como simples peleas, pero no es así en realidad “Desde el primer momento que pasó esto hasta la policía lo quiso poner como una muerte en riña; el comisario cuando me llamó me dijo que mi hijo murió en una riña”, comentó.

“Dentro de todo mi esposa está bien, la emoción a muchos provoca tristeza y ansiedad. Anoche no pudimos dormir, pero fuimos con fuerza hoy”, mencionó en otro momento de la entrevista asegurando que han vivido momentos duros y terribles durante los últimos años, pero que la sentencia trae un poco de alivio a la familia.

El padre de Fernando destacó que cuentan con el apoyo de mucha gente que no son parientes, pero que los han cuidado y acompañado mucho desde que ocurrió la tragedia en el vecino país, aclaró que sus familiares más directos se encuentran en Paraguay, en Asunción y Carapeguá.

“No creo que volvamos a Paraguay al terminar el juicio, aquí tenemos nuestros trabajos, nuestra casa y a nuestro hijo, a quien vamos a visitar cada domingo”, subrayó Silvino Báez, quien entiende que el proceso en contra de los atacantes de su hijo aún no ha culminado y que sus vidas se encuentran fuertemente arraigadas en la Argentina.

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