La etapa final del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, quien fue atacado por un grupo de rugbiers, comenzó con la presentación de los alegatos de la Fiscalía, posteriormente irá con la defensa de la familia Báez Sosa y luego será el turno de los acusados. “Si se demuestra el dolo directo será posible aplicar la cadena perpetua como pena”, explicó el abogado José Ignacio González Macchi para GEN/Nación Media.
La querella no presentó el agravante de crimen de odio y al respecto el abogado González Macchi resaltó que este agravante debe estar bien demostrado. “No iba a ser muy fácil aplicarlo porque también se referían a Fernando como una persona de la clase alta para golpearlo, por lo cual creo que esa llegó a ser la razón por la que Burlando no presentó el agravante de crimen de odio”, explicó.
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No obstante, la cuestión que quedó plasmada fue la de alevosía, remarcando que si una persona ve los videos de los momentos previos y cuando los acusados salen de la discoteca, se puede mencionar la elaboración de un plan para atacar de una manera determinada. Con esto en mente, la admisibilidad de la alevosía se aplica para ser probada.
“La otra figura, que fue rechazada en un juicio anterior, es el crimen por placer y se debe al hecho de representan también una condicionante agravante que se debería demostrar con mayores elementos de convicción. El ensañamiento debe estar probado de una manera precisa y se debe describir cómo fue el ataque, qué se dijo durante el hecho y para ello probablemente no se cuenten con los testigos o una cámara fija”, subrayó.
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Estrategias
El abogado indicó que toda estrategia de una parte, en este caso la querella, tiende a tratar de convencer a los jueces. Así, en los alegatos se deben presentar hechos convincentes con base en elementos concluyentes para luego pasar a adecuar esos hechos al derecho, es decir, a un asesinato con premeditación.
“La alevosía sería actuar buscando la indefensión de la víctima, atacar a traición, por la espalda. Cuando hay varios involucrados se debe distinguir a los autores, respecto de los instigadores y los que se limitaron a ser cómplices; si no hay pruebas directas de los que participaron golpeando a Fernando o a quienes quisieron defenderlo, se deberá estudiar cómo plantear la coautoría”, adelantó además.