“Hoy es el comienzo de una nueva historia”, afirmó este lunes el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, sobre el significado de su visita a Argentina, durante la cual se reunió con su par Alberto Fernández para refundar la relación bilateral con la mira puesta en la integración de América Latina
“Mi presencia en este primer viaje (internacional) es para decir (...) que vamos a reconstruir la relación de paz, productiva, avanzada, de dos países que nacieron para crecer y desarrollarse” juntos, resumió Lula en la Casa Rosada junto a Fernández. “Estoy de vuelta para hacer buenos acuerdos con Argentina”, sostuvo Lula. “Brasil está otra vez de brazos abiertos”, añadió.
El mandatario de 77 años realiza como es tradicional la primera visita de Estado de su nuevo mandato a su vecino y socio en el Mercosur -el bloque que completan Paraguay y Uruguay-, para luego participar, el martes, en la cumbre de presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a la que Brasil regresa tras unos años de ausencia.
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Brasil es el principal socio comercial de Argentina, según cifras oficiales publicadas la semana pasada por el organismo nacional de estadísticas INDEC, con un intercambio bilateral que se aproximó a los 29.000 millones de dólares en 2022. Lula aprovechó su regreso a la arena política internacional para pedir “disculpas al pueblo argentino por todas las groserías” que atribuyó al “último presidente de Brasil” hacia Argentina, sin nombrar a su predecesor, Jair Bolsonaro.
“Argentina será tratada con cariño, y con el respeto que merece. Ni siquiera el fútbol será motivo de división”, prometió, tras confesar que por primera vez fue ‘torcedor’ (hincha) de Argentina durante la Copa del Mundo de Catar por su admiración por el capitán albiceleste Lionel Messi. Aunque no formularon anuncios concretos, Lula y Fernández señalaron que Brasil y Argentina explorarán la posibilidad de desarrollar un mecanismo de intercambio comercial basado en una moneda común que reduzca la dependencia del dólar.
CELAC con ausencias
Fernández, de su lado, sostuvo que la reunión de la CELAC será la oportunidad de “escuchar a todos los líderes del continente, con el propósito de favorecer la integración de la región”. Pero la cumbre de este mecanismo de concertación integrado por 33 países, que marca la vuelta de Brasil a los foros internacionales, tendrá varias ausencias notables, entre las que se destacan la del presidente de la segunda economía regional, el mexicano Andrés Manuel López Obrador, y el gobernante venezolano Nicolás Maduro.
La agenda oficial de Lula en Buenos Aires incluía de hecho un encuentro con Madduro en la tarde del lunes, pero Planalto eliminó la cita del calendario. “No sé si Maduro va a venir. Fui informado de que tal vez no venga”, afirmó Lula a la prensa. Una hora después, el canciller venezolano, Yván Gil, publicó en Twitter un comunicado confirmando que Maduro no viajaría.
“Hemos sido informados, de manera irrebatible, de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de acciones de agresión en contra de nuestra delegación” encabezada por Maduro, reza la nota oficial, que señala que el canciller representará a Venezuela el martes.
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Maduro fue denunciado por particulares y organizaciones civiles ante la justicia argentina por violación a los derechos humanos y algunos dirigentes opositores pidieron que fuera detenido al llegar al país. “Todos los países miembros están invitados”, sostuvo Fernández sobre la controversia. “Nuestra preocupación es restablecer el diálogo entre los venezolanos”.
“El problema venezolano se resolverá con diálogo y no con bloqueo”, sostuvo por su parte Lula, quien añadió que se debe respetar la “autodeterminación” de Venezuela. Criticó el reconocimiento del opositor Juan Guaidó, “un tipo que no era presidente”, como mandatario encargado, por unos cincuenta países que desconocieron la reelección de Maduro en 2018 por considerarla fraudulenta.
Lula reiteró que Brasil retomará relaciones diplomáticas con Venezuela, abrirá en un plazo de dos meses una embajada en Caracas, y recompondrá las relaciones con Cuba, cuyo dirigente Miguel Díaz-Canel, ya está en Buenos Aires.
El frente interno
Lula visita Argentina luego de destituir, el sábado, al Comandante en jefe del Ejército, por un “quiebre del nivel de confianza” tras la asonada de partidarios radicales de Bolsonaro a las sedes de los tres poderes públicos en Brasilia el 8 de enero pidiendo una intervención militar que provocara la caída del mandatario. En Buenos Aires, Lula sostuvo que en su gobierno los militares cumplirán el papel que les asigna la Constitución en la vida del país.
“Brasil volverá a la normalidad, las Fuerzas Armadas van a cumplir con su papel, el Poder Ejecutivo va cumplir su papel, el Poder Legislativo va cumplir su papel, y así Brasil estará bien”, resumió. “Elegí a un comandante del Ejército que no funcionó, tuve que elegir a otro y él piensa exactamente lo mismo que yo sobre las Fuerzas Armadas”, respondió Lula, consultado por la prensa.
Alentó a la albiceleste
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sorprendió a propios y extraños al confesar este lunes que durante el mundial de fútbol de Catar 2022 alentó a la selección albiceleste. “Por primera vez ‘torci’ para que Argentina fuera campeona del mundo, porque creía que (Lionel) Messi no podía terminar su carrera sin ser campeón del mundo”, dijo un sonriente Lula en Buenos Aires durante la conferencia de prensa que siguió a la firma de acuerdos bilaterales con su par argentino, Alberto Fernández.
“Argentina terminó el año 2022 en situación privilegiada, no sólo en la economía y en la política sino en el fútbol”, afirmó Lula, para luego señalar entre risas: “Bastó. Terminó. Alcanzó. Ahora es el turno de Brasil” en la próxima Copa del Mundo, que se disputará en 2026 en Estados Unidos, México y Canadá. Antes del Mundial, varios futbolistas de la selección nacional de Brasil expresaron su simpatía política por el expresidente Jair Bolsonaro, derrotado por Lula en las elecciones de 2022, y el astro Neymar Jr. anunció que le dedicaría sus goles en Catar.
El presidente brasileño pidió además “disculpas al pueblo argentino por todas las groserías” que atribuyó al “último presidente de Brasil” hacia Argentina, sin nombrar a Bolsonaro. Lula es un reconocido fanático del Corinthians de Sao Paulo, y durante una visita a Argentina, bajo el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), recibió una camiseta de Racing Club, del que era hincha el expresidente, fallecido en 2010.
Los militares de Brasil
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este lunes en Buenos Aires que durante su gobierno los militares cumplirán el papel que les asigna la Constitución en la vida de su país que, confió, volverá a la “normalidad”.
“Brasil volverá a la normalidad, las Fuerzas Armadas van a cumplir con su papel, el Poder Ejecutivo va cumplir su papel, el Poder Legislativo va cumplir su papel, y así Brasil estará bien”, resumió, dos días después de destituir al comandante en jefe del Ejército.
“Elegí a un comandante del Ejército que no funcionó, tuve que elegir a otro y él piensa exactamente lo mismo que yo sobre las Fuerzas Armadas”, respondió Lula, consultado por la prensa en la Casa Rosada junto a su par argentino, Alberto Fernández.
El sábado, en medio de las tensiones creadas por el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia el 8 de enero, el presidente brasileño destituyó al jefe del Ejército, general Julio César de Arruda, y lo reemplazó por el general Tomás Miguel Miné Ribeiro Paiva.
“Está claro el papel (de los militares) en la Constitución, está definido”, insistió Lula. “Las Fuerzas Armadas no están para servir a un político, sino para asegurar la soberanía de nuestro país, principalmente contra enemigos externos, y para asegurar la tranquilidad al pueblo brasileño, y hacer otras cosas, como (ayudar) en desastres naturales”, añadió Lula.
Según el presidente brasileño, su predecesor, el derechista Jair Bolsonaro, “no respetó la Constitución y se entrometió en las Fuerzas Armadas. Estoy seguro de que pondremos las cosas en su sitio. Brasil volverá a la normalidad”, afirmó. Lula realiza su primera visita oficial desde que asumió el primero de enero, a Argentina, antes de una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el martes.
Fuente: AFP.