El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llega este miércoles a Montevideo para reunirse con su par uruguayo, el centroderechista Luis Lacalle Pou, con la flexibilización del Mercosur sobre la mesa, pero también en busca de dar un espaldarazo a la izquierda local al reunirse con su amigo José Mujica.
“La visita destacará la centralidad atribuida por Brasil a la relación con Uruguay” y su “importancia (...) dentro del proyecto de fortalecimiento del Mercosur, una de las prioridades del nuevo gobierno brasileño”, indicó la Presidencia brasileña en un comunicado.
El Mercosur atraviesa una profunda crisis en medio de la decisión de Uruguay de negociar un acuerdo de libre comercio con China y solicitar el ingreso al Acuerdo Transpacífico sin la anuencia de sus socios Brasil, Argentina y Paraguay, que han advertido que el bloque podría resquebrajarse.
Mientras el expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022) llegó a acercarse a la postura uruguaya, que pide una apertura del bloque fundado en 1991 para explorar tratados comerciales bilaterales con países extrazona, Lula coincide con los fuertes reparos de Buenos Aires y Asunción. Los tres países argumentan que el tratado fundacional del bloque señala que cualquier TLC con naciones fuera del Mercosur requiere el visto bueno de todos los integrantes del grupo, y que romper esa regla pone en peligro el futuro del proceso.
“Disneylandia”
Brasil expresó el martes en Buenos Aires, en el marco de la cumbre de la CELAC, que considera que el Mercosur debe quedar como está. “Creemos que el Mercosur debe ser preservado”, enfatizó Celso Amorim, excanciller durante las primeras presidencias de Lula y asesor principal del mandatario, un día antes de desembarcar en Montevideo.
“Vamos a conversar. Dentro de la idea de preservación, está el arancel externo común. Eso es una cosa que no es exigencia de Brasil o de Argentina, es el artículo primero del Tratado de Asunción”, afirmó Amorim. Ese artículo del texto constitutivo del Mercosur consagra “el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados, y la coordinación de posiciones en foros económico comerciales regionales o internacionales”.
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Uruguay considera que Argentina y Brasil ya han adoptado medidas bilaterales dentro del bloque como, precisamente, reducciones del Arancel Externo Común, y sostiene que otros postulados fundacionales, como constituir una unión aduanera o un mercado común, no se han cumplido. El presidente Lacalle Pou recordó en rueda de prensa en Buenos Aires que “la definición” de abrir el comercio de su país a terceros fue adoptada en Uruguay hace varios gobiernos.
El suyo resolvió avanzar en un TLC con China, que expresó públicamente su interés en negociar con Uruguay. Los dos países avanzan en las tratativas tras realizar un estudio de factibilidad. La situación crispa a Argentina, Brasil y Paraguay, que llegaron a amenazar a Montevideo con medidas jurídicas y comerciales. La tensión en el seno del bloque es palpable.
El lunes, el ministro argentino de Economía, Sergio Massa, junto a su par brasileño Fernando Haddad, dijo que “Uruguay es uno de los hermanos menores del Mercosur y Brasil y Argentina tienen la responsabilidad de cuidarlo como a todo hermano menor”. Consultado sobre esta afirmación, Lacalle Pou respondió: “Parece Disneylandia”.
Respaldo a la oposición
Luego del encuentro con Lacalle Pou en la residencia presidencial, Lula visitará a la intendenta (alcaldesa) de Montevideo, Carolina Cosse, una de las principales figuras del opositor Frente Amplio (FA). De hecho, la coalición de izquierdas, que estuvo en el poder durante 15 años bajo las presidencias de Tabaré Vázquez (2005-2010, 2015-2020) y José Mujica (2010-2015), convocó a sus militantes a través de sus redes sociales para que asistan a la explanada municipal a saludar a Lula “en defensa de la democracia y la integración latinoamericana”.
El brasileño recibirá una medalla por su contribución al medioambiente de manos de Cosse, en un acto público desde un balcón de la Intendencia, en la céntrica avenida 18 de julio. Al finalizar, en compañía de su esposa Rosangela, hará su última parada antes de emprender el retorno a Brasil en la chacra de Mujica, en Rincón del Cerro, una zona rural al oeste de Montevideo.
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El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, podría participar del encuentro. Las citas con referentes frenteamplistas han generado incomodidad en algunos integrantes del gobierno, al ser vistas como un fuerte respaldo a la oposición en un año preelectoral.
“Representa un acto de política interna al establecerse una preferencia clara sobre un determinado partido político del país”, opinó el expresidente Julio María Sanguinetti (1985-1990, 1995-2000) en declaraciones al diario local El País. Sanguinetti fue parte de la comitiva uruguaya en la asunción de Lula en Brasilia el 1 de enero junto a Lacalle y Mujica, en un gesto de convivencia republicana muy elogiado tanto en el país como en el exterior.
Fuente: AFP.