El miércoles 25 de enero desde las 9:00 se reanuda el juicio del crimen de Fernando Báez Sosa e ingresa a la etapa culminatoria, puesto que se presentarán los alegatos finales, tanto por parte de la Fiscalía como de los abogados de la familia del joven víctima fatal. El jueves 26 será el turno del abogado que representa a los ocho rugbiers imputados y posteriormente el martes 31 de enero se conocerá el veredicto del Tribunal.

El abogado Fernando Burlando, quien representa a la familia Báez Sosa apunta a demostrar que aquella madrugada del 18 de enero del 2020, a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell, se produjo un “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, puesto que desde su perspectiva, todos los elementos señalan que hubo una emboscada y una clara intención de matar al joven de 18 años, por lo que solicita la pena máxima de cadena perpetua, que en Argentina dura 35 años.

Este martes, Burlando manifestó a través de Twitter: “Lo que pasó en Gesell, ¿fue una pelea? Fernando, ¿murió por accidente? ¿No fue emboscado, acorralado y ejecutado? ¿Alguien me puede afirmar que no hubo plan, que fue una simple pelea y que por accidente murió alguien? Para mí, en este caso, justicia es cárcel para toda la vida”.

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Hugo Tomei, quien defiende a los imputados, pretende convencer de que el suceso fue un “homicidio en riña”, de acuerdo al Código Penal argentino, este hecho hace referencia a un enfrentamiento entre dos o más bandos que termina de forma accidental con la muerte de una persona, es decir, no hubo intención de matar, y supone una pena privativa de libertad de seis años.

La decisión estará a cargo de los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores, quienes determinarán qué sanción recibirán Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Luciano, Ciro y Lucas Pertossi, los ocho imputados por el homicidio. Los alegatos y el veredicto final serán transmitidos en vivo por el canal de YouTube de la Suprema Corte de Justicia bonaerense (@scbaoficial).

Se mantuvo el pacto de silencio

De todos los procesados, Thomsen es el más complicado dado que todo indica que dio la “patada mortal” que causó la muerte a Báez Sosa, incluso la marca del calzado del rugbier quedó impregnada en la cara del joven, por lo que se concluye que no solo hubo patadas, sino también una fuerte pisada, esto de acuerdo a lo manifestado por los médicos forenses que prestaron declaraciones.

A lo largo del juicio, no solo habló Thomsen, quien pidió disculpas y afirmó que no tuvo intenciones de matar, también se pronunció Luciano Pertossi, el que quiso desmarcarse de la agresión, y en esta misma línea declararon Cinalli, Lucas y Ciro Pertossi. En ningún momento los rugbiers se acusaron entre sí por haber agredido a Fernando, por lo que “el pacto de silencio”, que mantienen desde hace tres años, no se quebró completamente. Quienes conservaron en silencio total fueron Viollaz, Benicelli y Comelli.

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Los ocho imputados se exponen a una pena de cadena perpetua. Foto: @mauroszeta.

Declararon testigos, amigos de Fernando, el personal de seguridad de Le Brique, los médicos forenses, además se expusieron las conversaciones de Whatsapp entre los rugbiers y los videos que fueron extraídos de sus celulares, también las filmaciones de las cámaras de seguridad del boliche, lo que arrojó un montón de elementos del día de la muerte de Báez Sosa.

Lo que muestran las cámaras

Las filmaciones expuestas revelaron que Fernando recibió dos primeros letales, casi en forma simultánea, que lo inmovilizaron y prácticamente lo dejaron sin oportunidad de defenderse de sus agresores. También sirvió para desmentir a Cinalli, quien dijo que pateó a un joven para que lo soltara porque lo tenía agarrado del pie, posterior a eso, supuestamente se retiró de la escena. No obstante en los videos es visto que se dirige hacia donde estaban golpeando a Báez Sosa.

Los peritos de la Policía Federal identificaron en los videos a Luciano y a Blas Cinalli y también se constató la presencia de la sangre de Fernando en las prendas y calzados de Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi, y de Thomsen.

Cabe destacar que en los videos también se observan a Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino quienes fueron sobreseídos por no hallarse elementos en su contra, también se ve a Tomás Colazo, el que no llegó a ser imputado por la misma razón.

Golpes incompatibles con la vida

El médico forense Diego Duarte, el que inspeccionó el cuerpo de Fernando Báez, fue clave durante el juicio. Sus declaraciones fueron contundentes al manifestar que los golpes en zonas sensibles como el rostro y la cabeza fueron tan severos que era imposible que el joven sobreviviera.

“Son lesiones incompatibles con la vida, traumatismos muy importantes que han producido derrames dentro del mismo”, fueron las afirmaciones del forense, quien además mencionó que el joven llegó muerto al hospital y que su deceso se produjo a causa de un traumatismo craneoencefálico.

El perito fiscal Javier Pablo Laborde realizó en el juicio una radiografía del momento del ataque a Fernando, el que pudo ser construido a partir de un video hallado en el celular de Lucas Pertossi, en el que queda constancia de los golpes simultáneos, patadas y pisotones que dieron a Fernando.

Los amigos de la joven víctima, que estuvieron presentes en la noche del crimen, no solo dieron detalles de la agresión, sino también de lo que decían los rugbiers mientras lo golpeaban. “Vamos, vamos, mátenlo al negro de mierda” fue lo gritaban los agresores según la declaración de Luciano Bonamaison, que a la vez aseguró que fue una emboscada porque todos fueron directo a Fernando.

El falso acusado

Pablo Ventura estuvo recluido de su libertad por varios días puesto que los rugbiers lo acusaron falsamente como agresor de Fernando. Posteriormente, el joven fue desestimado de la causa, pero fue convocado a declarar en el juicio. También declaró su padre, José María Ventura, el que calificó de “asesinos” a los imputados.

“Yo no soy de faltar el respeto, nunca jamás han escuchado un insulto mío, ni en el peor de los momentos, pero después de la barbaridad que hicieron, para mí son asesinos”, aseveró José María. Juan Pedro Guarino, uno de los rugbiers sobreseídos también declaró pero no a favor de sus amigos.

“Graciela y Silvino, si bien yo no tuve nada que ver, esperé todo este tiempo para estar frente a ustedes y pedirles disculpas por lo que pasó”, apuntó y aseveró “quiero justicia por Fernando”, testimonio que “hundió” a los rugbiers según la opinión pública.

Lo que alega la defensa

Hugo Tomei presentó a dos peritos cuyas declaraciones tenían la intención de favorecer a los rugbiers, ya que se puso en duda la conclusión de los médicos forenses que inspeccionaron al cuerpo de Fernando, no obstante, no pudieron precisar cuál era la supuesta causa de muerte real.

Además, puso en duda nuevamente la práctica de reanimación cardiopulmonar (RCP) que realizaron al joven, el que estuvo dirigido por Virginia Pérez, la que en ese momento solo tenía 17 años, pero que cuenta con una certificación de la cruz roja, y quien se involucró para tratar de que Fernando no muera en el lugar.

El forense Diego Duarte y Carolina Garibaldi Larrosa, la médica ambulancista que socorrió al joven, coincidieron en que es imposible que una práctica de RCP derive en la muerte de una persona. Garibaldi incluso afirmó que al momento en que llegó, Báez Sosa ya no contaba con signos vitales y que no respondió nunca a las prácticas de reanimación.

A Virginia le pidieron durante el juicio que explique de forma pormenorizada cómo se hace un RCP y desde la defensa trataron de encontrar fallas en sus declaraciones. “Fue muy intenso porque fue mucho ataque”, relató la joven ante la prensa argentina a la salida del tribunal. “Yo dije prefiero que haya una costilla rota y una persona viva a no hacer nada y tener una persona muerta. Me sentí 100% cuestionada todo el tiempo”, apuntó.

Silvino y Graciela, padres de Fernando Báez Sosa, exigen que se haga justicia y que se otorgue a los rugbiers la cadena perpetua. Foto: Captura de pantalla.

Durante el juicio también se expusieron imágenes de la autopsia al cuerpo de Fernando, momento en el que Silvino y Graciela, padres del joven, se retiraron de la sala, esto por recomendación de sus abogados y de los médicos. El matrimonio Báez Sosa es oriundo de Carapeguá, y emigraron hace muchos años a Argentina, donde tuvieron a su hijo Fernando.

La población argentina se ha solidarizado con esta familia y los han acompañado a lo largo del juicio y de estos tres años, organizando colectas y movilizaciones pidiendo justicia por Fernando. Los periodistas argentinos señalan que el pedido casi unísono de la ciudadanía es cadena perpetua para los ocho imputados, y señalan que podría generarse un gran escándalo social si es que la justicia considera una pena menor para los rugbiers.


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