El pasado jueves 26 se desarrolló la última jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, donde la defensa de los rugbistas, representada por el abogado Hugo Tomei, pudo presentar sus alegatos. Posterior a esto, los rugbistas tuvieron la oportunidad de hablar y pidieron disculpas ante el Tribunal; sin embargo, los padres de la joven víctima no consideraron sinceras sus expresiones.

“Yo lo tomé de quienes vienen, no me llegaron sus disculpas, creo que después de tres años en los que hemos pasado por mucho y estos días en la audiencia fueron muy duros. Creo que en el tercer día de la audiencia se pasaron riéndose cuando vino a declarar el señor Ventura, creo que como dijo el doctor Burlando, estaba muy coacheado (ensayado, preparado)”, expresó Silvino Báez, padre de Fernando, en comunicación con el canal argentino El Trece.

Las últimas palabras de los rugbistas en el marco del juicio estuvieron acompañadas por lágrimas por parte de algunos, en especial de Máximo Thomsen, el rugbista más complicado en el caso por ser señalado por los videos y testigos como uno de los agresores principales de Fernando. Silvino no consideró que las lágrimas hayan sido de arrepentimiento, sino “porque sabe lo que se le viene”.

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“Las lágrimas fueron sinceras para la Fiscalía no para nosotros, él quiere demostrar que lo que hizo no fue con intención y está bien, que llore, que patalee. Acá la justicia tiene que demostrar quiénes son los culpables y castigar, y si son los ocho, pues que sea a los ocho”, aseveró.

Silvino cuestionó la actitud de supuesto arrepentimiento por parte de los ocho imputados, y manifestó que no cree que sean verdaderas las disculpas, en especial las de Thomsen, dado que cuando tuvieron la oportunidad de declarar, no fueron precisos con lo sucedido aquel 18 de enero del 2020.

“Cuando declaró ante la Fiscalía, dijo un montón de mentiras que no olvido, dijo que tiró un montón de patadas, pero que no se acordaba a quién pegaba, o sea todo lo que dice es contradictorio, si declaró, lo hizo mintiendo”, apuntó, y añadió: “No me conmueve nada”.

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Buscan justicia

Silvino Báez relató que tanto para él como para su esposa Graciela, estos tres años y en especial el desarrollo del juicio han sido muy duros. “Hay días que no sé qué camino tomar”, expresó y aseguró que ellos no buscan venganza. “Venimos a buscar justicia”, manifestó. Añadió que, pese a que lo determine la justicia, la angustia por la que pasan no acabará, ya que no duda de que la defensa de los imputados apelará el veredicto.

Otra cuestión muy difícil que les tocó atravesar fue el de ver una y otra vez los videos de la agresión contra su hijo, señaló, así como escuchar los testimonios de los amigos de Fernando, quienes estuvieron en el momento de la agresión, afirmó que les sorprendió la crueldad con la que actuaron los imputados.

“No sé cuántas veces vimos, el último video que pasaron estaba con calidad mejorada, era muy claro, se veía a todos los culpables al lado de mi hijo, si fuera por mí ahí mismo decía que todos son culpables, pero eso no está a mi cargo. Fue una crueldad enorme, me asustó verlo todo, por eso después de escuchar a los imputados pidiendo perdón y diciendo ‘no quisimos matar’, pero si patean a la cabeza es porque quieren matar”, enfatizó.

Acabaron con su vida en segundos

El padre de Fernando manifestó que al igual que Graciela, le hubiese gustado poder estar en el lugar de los hechos y poder defender a su hijo de la agresión; no obstante, señaló que ni los amigos de Fernando pudieron ayudarlo, puesto que todo fue muy sorpresivo y violento.

“Lo que más me duele es haber estado tan lejos de él en ese momento, los testigos no pudieron aclarar en cuántos minutos acabaron con la vida de mi hijo, algunos dicen que fue en un minuto y eso duele mucho, porque nosotros a Fernando lo criamos con tanto amor y estos 8 inadaptados terminaron en segundos con la vida de nuestro hijo, ese es un dolor que tengo clavado en el alma y que voy a llevar conmigo toda mi vida”, lamentó.

Con la audiencia del jueves 26, culminó el juicio y ahora solo queda esperar el veredicto y sentencia que debe dictar el Tribunal de Dolores, el que está presidido por la jueza María Claudia Castro. La decisión de los magistrados se dará a conocer el próximo 6 de febrero, a las 13:00. La Fiscalía que investigó el caso reiteró su pedido de cadena perpetua para los ocho imputados.

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