El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva consideró “urgente” que el Mercosur cierre un acuerdo con la Unión Europea antes de negociar con China, durante una visita a Uruguay, país que avanza por su cuenta tratativas comerciales con Pekín.

Durante su permanencia en Montevideo, Lula también dio un guiño a la oposición al sostener encuentros con el expresidente José Mujica (2010-2015) y otras figuras de la coalición de izquierda Frente Amplio (FA). “Es urgente y sumamente necesario que el Mercosur haga un acuerdo con la UE”, exhortó Lula tras reunirse con su par uruguayo Luis Lacalle Pou.

“Vamos a intensificar nuestras discusiones con la UE y firmar ese acuerdo para que podamos discutir enseguida un acuerdo entre China y Mercosur”, agregó el visitante, que llegó a la residencia presidencial acompañado de su esposa Rosangela.

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Uruguay inició negociaciones con Pekín y pidió el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de sus socios del Mercosur, generando tensiones y advertencias de Brasil, Argentina y Paraguay de que el bloque podría resquebrajarse. Pero Lacalle Pou fue claro al señalar que “nosotros pertenecemos al Mercosur y tenemos esa vocación incambiada”.

Montevideo pide desde hace años mayor flexibilidad al Mercosur, así como apertura comercial, reclamo que Lula consideró “más que justo”. “Es justo querer producir más y querer vender más. Por eso es importante una apertura”, señaló, al tiempo que dijo estar “totalmente de acuerdo” con renovar al Mercosur “todo lo que sea necesario”.

“Disneylandia”

Pese al “optimismo” externado por Lacalle Pou tras la reunión con Lula, las tensiones en el seno del bloque están instaladas. Los socios han dejado claro que la postura uruguaya de impulsar acuerdos con terceros viola los estatutos fundacionales del Mercosur, creado en 1991, y llegaron a amenazar a Montevideo con medidas jurídicas y comerciales.

Uruguay considera que Argentina y Brasil también han incumplido los estatutos con la adopción de medidas como reducciones del Arancel Externo Común, y que otros postulados fundacionales, como crear una unión aduanera o un mercado común, no se han cumplido. Lacalle Pou recordó en rueda de prensa en Buenos Aires que “la definición” de abrir el comercio de su país a terceros fue adoptada en Uruguay hace varios gobiernos.

El lunes, el ministro argentino de Economía, Sergio Massa, junto a su par brasileño Fernando Haddad, dijo que “Uruguay es uno de los hermanos menores del Mercosur y Brasil y Argentina tienen la responsabilidad de cuidarlo como a todo hermano menor”. Consultado sobre esta afirmación, Lacalle Pou respondió que la visión planteada desde la otra orilla del Río de la Plata “parece Disneylandia”.

Respaldo a la oposición

Tras la reunión con Lacalle Pou, Lula se dirigió a un encuentro con la intendenta (alcaldesa) de Montevideo, Carolina Cosse, una de las principales figuras del FA. El brasileño recibió una medalla por su contribución al medioambiente de manos de Cosse, en un acto público desde un balcón de la Intendencia.

Lula celebró la paridad de género al destacar que “una mujer ingeniera dirige esta ciudad”. Unas tres mil personas, muchas con distintivos de partidarios del FA o el Partido de los Trabajadores (PT) brasileño, se congregaron para saludar a Lula en las puertas del palacio municipal desbordando hacia la avenida 18 de Julio, que fue cortada por el evento. Luego se dirigió a la chacra de su amigo José Mujica en Rincón del Cerro. Lula y Rosangela se fundieron en un abrazo con Mujica y su esposa, la exsenadora y exvicepresidenta Lucía Topolanski.

Entre otros, también estaban el presidente del FA, Fernando Pereira, y el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, otra de las principales figuras del FA cuya eventual candidatura cuenta con el respaldo de Mujica. Alejados de la prensa, se sentaron a conversar bajo un toldo verde y rojo en el jardín del frente de la chacra. Lula y Mujica dieron un paseo dentro del predio en el viejo Volkswagen escarabajo del exmandatario.

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Tras el encuentro, Mujica dijo a los periodistas que Lula “está en un partido muy difícil” tras la asonada del 8 de enero de Brasilia, y que tiene “amargura” por “la situación en su país”. Sobre la integración, señaló que “hay que hacer muchas cosas que no tienen que separar entre izquierda, derecha y centro”, porque de lo contrario “somos boleta (estamos muertos)”. También instó a “mejorar el Mercosur”.

Los encuentros con referentes frenteamplistas generaron incomodidad en algunos integrantes del gobierno, al ser vistas como un fuerte respaldo a la oposición en un año preelectoral. “Representa un acto de política interna al establecerse una preferencia clara sobre un determinado partido político del país”, opinó el expresidente Julio María Sanguinetti (1985-1990, 1995-2000) en declaraciones al diario local El País.

Fuente: AFP.

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