Brasil quiere mantener el tratado fundacional del Mercosur sin cambios y el arancel externo común del bloque, afirmó este martes Celso Amorim, asesor principal del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva en temas internacionales.

En rueda de prensa al término de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) que se celebró en Buenos Aires, Amorim fue tajante en su objeción a la decisión uruguaya de negociar acuerdos comerciales bilaterales sin la autorización de los socios del Mercosur, un bloque fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

“Uruguay en muchos aspectos es un ejemplo de civilidad en América Latina, y en muchas cosas son muy avanzados, pero creemos que el Mercosur debe ser preservado”, enfatizó Amorim, un día antes de una visita oficial de Lula a su par Luis Lacalle Pou en Montevideo.

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“Vamos a conversar. Dentro de la idea de preservación, está el arancel externo común. Eso no es una cosa que no es exigencia de Brasil o de Argentina, es el artículo primero del tratado de Asunción”, afirmó Amorim, quien fuera canciller de Lula durante sus dos primeras presidencias (2003-2010).

Ese artículo del texto constitutivo del Mercosur consagra “el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados, y la coordinación de posiciones en foros económico comerciales regionales o internacionales”.

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El Mercosur cuenta con un arancel externo común con múltiples “perforaciones” o excepciones. Argentina y Brasil lo rebajaron en 2021 en un acuerdo de sus dos gobiernos. El artículo también plantea la eliminación de “restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías”, un punto que Uruguay indica que no siempre se cumple dentro del bloque.

“Queremos preservar el Tratado de Asunción de la forma en que está redactado, pero reconocemos que los países menores precisan algún apoyo, de alguna forma”, sostuvo Amorim, quien planteó que los socios pueden “comprar productos industrializados de Uruguay o estimular que Uruguay participe de la cadena productiva” en el sector automotor, entre otras medidas. Pero la postura de Uruguay es muy distinta.

Tensión crece

El presidente Lacalle Pou recordó en rueda de prensa en Buenos Aires que “la definición” de abrir el comercio de su país a terceros países fue adoptada en Uruguay hace varios gobiernos. El suyo resolvió avanzar en un TLC con China, que expresó públicamente su interés en negociar con Uruguay. Los dos países avanzan en las tratativas tras realizar un estudio de factibilidad, y la situación crispa a Argentina, Brasil y Paraguay, que llegaron a amenazar a Montevideo con medidas jurídicas y comerciales.

Lacalle Pou, que asegura que no tiene objeción a que los demás socios participen de un acuerdo con el gigante asiático, señaló que “el Mercosur es la quinta región más proteccionista del planeta”. El mandatario uruguayo reiteró que su país no es “rupturista”. “Nunca dijimos ‘vamos a abandonar el Mercosur”, insistió. Uruguay también solicitó su ingreso al Acuerdo Transpacífico.

Los socios también discrepan en el reingreso de Venezuela al Mercosur, que promueven Brasil y Argentina. Caracas fue suspendido del bloque sudamericano en 2017, en aplicación del Protocolo de Ushuaia, hasta que “se verifique el pleno restablecimiento del orden democrático” en el país caribeño. Lula almorzará con Lacalle Pou en Montevideo el miércoles. Amorim es parte de la delegación del mandatario brasileño en su primer viaje internacional. El diplomático sostuvo que el encuentro será “una primera conversación” con el gobierno uruguayo.

Fuente: AFP.

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